Para todos los d¨ªas
Sustituye a la R 1100 RS de 1993 y destaca por su comodidad, limpieza y polivalencia
LA NUEVA R 1150 RS, como todas las RS de BMW, cumple las premisas de las sport-turismo, que sirven para excursiones con pasajero y admiten una conducci¨®n ligeramente deportiva. Pero a pesar de haber recibido una profunda remodelaci¨®n para reforzar su polivalencia, cuesta distinguirla de la anterior R 1100 RS: lleva una c¨²pula algo m¨¢s alta y ancha, la base del carenado alargada y nuevas llantas y logotipos laterales. Tiene un precio alto, 13.823 euros, pero lo justifica por su exclusividad y tecnolog¨ªa, y mantiene el aire sobrio y elegante de las BMW de gran cilindrada.
Al igual que las anteriores RS, destaca por su funcionalidad: juego de maletas bien integrado y buena protecci¨®n aerodin¨¢mica para conductor y pasajero. Y cumple bien en el uso diario: se puede conducir con traje sin tener que pasar despu¨¦s por el tinte.
AL DETALLE
- POCO CONVENCIONAL Como todas las BMW boxer nuevas, la mec¨¢nica es poco convencional. El motor tiene 50cc m¨¢s y una inyecci¨®n mucho m¨¢s avanzada, pero, aparte de ganar 5 CV, ofrece una mejor respuesta a medio r¨¦gimen. Adem¨¢s, estrena un cambio de seis marchas con la sexta muy larga para mantener cruceros altos a pocas vueltas. Las suspensiones son las habituales de BMW: un Telelever delante y Paralever atr¨¢s. El primero permite que la amortiguaci¨®n y los frenos funcionen independientemente para que no se hunda de delante al frenar. Adem¨¢s, incluye el sistema EVO, un servofreno electr¨®nico que mejora un 20% la eficacia de los frenos, y que, unido al ABS semiintegral (opcional por 1.172 euros), evita bloquear la rueda. - GRAN VERSATILIDAD La R 1150 RS sirve para todos los d¨ªas: es moderna, polivalente, muy segura y corre bastante (217 km/h.). Y gracias al asiento regulable (tres alturas) y la posici¨®n de los mandos se adapta a todas las tallas. En el comportamiento din¨¢mico, las virtudes tur¨ªsticas se imponen con claridad a las deportivas y convierten los viajes en un aut¨¦ntico placer. Al menos si no se exprime a fondo el motor, porque de lo contrario aparecen las t¨ªpicas vibraciones de los boxer bicil¨ªndricos en el manillar y en las estriberas. Pero en autov¨ªas y autopistas tiene una estabilidad y aplomo impecables, y s¨®lo pierde eficacia en pisos malos, trazados tortuosos y cuando se le exige la m¨¢xima deportividad.
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