Cuentacuentos
Me gustar¨ªa contarles un cuentecillo que tiene por protagonista al mul¨¢ Nasrud¨ªn aunque s¨®lo sea para quit¨¢rselo un rato a Paulo Coelho que lo tiene secuestrado so pretexto de empastelarnos con no s¨¦ que clase de sabidur¨ªa que parece muy profunda aunque s¨®lo venda. Y bien. Cierto d¨ªa el mul¨¢ Nasrud¨ªn se acerc¨® al mar. No lo hab¨ªa visto en su vida y se qued¨® muy sobrecogido por aquel espect¨¢culo de las olas alz¨¢ndose imponentes hacia el cielo para caer poderosamente levantando monta?as de espuma en medio de un ruido ensordecedor. Aprovechando que la ola se retiraba, Nasrud¨ªn tom¨® raudo un poco de agua en la mano y la prob¨® para escupirla inmediatamente y decir: 'Pensar que es algo con tantas pretensiones y no vale la pena beberla'. El cuento viene a cuento y que ni pintado, que es la forma en que mejor vienen los cuentos a cuento, para explicar las ¨ªnfulas y pretensiones de otra clase de mar que mete miedo e impone pero no sirve para nada.
Se trata de ETA, claro. Sus primos irlandeses del IRA se decidieron a dejar las armas cuando vieron que no pod¨ªan conseguir nada. Por encima de tacticismos y tentadoras aventuras b¨¦licas, concluyeron que todo quedaba en espuma y que el agua no era buena para beber; vamos, que no estaban consiguiendo ninguno de sus objetivos. ETA deber¨ªa tomar nota de sus primos porque, de acuerdo, podr¨¢ seguir presionando hasta conseguir que muchos desistan o se vayan, pero ?qu¨¦ pretende con ello? Por ese camino tendr¨ªa que matar y atemorizar hasta que Euskadi se quedara vac¨ªa o, al menos, hasta que se quedase con quien quisieran ellos. Y no parece una estrategia muy sensata. Aunque sea la ¨²nica que en realidad le reste, puesto que est¨¢ consiguiendo justo lo contrario a lo que predica y quiere. Por ejemplo, la presi¨®n al PSE-EE para que no se acerque al PNV est¨¢ produciendo... acercamiento, y hoy se puede hablar de un esbozo de acuerdo a tres bandas donde entrar¨ªa incluso el PP.
Claro que, para eso, ha tenido que haber mucha muerte y un agobio que el partido en el gobierno ha sentido como insoportable, tanto porque ya no pod¨ªa pasar por alto el clamor ciudadano reflejado en votos, quejas, iniciativas c¨ªvicas y sondeos, como porque ha visto qu¨¦ puede ser el marcaje contra los suyos en localidades como Azpeitia y Zum¨¢rraga, es decir a pie de obra. Asimismo, el propio Gobierno vasco ha recibido un ba?o de realpolitik al comprobar c¨®mo desde Europa se le dec¨ªa que sus intentos de estar en Bruselas deb¨ªan pasar por Madrid, en claro anuncio de que con independencia no habr¨¢ UE, y al percibir lo amarga que pod¨ªa resultar una pr¨®rroga del Concierto, habida cuenta de que no s¨®lo repercut¨ªa muy gravemente en los presupuestos sino porque causaba tambi¨¦n un desconcierto social rayano en el rechazo. Parece que el PNV ha experimentado el fr¨ªo que reina en las cumbres cuando uno se echa al monte. Y todo por haber hecho seguramente caso a la sibila particular que tiene ETA y que augur¨® que ser¨ªa bueno para el pa¨ªs la concentraci¨®n de los nacionalistas en torno a la independencia, omitiendo que una vez conseguida llegar¨ªa el momento de deshacerse de la mitad.
?Y con Madrid? ETA s¨®lo ha conseguido aumentar la firmeza con que se le combate pol¨ªtica y policialmente, por lo que ya puede ir abandonando cualquier esperanza. De hecho est¨¢ consiguiendo la ilegalizaci¨®n de Batasuna. Aunque sea un error. Porque nadie ilegaliza, se ilegaliza uno solito cuando incumple la ley. Egibar, que parece obligado a defender un papel, ya ha dicho que la posible ilegalizaci¨®n dejar¨¢ sin referencia a 200.000 votantes, pero calla que dichos votantes ya tienen como referente a Aralar o a ellos mismos, sin contar con que Batasuna podr¨ªa volver a deshacerse para reinaugurarse desde la no violencia, produciendo una criba que dejar¨ªa fuera a los escasos y verdaderos cerriles. Se ha dicho que la ilegalizaci¨®n promover¨ªa un cierre de filas. Pero, ?en torno a qu¨¦? ?Al vaciamiento? ?A una estrategia de insurrecci¨®n que no tienen futuro? Cuando Alemania se hund¨ªa, Hitler encargaba a una industria inexistente que fabricara armas imaginarias mientras exig¨ªa una pol¨ªtica de tierra quemada y el machacamiento de un pueblo que, seg¨²n ¨¦l, no le merec¨ªa.
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