Una EPO c¨®moda y muy cara
Una dosis de NESP mantiene sus efectos durante una semana, pero cuesta unos 1.000 euros en el mercado de Internet
Lo mejor de la NESP (darbepoetina o Aranesp, marca registrada) es su comodidad. La antigua EPO, el producto que revolucion¨® el concepto de dopaje y marc¨® el desarrollo de los deportes de resistencia en la d¨¦cada pasada, era buena pero engorrosa. El deportista que la utilizaba deb¨ªa ir a todas partes con su neverita, sus jeringuillas y, los m¨¢s precavidos, con su coulter, con la m¨¢quina para medir el hematocrito para no pasarse, para no poner en peligro su salud. Para mantener un nivel alto de hemoglobina y hematocrito y, con ello, una capacidad m¨¢s alta de rendimiento necesitaba una dosis cada dos d¨ªas. Ello, adem¨¢s, provocaba incertidumbres, cambios s¨²bitos en los niveles hem¨¢ticos. Problemas.
La NESP est¨¢ fabricada con ingenier¨ªa gen¨¦tica en las c¨¦lulas de los ovarios de h¨¢msters
La cuesti¨®n empez¨® a cambiar mediado el a?o 2000. Cuando a¨²n las autoridades deportivas discut¨ªan sobre la mejor forma de instaurar controles de EPO, los grandes laboratorios ya empezaron a lanzar al mercado nuevas EPO, la EPO retard y cosas as¨ª. Y en marzo de 2001 lleg¨® la mejor noticia: los laboratorios Amgen hab¨ªan logrado que las autoridades sanitarias europeas autorizaran la salida al mercado de Aranesp, del NESP, de la nueva EPO. En septiembre, la autorizaci¨®n para el mercado de Estados Unidos. Simult¨¢neamente, la buena nueva y el producto ya corr¨ªan por las competiciones.
Al deporte hab¨ªa llegado la EPO c¨®moda, m¨¢s controlable por el deportista, m¨¢s sencilla de utilizar. Un pinchazo a la semana, inluso cada 15 d¨ªas, y basta. La hemoglobina y el hematocrito, en el nivel deseado ocho d¨ªas despu¨¦s de la primera administraci¨®n. Y sin cambios bruscos, sospechosas subidas y bajadas. Adi¨®s al coulter. Tambi¨¦n, a las bolsas de sueros, de expansores de plasma, a los remedios caseros para bajar el nivel de hematocrito en v¨ªsperas de la llegada de los controladores de sangre.
La mejora tambi¨¦n se notaba en el ¨¢mbito de la lucha contra los an¨¢lisis antidopaje. Dado que el m¨¦todo de detecci¨®n en orina s¨®lo es capaz de oler la EPO administrada dos o tres d¨ªas antes del an¨¢lisis, a menor necesidad de pinchazos menor posibilidad de positivo.
Pero el nuevo producto tiene una contrapartida, el precio. La NESP es un producto caro porque est¨¢ producido mediante ingenier¨ªa gen¨¦tica, con tecnolog¨ªa de ADN recombinante, fabricado en las c¨¦lulas de los ovarios de h¨¢msters chinos hembra. El laboratorio fabricante, Amgen, ha logrado con ella gran parte del mercado blanco, del hospitalario, donde la NESP est¨¢ sustituyendo a la EPO en el tratamiento de las anemias provocadas por un fallo renal cr¨®nico. Pero tambi¨¦n con la NESP est¨¢ empezando a dominar el mercado negro. Aunque las farmacias de medio mundo son cada vez m¨¢s estrictas y dificultan al m¨¢ximo la venta de productos prohibidos, a¨²n queda Internet, hay empresas de venta por cat¨¢logo. Un vial de Aranesp 200 mcg/ml, la NESP m¨¢s potente, vale 910 d¨®lares, unos 1.000 euros. Y eso es mercado legal, no negro. La NESP es, por tanto, la EPO de los deportistas ricos. No todos los esquiadores pueden gastarse 600.000 pesetas al mes s¨®lo en un producto.
Pero, si r¨¢pida fue la difusi¨®n de la NESP en las competiciones, r¨¢pida ha sido tambi¨¦n, por una vez, la respuesta de las autoridades deportivas, de los encargados de la lucha antidopaje, de la nueva Agencia Mundial Antidopaje (AMA), presidida por el canadiense Dick Pound.
En cuanto tuvieron noticias del lanzamiento de Aranesp hablaron con los dirigentes del laboratorio Amgen para solicitarles la inclusi¨®n de un marcador en el producto, una mol¨¦cula trazadora, una se?al que proclamara su presencia en el organismo. Amgen se neg¨®, pero la AMA no cej¨®. Puso en marcha el proyecto Siab (Science and Industry against Blood Doping, Ciencia e Industria contra el Dopaje de Sangre), con investigadores australianos, franceses, chinos, noruegos y estadounidenses. En su programa, investigaci¨®n de nuevos m¨¦todos de detecci¨®n y la puesta en marcha del pasaporte hematol¨®gico, similar al que ya se estila en ciclismo, donde figuran los par¨¢metros hematol¨®gicos de los deportistas durante varios a?os.
En noviembre pasado, el AMA lanz¨® la voz de alarma p¨²blica. Los medios de Europa se hicieron eco. Reportajes sobre la NESP, sobre la ¨²ltima frontera del dopaje, sobre el nuevo peligro. Expertos italianos exhibieron sus sospechas de que en el Giro pasado, el que cort¨® la polic¨ªa con la redada de San Remo, algunos de los corredores, incluido el l¨ªder del momento, Dario Frigo, llevaran NESP en sus maletas.
Y en febrero, s¨®lo 11 meses despu¨¦s del lanzamiento del producto, el primer positivo detectado; quiz¨¢s la mejor noticia de la lucha antidopaje en los ¨²ltimos a?os, una buena noticia aunque el deportista controlado haya sido Johann Muehlegg, un espa?ol. Por primera vez se queda sin valor el pesimista lema de la lucha antidopaje: 'Los ladrones siempre van m¨¢s r¨¢pido que los polic¨ªas. Cuando se detecta una sustancia, ya est¨¢ en el mercado otra mejor'.
Quiz¨¢s se logre as¨ª frenar la difusi¨®n de la NESP en el deporte. Ya no tendr¨¢ el certificado ¨²nico de indetectable, la caracter¨ªstica que la hac¨ªa apetecible, la que justificaba el gasto.
Sin embargo, a¨²n qudan pesimistas. Muchos. Los especialistas ya est¨¢n recordando que el NESP, en efecto, no es la ¨²ltima frontera del dopaje, ni siquiera la ¨²ltima frontera de la EPO, de los m¨¦todos de dopaje sangu¨ªneo. En pruebas, ya a punto de salir al mercado, fabricada por los potent¨ªsimos laboratorios Aventis, est¨¢ la ultim¨ªsima generaci¨®n de la EPO, la conocida como GA-EPO, la eritropoietina activada gen¨¦ticamente. Y tambi¨¦n se habla del RF 1010, una hormona que puede activar la formaci¨®n de todo tipo de gl¨®bulos.
Los pesimistas tambi¨¦n recuerdan que a¨²n no se puede detectar la hormona del crecimiento, quiz¨¢s la sustancia m¨¢s extendida por sus capacidades anabolizantes, ni otras sustancias an¨¢logas.
Y todav¨ªa hay m¨¢s. Mientras se sigue hablando del posible abuso de perfluorocarbonos y de hemoglobinas sint¨¦ticas en el deporte, sustancias terribles, de efectos secundarios incontrolables, en el horizonte aparece, cada vez m¨¢s cerca, la que quiz¨¢s s¨ª que sea la ¨²ltima frontera, el dopaje gen¨¦tico, la fabricaci¨®n de campeones en probetas. Atletas m¨¢s veloces gracias, simplemente, a un gen inyectado que desarrolla las fribras ultrarr¨¢pidas de los m¨²sculos, y s¨®lo ¨¦sas. Atletas m¨¢s altos, deportistas m¨¢s resistentes. Deportistas artificiales.
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