Estudiar
Los socialistas europeos celebran en Granada sus primeras jornadas de estudio. Son jornadas de invierno, porque las noticias que caen sobre la realidad tienen voluntad de fr¨ªo, alma de nieve, y est¨¢n a punto de dejarnos a todos en blanco. Cada copo es un suspenso, una tachadura, el borr¨®n de tinta que nos mancha los papeles y los dedos. La izquierda debe ponerse a estudiar en serio, aunque sea un adolescente con problemas sentimentales, y le cueste trabajo estarse quieto, concentrarse en lo suyo, en la mesa de su propio cuarto, con sus gafas sucias, su libro y sus l¨¢pices de colores mordidos, mientras los chulos de la clase le quitan la novia. La izquierda suspendi¨® los ex¨¢menes de junio, los de septiembre, y ahora debe aprovechar la convocatoria extraordinaria de febrero. Los nuevos tiempos de la izquierda no son una simple promesa de futuro, una invitaci¨®n inocente al porvenir, sino una convocatoria extraordinaria, porque la Historia redacta los argumentos de la actualidad con faltas de ortograf¨ªa, y escribe la palabra niebe con b de banco, y la palabra ziencia con la zeta impur¨ªsima de las razas, y llena de haches los folios en los que degrada el hamor, el haf¨¢n y el holvido.
Hay que estudiar, sobrevivir, tener paciencia, pero nunca copiarse en el examen, porque la receta del compa?ero de pupitre, el ni?o chulo y sin escr¨²pulos que nos mira con desprecio, no cabe en un papel firmado decentemente con el nombre y los apellidos de la izquierda. La verdad es que ser de izquierdas en Europa se parece mucho a nadar en la piscina que los parques acu¨¢ticos suelen destinar a los tiburones; pero el asunto no se soluciona convirti¨¦ndose en tibur¨®n, ni sac¨¢ndole partido electoral a la prisa que muestran las poblaciones por comulgar con ruedas de molino cuando tratan de defender sus privilegios. Es posible que la izquierda deba empezar por el principio, fijar su atenci¨®n en los temas iniciales del programa. ?Cu¨¢les son las fuentes del derecho? Porque la Historia sufre un agudo desarreglo en sus composiciones gramaticales, y los verbos no concuerdan con sus sujetos. M¨¢s grave que dudar con las haches, es dejar sin sentido las primeras personas del singular y del plural en un r¨ªo fragmentario y revuelto, de sintaxis aparentemente loca, que asegura la ganancia de los pescadores. En la pizarra de la globalizaci¨®n, cuando la tiza de los maestros chirr¨ªa al escribir la palabra libertad, resulta necesario que la izquierda haga un esfuerzo intelectual y pol¨ªtico para salvar los principios democr¨¢ticos de la soberan¨ªa. ?Qui¨¦n toma las decisiones econ¨®micas y cient¨ªficas que ordenan la vida de los ciudadanos? Luego habr¨¢ que plantearse tambi¨¦n la frontera que separa a los ciudadanos y a los animales, porque unos individuos nacen para disfrutar los derechos de ciudadan¨ªa y otros parecen condenados a recordar, cuando comen, matan o mueren, sus or¨ªgenes fraternales con el mono. La declaraci¨®n de igualdad y libertad que abre nuestras constituciones es hoy un sarcasmo. Por eso, adem¨¢s de saberse la lecci¨®n del d¨ªa, la izquierda debe aprender de nuevo a levantar la mano y preguntar por aquello de lo que no se habla, aquello que permanece bajo las tachaduras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.