La monta?a de la ciudad
Barcelona impulsa la definitiva conversi¨®n de Montju?c en un gran parque de ocio, cultura y deporte
Una suave brisa de optimismo acaricia Montju?c. Tras a?os de incuria municipal, de soledad y desamparo, los gestores de las instituciones ubicadas en la monta?a dicen haber encontrado en el Centro Gestor del Parque de Montju?c a 'alguien con quien hablar'. El resultado se ver¨¢, como pronto, a medio plazo, pero la decisi¨®n municipal de instaurar un ¨®rgano rector es ya, en s¨ª misma, 'una buena noticia' para quienes se enfrentan a la tarea de gestionar los equipamientos deportivos, culturales, econ¨®micos y de ocio dispersos por la monta?a. Habr¨¢ que ver, en los pr¨®ximos meses, en qu¨¦ medida se transforman en realizaciones concretas las demandas y sugerencias que los representantes de operadores tan importantes como la Fira de Barcelona, el Poble Espanyol, la Fundaci¨®n Mir¨®, el Museo Nacional de Arte de Catalu?a y Barcelona Promoci¨® -empresa que gestiona las instalaciones ol¨ªmpicas- presentan durante las sesiones de trabajo que, con regular periodicidad, convocan los responsables del Centro Gestor.
Los accesos, la movilidad interna y la seguridad atenazan el desarrollo del parque
No se sabe cu¨¢ntas personas van al parque cada a?o. Se habla de 12 o 13 millones
El gran problema pendiente es el metro, pero ni la Generalitat ni el Gobierno han dicho nada
Fruto de este todav¨ªa incipiente di¨¢logo es la aparici¨®n de una revista, de car¨¢cter mensual, o la convocatoria de un concurso para la creaci¨®n de un logotipo que podr¨¢ ser usado por cada uno de los operadores ubicados en el parque y en las campa?as y operaciones de promoci¨®n del conjunto de la monta?a que se prev¨¦ llevar a cabo. El concurso ya ha sido fallado y el logotipo se dar¨¢ a conocer en las pr¨®ximas semanas.
Pero la revista o el logotipo son logros menores si se comparan con los graves problemas que atenazan a la monta?a de Montju?c, y que los operadores consultados, en un esfuerzo de s¨ªntesis, agrupan en dos grandes apartados: accesos y movilidad, por una parte, y seguridad, por otra.
Existen, es evidente, otros problemas, de limpieza, de recogida de residuos, de se?alizaci¨®n, pero su soluci¨®n siempre ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil que la de los que ata?en a la comunicaci¨®n de la monta?a con el resto de la ciudad y a la movilidad en el interior del parque. Entre otras razones porque estos ¨²ltimos exigen una planificaci¨®n, un presupuesto y un plazo de ejecuci¨®n much¨ªsimo mayores y, para determinados aspectos, reclaman adem¨¢s el concurso de varias administraciones, circunstancia que casi nunca contribuye a que los asuntos se resuelvan con rapidez y diligencia. Ah¨ª est¨¢ el ejemplo del Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC), que s¨®lo ahora, 12 a?os despu¨¦s de iniciarse las obras, ha podido anunciar la fecha (abril de 2004) en la que, si no surgen nuevos inconvenientes, dar¨¢ por concluido su ambicioso proyecto de reforma.
Una parte de los grandes problemas mencionados encontrar¨¢ soluci¨®n, o al menos eso se pretende, con el desarrollo del llamado Plan Director de Montju?c, en cuya redacci¨®n trabaja el Centro Gestor del parque. Un primer fruto de la elaboraci¨®n de este plan ha sido la convocatoria de un concurso -que se fallar¨¢ el pr¨®ximo verano- para la ordenaci¨®n de las llamadas cotas altas -desde el estadio ol¨ªmpico hasta la cima- que debe incluir, adem¨¢s, una propuesta para la mejora de los accesos y de la movilidad interna.
No existen datos fiables sobre el n¨²mero de personas que acuden anualmente a Montju?c ni sobre qu¨¦ medios utilizan para llegar hasta all¨ª o para moverse por el interior del parque. Sin embargo, se acepta entre los medios consultados -operadores y administraci¨®n- que la cifra anual de visitantes oscila entre 12 y 13 millones de personas. Una parte de ellas acude al parque de forma regular -trabajadores, visitantes de museos, usuarios de instalaciones deportivas, paseantes...- y el resto lo hace de forma extraordinaria -con ocasi¨®n de espect¨¢culos deportivos, grandes conciertos...-. Sea con car¨¢cter regular o extraordinario, alrededor de la mitad de las personas que acceden al parque lo hacen en un veh¨ªculo privado -coche, motocicleta o taxi- y otras muchas (en una proporci¨®n que oscila entre el 26% y el 31%) llegan a pie. Las que usan el transporte p¨²blico -autob¨²s urbano, bus tur¨ªstico, autocar o funicular- son, por tanto, minor¨ªa, aunque entre los visitantes ocasionales la aversi¨®n a los medios colectivos parece menor que entre el resto.
Uno de los objetivos del Plan Director es el de modificar de una forma radical este estado de cosas, especialmente en lo que concierne al uso del veh¨ªculo privado en el interior del parque. Por este motivo, el proyecto de ordenaci¨®n de las cotas altas -el que, como se ha dicho, se fallar¨¢ en verano- incluye la mejora de la conexi¨®n entre la ciudad y la monta?a, con la b¨²squeda de soluciones que diluyan los efectos de la invasi¨®n por la Fira -durante no menos de 45 d¨ªas al a?o- del acceso monumental de la avenida de la Reina Mar¨ªa Cristina y con la ampliaci¨®n o mejora de las llamadas Puerta Delta (en la calle del Foc) y Puerta Cerd¨¤ (en la calle de la Mineria). Necesariamente, seg¨²n fuentes municipales, cada uno de estos accesos habr¨¢ de tener 'facilidad de interconexi¨®n con el transporte p¨²blico, aparcamiento vigilado -para coches y autobuses- y un peque?o centro de servicios e informaci¨®n'. Aunque aplicando el mismo modelo, la conexi¨®n de Montju?c con el puerto y las Drassanes ser¨¢ objeto de un concurso aparte -no convocado a¨²n- con la idea de recuperar la soluci¨®n ideada en su d¨ªa por el arquitecto Forestier, utilizando ahora, para salvar el fuerte desnivel, ascensores y escaleras mec¨¢nicas. El plan director, por ¨²ltimo, buscar¨¢ la forma de mejorar la conexi¨®n de la monta?a con el Poble Sec, reordenando -ya se trabaja en ello- los barrios de La Sat¨¤lia y Primavera. Esta mejora general de los accesos habr¨¢ de tener, para que resulte plenamente eficaz, el complemento de un sistema de movilidad interna tan vers¨¢til, c¨®modo y puntual que induzca al visitante a prescindir del veh¨ªculo particular. Para alcanzar este objetivo -de consecuci¨®n nada f¨¢cil, desde luego- se prev¨¦ constituir un doble sistema de circulaci¨®n interna a partir de los aparcamientos situados a las puertas del parque, uno basado en el transporte p¨²blico, aprovechando los viales ya existentes, y otro que estimule el paseo o la peque?a marcha a pie, con la mejora o recuperaci¨®n de los m¨²ltiples caminos existentes en la monta?a, orden¨¢ndolos para facilitar su tr¨¢nsito en sentido descendente.
Quedar¨¢ pendiente, para la definitiva vinculaci¨®n de la monta?a a la ciudad, la anexi¨®n a la red del metro. Pero eso son palabras mayores, y pronunciarlas o no, no corresponde s¨®lo al Ayuntamiento; sobre ello tienen que decir, y mucho, el Gobierno central y el de la Generalitat, a los que corresponde financiar la proyectada prolongaci¨®n de la l¨ªnea 2 desde el Paral.lel hasta el nuevo recinto ferial de la Gran Via, pasando precisamente por el subsuelo de Montju?c, donde se prev¨¦n dos estaciones: una en las inmediaciones de la Fuente M¨¢gica y otra en el entorno del INEFF. Pero, hasta ahora, ni el Gobierno central ni el de la Generalitat han dicho ni mu.
En casa del herrero...
En casa del herrero, cuchillo de palo. Viene esto a cuento de lo que ocurre en Montju?c, entre cuya n¨®mina de inquilinos figura la sede central de la Guardia Urbana y donde la falta de seguridad, al decir de los principales operadores, constituye un grave problema. Pero, a diferencia de lo que ocurre con los accesos y la movilidad, el Ayuntamiento no ha trazado ning¨²n plan para acabar con la inseguridad que, en opini¨®n de los usuarios, reina en el parque. No lo ha hecho ni prev¨¦ hacerlo en el futuro, al menos a corto plazo. 'Montju?c forma parte de Barcelona, y Barcelona de Catalu?a, y Catalu?a de Espa?a. Pues bien: las mismas instituciones a las que compete la seguridad de Espa?a, de Catalu?a y de Barcelona, deben ocuparse tambi¨¦n de la seguridad de Montju?c'. El Ayuntamiento no tiene respecto de la seguridad de Montju?c m¨¢s receta que la que expresa esta frase, pronunciada por un alto cargo, electivo, de primer¨ªsimo nivel. Se propone, eso s¨ª, desarrollar algunas medidas preventivas, como la mejora del alumbrado p¨²blico, y estudia la forma de promover alg¨²n tipo de colaboraci¨®n entre los servicios privados de seguridad que posee la mayor¨ªa de los operadores. No se trata, advierte la misma fuente, de propiciar que todos los operadores contraten estos servicios con una misma empresa, ni de que se organice una polic¨ªa paralela, sino de que, aun siendo de empresas distintas, exista entre estos servicios alg¨²n tipo de comunicaci¨®n.
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