Lear, una crisis de larga gestaci¨®n

El caso Lear estall¨® hace tres semanas y se acercar¨¢ en las pr¨®ximas a su momento decisivo. Pero la historia de la crisis empez¨® hace muchos meses, generando tambi¨¦n un debate sobre el futuro incierto que le espera al uso de mano de obra barata en los pa¨ªses desarrollados. La empresa trabaja para el sector del autom¨®vil y comunic¨® el 8 de febrero su decisi¨®n de cerrar 21 plantas en todo el mundo, incluida la de Cervera y el despido de sus 1.280 trabajadores.

El pasado fue un mal a?o para el sector del autom¨®vil y tambi¨¦n para Lear, que trabaja para ¨¦ste. La multinacional norteamericana proyectaba desde antes del verano la adopci¨®n de medidas dr¨¢sticas. En Europa -que absorbe un un tercio de su producci¨®n- las ventas de coches se han estancado, con un aumento de apenas el 0,6%, y las previsiones apuntan a un descenso este a?o. En Estados Unidos -que absorbe la mitad de las ventas de Lear junto con Canad¨¢- se prev¨¦ una ca¨ªda de las ventas de coches del 10% al 15% en este ejercicio.

Tinkle se encarga de la prensa, y el bufete Abella de la defensa jur¨ªdica de la compa?¨ªa

Lear no ha entregado a¨²n a la Generalitat la preceptiva petici¨®n de cierre

Los ingresos totales de Lear bajaron el 3,2%, hasta 13.624,7 millones de d¨®lares (unos 2,5 billones de pesetas). Sus beneficios cayeron espectacularmente, desde 274,7 millones de d¨®lares el a?o 2000 hasta 26,3 millones el a?o pasado. Peor a¨²n: en el ¨²ltimo trimestre de 2001 registr¨® unas p¨¦rdidas de 48,8 millones de d¨®lares (9.300 millones de pesetas).

La multinacional aleg¨® el descenso de los pedidos para cerrar plantas y no ocult¨® su proyecto de trasladar parte de la producci¨®n de Cervera, que fabrica cables el¨¦ctricos para coches, a Polonia. La mayor¨ªa de los trabajadores de Lear en Cervera son mujeres y tienen un sueldo medio de apenas 643 euros (107.000 pesetas al mes), mientras que en Polonia los salarios del sector no llegan a la mitad que en Cervera.

La gesti¨®n de la crisis se organiz¨® a 6.000 kil¨®metros de esa ciudad. En un despacho de la sede central de la multinacional en Southfield (Estados Unidos), el presidente y primer ejecutivo de la compa?¨ªa, Bob Rossiter, tom¨®, rodeado de su equipo, la decisi¨®n de clausurar 21 plantas en el mundo, entre ellas la de Cervera.

En Espa?a, la empresa, que se despliega en las plantas de Cervera, Vigo, Roquetes y Valls, no ha alegado hasta ahora causa econ¨®mica para cerrar. Gan¨® 318 millones de euros (52.900 millones de pesetas) entre los a?os 1992 y 2000. Y aunque no no ha facilitado los resultados del a?o pasado, el comit¨¦ de empresa asegura que la planta de Cervera tuvo unos beneficios de 7,8 millones de euros (1.300 millones de pesetas).

La direcci¨®n espa?ola se ha servido de asesores externos para afrontar la crisis ante el Gobierno catal¨¢n, que tiene competencias para autorizar o denegar el cierre. Tambi¨¦n para dirigirse a los medios de comunicaci¨®n. Antes del verano de 2001, el consejero delegado de Lear en Espa?a, el mexicano Miguel Herrera Lasso, no conoc¨ªa el calado exacto de la crisis y sus consecuencias, pero su casa matriz ya le daba se?ales de alarma y sab¨ªa que tendr¨ªa que tomar medidas dr¨¢sticas. El consejero delegado plante¨® los problemas que se le avecinaban a responsables del Departamento de Industria -que encabeza Antoni Subir¨¤-, seg¨²n distintas fuentes consultadas por EL PA?S. La empresa, por su parte, declina comentar este extremo.

El tiempo apremiaba. Lear acab¨® por contratar, varios meses antes del estallido de la crisis, los servicios de la consultora Europraxis. ?sta es una de las m¨¢s grandes compa?¨ªas del sector de capital espa?ol, pero por norma declina publicitar el nombre de sus clientes. Desde final del a?o pasado, el due?o de Europraxis es Indra. En Europraxis, con oficinas en Barcelona y Madrid, trabaja Josep Pujol Ferrusola, hijo del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. ?ste y otros directivos fueron antes socios de la empresa, pero el 1 de enero de 2002 quedaron como ejecutivos tras vender sus acciones a Indra. 'Europraxis hizo trabajos de consultor¨ªa estrat¨¦gica aconsejando los pasos a seguir por Lear, aunque es la direcci¨®n de ¨¦sta la que toma las medidas', asevera una fuente que conoce la pr¨¢ctica de la relaci¨®n comercial entre Lear y Europraxis. Qu¨¦ planteaban y para qu¨¦ sirvieron los informes de esta consultora es algo a¨²n ignoto. Josep Pujol afirma a EL PA?S que se ha 'abstenido de realizar gestiones respecto al asunto Lear' y subraya que, tras vender sus acciones a Indra, ahora es 's¨®lo un empleado' de la empresa.

A finales de 2001, previamente al estallido de la crisis, Lear tante¨® a algunas empresas de comunicaci¨®n empresarial y, tras barajar al menos dos ofertas, acab¨® contratando los servicios de la empresa Partners Comunication Consulting, dirigida por Ignacio Rufin. Esta empresa se encarga de la relaci¨®n de Lear con la prensa y, a su vez, subcontrat¨® a la sociedad Tinkle, especializada tambi¨¦n en comunicaci¨®n con los medios, para que le ayudara en el caso Lear. Tinkle est¨¢ dirigida por Xavier Curtichs, tiene oficinas en Barcelona y Madrid, y emplea a una veintena de personas. Curtichs tambi¨¦n asesora en materia de comunicaci¨®n al conseller en cap, Artur Mas, 'tras ganar el correspondiente concurso', explica su director. Tambi¨¦n ha trabajado para el Ayuntamiento de Barcelona, en la comunicaci¨®n del F¨®rum 2004.

Lear contrat¨® asimismo los servicios de un gabinete jur¨ªdico para que se ocupara de sus asuntos legales. Se trata del despacho de la letrada Mar¨ªa Jos¨¦ Abella, representante legal de la empresa ante la Generalitat.

La compa?¨ªa no ha presentado a¨²n la documentaci¨®n que exige la ley para justificar el cierre de la planta. La patata caliente la tiene el Departamento de Trabajo de la Generalitat. La norma fija un mes para que la Administraci¨®n auton¨®mica resuelva y la empresa dispone de 15 d¨ªas adicionales, si no acepta la decisi¨®n, para recurrir a los tribunales. Pero el calendario a¨²n no se ha acelerado. Tres semanas despu¨¦s de estallar la crisis, ¨¦sta parece empantanada. La empresa s¨®lo ratifica lo que decidi¨® hace tiempo la c¨²pula de la multinacional. Y el mensaje a los trabajadores permanece inalterable desde el 8 de febrero: 'La planta de Cervera quedar¨¢ cerrada'.