La autotransfusi¨®n es el fraude de moda
Regresa una forma m¨¢s refinada, e indetectable, de una t¨¦cnica de dopaje de los a?os setenta
Una vieja pr¨¢ctica del dopaje, la autotransfusi¨®n de sangre, es el ¨²ltimo grito entre los deportistas de fondo y resistencia que pretenden mejorar sustancialmente su rendimiento sin ser detectados en los controles que ahora determinan la presencia de sustancias como la darbepoietina, derivado de la eritropoietina (EPO) que apareci¨® en la orina del esquiador espa?ol Johann Muehlegg. La autotransfusi¨®n actual tiene ciertas variantes que afinan la mejora del rendimiento con respecto al m¨¦todo que utilizaron los fondistas finlandeses en los a?os setenta y muchos ciclistas en los ochenta. Del repunte de esta t¨¦cnica se hablaba en voz baja, pero una noticia parece seguir el rastro de la autotransfusi¨®n en los recientes Juegos Ol¨ªmpicos de Salt Lake City: en el chal¨¦ del equipo austriaco de esqu¨ª de fondo han aparecido jeringas y material de transfusi¨®n.
En estos momentos puede que haya m¨¢s de uno y m¨¢s de 100 deportistas en todo el mundo poni¨¦ndose una inyecci¨®n de EPO. Dentro de seis o siete d¨ªas su sangre comenzar¨¢ a notar los beneficios. Poco a poco, su hematocrito (porcentaje de gl¨®bulos rojos sobre el total) crecer¨¢ y, con el a?adido de un poco de hierro y ¨¢cido f¨®lico, tambi¨¦n aumentar¨¢ la hemoglobina. Tendr¨¢n una sangre rica.
La necesitan as¨ª aunque no vayan a competir pronto y se dediquen s¨®lo a entrenarse. Est¨¢n preparando un dopaje a largo plazo: la quieren rica porque dentro de aproximadamente diez d¨ªas proceder¨¢n a extraer casi medio litro (450 mililitros, la medida llamada unidad en hematolog¨ªa); luego, la centrifugar¨¢n, separando la parte s¨®lida, los gl¨®bulos rojos, de la l¨ªquida en la que nadan, el plasma. ?ste, rico en prote¨ªnas, se lo reinyectar¨¢n por la vena, pero los gl¨®bulos los guardar¨¢n en una bolsa y los colocar¨¢n en una nevera a una temperatura de entre 4 y 12 grados. A la semana siguiente repetir¨¢n la operaci¨®n de extracci¨®n, reinyecci¨®n y refrigeraci¨®n. Lo volver¨¢n a hacer siete d¨ªas m¨¢s tarde. Despu¨¦s se inyectar¨¢n de nuevo la EPO para recuperar los niveles ca¨ªdos con la p¨¦rdida de sangre y, tras dos o tres semanas, volver¨¢n a estar preparados para otra extracci¨®n. Habr¨¢n completado as¨ª la primera fase de la autotransfusi¨®n.
La segunda fase se desarrollar¨¢ al cabo de unas semanas, en la competici¨®n. El concentrado de sangre se puede conservar refrigerado cuatro meses, si no se rompe la cadena del fr¨ªo. Cuatro o cinco d¨ªas antes de la competici¨®n, el deportista se transfundir¨¢ su sangre, transportada en una nevera de hielos y conservada en el minibar de su hotel por las noches. Ya no necesitar¨¢ la EPO ni la nueva EPO, la darbepoietina, que ya no pasa los controles. Normalmente, se introducir¨¢n tres unidades en una operaci¨®n lenta y sencilla: un pinchazo en la vena, una bolsa suspendida y un aparato de gota a gota. En menos de dos horas un organismo sano y fuerte puede haber asumido casi litro y medio.
Los beneficios para el rendimiento los notar¨¢ de inmediato y persistir¨¢n un par de semanas. Un estudio cl¨¢sico del sueco Berglund explicaba en 1987 que tres horas despu¨¦s de la reinfusi¨®n de tres unidades de sangre unos esquiadores de fondo lograban en una prueba de 15 kil¨®metros un tiempo un 6% inferior al que consegu¨ªan antes; dos semanas despu¨¦s la mejora era del 4%.
Pasos contra zancadas
La lucha contra el dopaje en Salt Lake luci¨® la cara del ¨¦xito con la detecci¨®n por primera vez de la NESP, la mol¨¦cula milagrosa que multiplica las posibilidades de la EPO, pero tambi¨¦n mostr¨® la imagen de la resignaci¨®n: a todo paso en la detecci¨®n le corresponde una zancada doble de los deportistas tramposos y aquellos m¨¦dicos c¨®mplices del fraude. El hallazgo en el chal¨¦ del equipo austriaco de bolsas con restos de sangre y material para transfusiones confirma todos los temores.
El ciclismo, uno de los deportes en que mayor ventaja cobra el uso de productos que mejoran el transporte de ox¨ªgeno por la sangre, ya estaba al tanto del resurgir de las autotransfusiones. 'Est¨¢n m¨¢s extendidas que la EPO, la NESP y las nuevas mol¨¦culas de biotecnolog¨ªa', dicen voces conocedoras de la situaci¨®n.
La Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI) ha enviado una carta a los corredores advirti¨¦ndoles de que pronto empezar¨¢n a buscar las autotransfusiones en los an¨¢lisis de sangre, aunque saben que es una lucha casi imposible. 'S¨®lo podr¨ªamos conseguir indicios indirectos de autotransfusi¨®n, como la alta edad media de los hemat¨ªes de los tramposos o la proliferaci¨®n de gl¨®bulos rojos, aunque este problema tambi¨¦n lo pueden producir otras causas', reconoce Mario Zorzoli, de la comisi¨®n de higiene y salud del ciclista; 'as¨ª que el aviso que hemos lanzado a los ciclistas es meramente preventivo, record¨¢ndoles que est¨¢ prohibido'.
Antes de que se extendieran los rumores sobre el hallazgo de bolsas con restos de sangre en las habitaciones registradas por la polic¨ªa durante la redada de San Remo, en el Giro pasado, las autoridades ciclistas ve¨ªan venir la avalancha, observaban en los an¨¢lisis un porcentaje alto de hematocrito y hemoglobina, pero bajo de reticulocitos, los gl¨®bulos j¨®venes que se?alan un uso reciente de la EPO. Luego, en los an¨¢lisis de orina de los sospechosos no detectaban la EPO.
Visto lo visto, la UCI cambiar¨¢ su estrategia: ahorrar¨¢ dinero realizando menos controles durante la competici¨®n, circunstancia en que es muy complicado cazar a un tramposo, e invertir¨¢ m¨¢s fondos en los an¨¢lisis por sorpresa fuera de ella, fuera incluso de la temporada: ser¨¢ la ¨²nica forma de encontrar a los que utilizan la EPO para proceder despu¨¦s a una autotransfusi¨®n.
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