El Superior aten¨²a la culpabilidad de una empresa en un accidente porque el trabajador no protest¨®

El Tribunal Superior vasco ha rebajado un 20% el recargo en la prestaci¨®n de la Seguridad Social a que fue condenada una empresa de transportes para la que trabajaba un camionero que muri¨® en accidente de tr¨¢fico en diciembre de 1998 por conducir muchas m¨¢s horas de las permitidas. El tribunal reconoce la responsabilidad de la empresa, pues conoc¨ªa las 'prolongad¨ªsimas jornadas' del conductor. Pero atribuye al camionero, empleado eventual, la aceptaci¨®n de esas conduciones por no haberse enfrentado a la empresa, atenuando as¨ª la responsabilidad de ¨¦sta.

La resoluci¨®n de la Sala de lo Social del alto tribunal vasco ha rebajado de un 50% a un 30% el recargo en la prestaci¨®n de la Seguridad Social a que fue condenada la empresa Transporte Internacional Mar¨ªtima SA por el Juzgado de lo Social n¨²mero 6 de Vizcaya, por estimar que incurri¨® en una 'falta de seguridad en el trabajo', que motiv¨® el accidente mortal de su empleado.

En la sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Modesto Iruretagoyena, se considera como atenuante para rebajar ese recargo por 'falta grave', el hecho de que 'el trabajador no utiliz¨® ning¨²n medio a su alcance para poner fin a la situaci¨®n creada desde hac¨ªa meses, consintiendo o asumiendo la irregular actuaci¨®n empresarial'.

El abogado que ha llevado la representaci¨®n legal de la familia del trabajador fallecido, Fernando S¨¢nchez Ru¨ªz, considera 'alejada de la realidad' la postura de la Sala. '?C¨®mo se puede pedir a un empleado eventual que se enfrente a su empresa, sobre todo cuando los juzgados de lo social est¨¢n llenos de sentencias de despedido procedente por ese tipo de conductas que se le exige en este caso al camionero fallecido?', se pregunta el letrado Juan Carlos Bernad.

13,8 horas diarias

La sentencia carga contra la empresa condenada porque desatendi¨® 'el deber de vigilancia y seguridad que le correspond¨ªa', sobre todo al conocer las 'prolongad¨ªsimas jornadas desarrolladas' por Fernando S¨¢nchez. El camionero llegaba a trabajar de media 13,86 horas diarias, incluidos s¨¢bados. Acumulaba jornadas de 24 horas con muy poco tiempo de descanso, en los que 'no hab¨ªa podido dormir m¨¢s de cuatro horas seguidas'. Las asociaciones de transportistas han denunciado que estas condiciones de trabajo no son extra?as en el sector, por lo que lanzaron una campa?a bajo el lema de 'La fatiga mata'.

Fernando S¨¢nchez, el camionero accidentado mortalmente por 'cansancio acumulado', seg¨²n consider¨® probado la sentencia inicial, lleg¨® a trabajar en cinco meses y medio un total de 1.816 horas. A ese ritmo, y descontando un mes de vacaciones habr¨ªa llegado realizar al cabo del a?o 3.632 horas, lo que suponer superar en 1.816 horas la jornada anual recogida en el convenio del transportes de mercanc¨ªas por carretera.

El camionero perdi¨® la vida en el kil¨®metro 332,6 de la N-1, un punto peligroso cercano a la localidad trevi?esa, al salirse de la calzada tras '15 horas de trabajo efectivo' (incluida la conducci¨®n, trabajos auxiliares y periodos de inactividad a la espera de carga o descarga).

La sentencia de la Sala de lo Social reconoce que 'l¨®gicamente, la aceptaci¨®n o, cuando menos pasividad del trabajador ante el incumplimiento empresarial, no puede exculpar a la demandante de su responsabilidad, pero s¨ª que la aten¨²a'. La aceptaci¨®n de esta atenuante lleva al tribunal a estimar en parte el recurso de la empresa y rebajar del 50% al 30% el recargo en las prestaciones por la Seguridad Social que pudieran derivarse del fallecimiento.

Con esta sentencia en la mano, el abogado de la familia del camionero lanza una pregunta para la discusi¨®n: '?Tienen realmente los trabajadores eventuales la posibilidad negarse a realizar estas jornadas?'. Juan Carlos Bernad apunta que, como revela este caso, la empresas controlan a posteriori el tac¨®metro de los camiones que conducen sus empleados, pero en la mayor¨ªa de los casos no act¨²an para corregir y aplicar la normativa sobre seguridad en el trabajo.

La respuesta, de alguna manera, la daba la propia viuda del camionero. Mar¨ªa Andresa Santamar¨ªa recuerda que su marido le dec¨ªa: 'El d¨ªa menos pensado me voy a morir de cansancio'. Aunque, por otro lado, era consciente de que 'si no hac¨ªa las horas que le mandaban o se quejaba de la jornada, le echaban a la calle'. Tras su fallecimiento, a la viuda y a sus cuatro hijos, dos de ellos menores, se les indemniz¨® con 16 millones de pesetas.