500 ejecutivos se repartieron millones de d¨®lares antes de la quiebra

Mientras el Congreso se prepara para una nueva semana de audiencias sobre el caso Enron, las investigaciones han desvelado que, poco antes de la bancarrota, 500 ejecutivos se repartieron decenas de millones de d¨®lares. Aunque la existencia de los pagos ya se conoc¨ªa con anterioridad, no as¨ª la identidad de quienes los recibieron y las cantidades entregadas, que oscilan entre 300.000 y cinco millones de d¨®lares.

Seg¨²n un documento al que tuvo acceso la cadena de televisi¨®n CNN, el presidente de Operaciones de Enron, Jeffrey McMahon, recibi¨® 1,5 millones de d¨®lares. McMahon hab¨ªa defendido el pasado jueves, en una comparecencia ante una comisi¨®n senatorial que investiga el fraude, que los pagos eran un mecanismo para mantener a los ejecutivos dentro de la compa?¨ªa aunque se declarara la bancarrota.

'Las razones que hab¨ªa detr¨¢s de los pagos -tambi¨¦n llamados bonos de retenci¨®n- eran que si ¨ªbamos a ir a la bancarrota, esos individuos clave de la empresa pudieran permanecer con la compa?¨ªa para proteger el negocio y el valor de los activos ante los acreedores', declar¨® McMahon. Muchos de los que recibieron compensaciones no est¨¢n ya en la empresa.

Programa de ordenador

Por otro lado, tras las investigaciones realizadas por el Congreso americano, se ha sabido que Enron invert¨ªa ingentes sumas que engrasaban todos los resquicios del sistema pol¨ªtico, desde la Casa Blanca al Congreso, pasando por las C¨¢maras legislativas de los Estados. Y lo hac¨ªa usando m¨¦todos cient¨ªficos, con un programa de ordenador conocido como La Matriz, que evaluaba los costes de los cambios legislativos. En funci¨®n de los resultados, decid¨ªa cu¨¢nto y c¨®mo presionar a los legisladores.

No hab¨ªa pieza peque?a que fuera despreciable y si el presidente George Bush obtuvo casi 115.000 d¨®lares en el periodo 1999-2000 de Enron y sus empleados, oscuros candidatos en oscuros Estados donde se discut¨ªa la liberalizaci¨®n del mercado de la energ¨ªa se tuvieron que conformar con 250.

Cada vez que Washington planeaba cambios legislativos, empleados de Enron introduc¨ªan en el programa de ordenador los detalles de la propuesta para calcular su efecto. 'Eso de cuantificar el riesgo de la legislaci¨®n era algo nuevo', declara en The Washington Post Gia Maisashvili, un economista que particip¨® en la creaci¨®n del sistema.