Las prostitutas de Montera hacen un c¨®digo de conducta para evitar molestias a los vecinos

Las prostitutas de la calle de la Montera intentan encontrar una soluci¨®n para acabar con el conflicto que desde hace meses les enfrenta a los vecinos y comerciantes de la zona. Las meretrices han elaborado un c¨®digo de conducta para evitar molestias a los residentes mientras ejercen la prostituci¨®n. Entre otras cosas, las mujeres se han comprometido a no captar clientes apoyadas en los escaparates, a no hacer ruido y a no ensuciar la calle. El aumento de la presencia policial en los ¨²ltimos meses ha disminuido a la mitad el n¨²mero de meretrices en la calle de la Montera.

Con este c¨®digo de conducta, las prostitutas que ejercen en Montera (Centro) aseguran que est¨¢n haciendo un 'esfuerzo' para que mejore la convivencia con los comerciantes y vecinos. Los residentes llevan meses protestando contra el ejercicio de la prostituci¨®n, la delincuencia y el tr¨¢fico de drogas que se producen en esta zona de la capital. Por ello, en numerosas ocasiones, han salido a la calle a manifestarse. 'Las prostitutas est¨¢n poniendo mucha voluntad de su parte y lo que han hecho es un gesto de valent¨ªa, porque son un colectivo muy d¨¦bil. Ellas s¨®lo quieren que se las respete y que se las deje trabajar en unas condiciones dignas', explic¨® ayer Carmen Briz, portavoz de la asociaci¨®n Hetaira-Agrupaci¨®n Montera.

Las meretrices ya han hablado con algunos vecinos y comerciantes para exponerles los puntos que han pactado con la intenci¨®n de mejorar la convivencia en la zona. As¨ª se han comprometido a no apoyarse en los escaparates para captar clientes, a no hacer ruido, a no causar molestias a los vecinos y a no ensuciar la calle, entre otras medidas. Adem¨¢s, las prostitutas se manifestar¨¢n por primera vez el pr¨®ximo martes a las siete de la tarde en la calle de la Montera.

Los vecinos y comerciantes han acogido con optimismo el acercamiento de las prostitutas, aunque no est¨¢n de acuerdo en que, como mantienen las meretrices, algunos de los residentes las hayan agredido. 'Nos parece muy bien que estas mujeres quieran defender sus derechos, porque sus reivindicaciones son leg¨ªtimas, pero no es cierto que las estemos presionando', asegur¨® ayer Crist¨®bal Fern¨¢ndez, miembro de la asociaci¨®n de comerciantes y vecinos de la calle de la Montera.

Ante las protestas de los vecinos, la Delegaci¨®n del Gobierno decidi¨® incrementar hace dos meses la presencia policial en la zona. El aumento del n¨²mero de agentes ha hecho que, del centenar de mujeres que se prostitu¨ªan a finales del a?o pasado en Montera, se haya pasado en las ¨²ltimas semanas a apenas 50. 'Adem¨¢s del polic¨ªa de barrio, tenemos dos o tres unidades patrullando en la zona a las que se suman los agentes que intervienen en las operaciones especiales', explic¨® el comisario de polic¨ªa del distrito Centro, Telesforo Rubio. Y agreg¨®: 'Las cosas han mejorado, pero el fen¨®meno no ha terminado. La prostituci¨®n no es ilegal y la polic¨ªa no puede ir m¨¢s all¨¢ de lo que dice la ley'.

Para In¨¦s Saban¨¦s, portavoz de IU en el Ayuntamiento, la actitud de las mujeres responde a 'la dejadez municipal en el tema de la prostituci¨®n, que no ha puesto ni los programas ni la mediaci¨®n para solucionar el tema. Ante la falta de di¨¢logo, las prostitutas han decidido ser las primeras en establecerlo'. Saban¨¦s, inst¨® una vez m¨¢s al Ayuntamiento a que convoque el foro de la prostituci¨®n, una mesa de trabajo que el Consejo Local de Seguridad aprob¨® en febrero de 2001. Desde esa fecha, el foro s¨®lo se ha convocado una vez.

Patrocinio de las Heras, concejal socialista, tambi¨¦n exigi¨® la convocatoria del foro y la mediaci¨®n del Ayuntamiento en el tema de la prostituci¨®n. 'La soluci¨®n no la tienen que poner ni los vecinos ni las prostitutas. El Consistorio, de una vez, tiene que poner los medios para ayudar a las mujeres y recuperar el abandono que sufre la calle'.

Mujeres ecuatorianas

La calle de la Montera es, desde hace d¨¦cadas, uno de los lugares preferidos por las meretrices para ejercer la prostituci¨®n en la capital. A principios de los a?os noventa, en esta zona se colocaban en busca de clientes prostitutas espa?olas, en su mayor¨ªa toxic¨®manas. Pero en los ¨²ltimos a?os, el panorama ha cambiado. Las meretrices espa?olas han desaparecido y han dado paso a prostitutas latinoamericanas, en su mayor¨ªa procedentes de Ecuador.

Estas mujeres ofrecen sus servicios en dos pisos de la cercana calle de los Jardines y en otro de Caballero de Gracia. Las meretrices contactan con los clientes en la calle y despu¨¦s los suben a estos inmuebles, donde tienen lugar los encuentros sexuales. Las meretrices pagan tres euros (500 pesetas) por media hora de alquiler de una habitaci¨®n y cobran 24 euros (4.000 pesetas) por servicio a los clientes, muchos de ellos tambi¨¦n latinoamericanos.