La oportunidad de los madrile?os

No soy de Madrid ni vivo all¨ª, pero voy muy a menudo. Durante a?os he asistido perpleja a una evidente p¨¦rdida de calidad de vida sin que pareciera importarle a nadie el palpable deterioro del derecho fundamental a una existencia digna. Ha sido esa mezcla explosiva de inseguridad, desorden, suciedad e ineptitud municipal la que ha hecho desaparecer el mito capitalino que mi generaci¨®n oy¨® tantas veces. Lo malo es que lo ha hecho con contundencia, porque, te encuentres donde te encuentres, dudas si la ciudad no se habr¨¢ evaporado realmente del mapa. En Australia, Estados Unidos, Egipto, Alemania, siempre pasa lo mismo: ?espa?ola? ?Ah! ?Barcelona! Y claro, es para mosquearse. Si a m¨ª Barcelona me encanta, pero ?qu¨¦ ha hecho Madrid para que todo el mundo la ignore?

?Se merecen los madrile?os lo que les est¨¢ pasando? La respuesta est¨¢ en ellos mismos, en su esp¨ªritu cr¨ªtico, en la coherencia de sus decisiones y en un nivel de exigencia m¨ªnimo que les haga salir de ese peligroso letargo que ha ido diezmando su mayor fuerza: la voluntad. Ojal¨¢ la recuperen pronto, por su propio bienestar y por el de todos los que entendemos que las ciudades son patrimonio universal.