El Ej¨¦rcito espa?ol completa el despliegue de 350 soldados en la fuerza de paz de Afganist¨¢n

El Ej¨¦rcito espa?ol complet¨® ayer el despliegue del contingente estacionado en Afganist¨¢n con la llegada de los ¨²ltimos 65 de los m¨¢s de 350 soldados que lo forman al aeropuerto militar de Kabul, donde aterrizaron a las seis menos cuarto de la ma?ana, hora espa?ola, en un avi¨®n H¨¦rcules C-130, acompa?ados del ministro de Defensa, Federico Trillo, quien, adem¨¢s de visitar a las tropas espa?olas de la Fuerza Internacional para la Seguridad en Afganist¨¢n (ISAF), curs¨® una invitaci¨®n para que el presidente provisional del pa¨ªs, Hamid Karzai, visite Espa?a.

'Kabul era un basti¨®n de la tiran¨ªa y el terrorismo y ahora ha sido entregada a sus ciudadanos', se?al¨® Trillo en el cuartel que las tropas de ingenieros tienen en las afueras de la capital afgana. El ministro espa?ol destac¨® la impresi¨®n que le hab¨ªa provocado la desolaci¨®n vista en la ciudad, desde la que ayer se pod¨ªan divisar las estelas de los bombarderos B-52 que se dirig¨ªan a atacar las posiciones talibanes en el sureste del pa¨ªs. 'El r¨¦gimen talib¨¢n lo ha dejado machacado', se?al¨® Trillo, quien a?adi¨® que la Operaci¨®n Libertad Duradera no es una acci¨®n b¨¦lica, 'sino una serie de operaciones contra el terrorismo'.

Una hora antes hab¨ªa sido recibido en el palacio presidencial de Kabul por el ministro de Defensa Mohamed Fahim -Karzai se encuentra de viaje en el extranjero-, quien elogi¨® la labor de los soldados espa?oles, y especialmente la realizada por los equipos de desminado y los m¨¦dicos. ?stos ¨²ltimos se convirtieron en protagonistas de la jornada al decidir el traslado del ni?o Abil Basur, que sufre un linfoma muy avanzado, a Madrid para recibir tratamiento. El ni?o, de 10 a?os, viajar¨¢ a la capital espa?ola hoy, en el mismo avi¨®n en el que regresar¨¢ Trillo a Madrid.

El ministro pudo comprobar en persona los efectos del c¨¢ncer en el ni?o en la Unidad de Apoyo al Despliegue del Ej¨¦rcito del Aire (UMAD), situada en la base de Bagram, a unos 50 kil¨®metros al sur de Kabul. Se trata de una pista construida por los sovi¨¦ticos en los a?os ochenta, junto a la que hay en la actualidad unas 300 casas de adobe en las que no existen las m¨ªnimas condiciones de salubridad y 'con innumerables ni?os dentro', en palabras de Trillo.

Abil Basur estuvo ayer en el hospital de campa?a espa?ol y all¨ª asisti¨® una 'consulta m¨¦dica virtual' desde Madrid. En un peque?o monitor, y en tiempo real, estaban los generales L¨®pez Miranda, Ortiz y Navarro, directores, respectivamente, del hospital militar G¨®mez Ulla de Madrid, de la Sanidad Militar y de la Sanidad del Ej¨¦rcito del Aire. Los m¨¦dicos pudieron observar en directo al peque?o paciente, consultar con el teniente coronel Borobia -que es el cirujano que practic¨® una biopsia a Abil la semana pasada- y estudiar las radiograf¨ªas que les eran mostradas desde Bagram. 'El ni?o necesita quimioterapia y radioterapia, de lo contrario los tumores seguir¨¢n creciendo y en cuesti¨®n de meses lo asfixiar¨¢n', se?al¨® Borobia poco despu¨¦s.

Junto a Abil se encontraba su padre y el ministro de Defensa, quienes se retiraron a charlar en privado para ultimar los detalles del traslado del ni?o, a quien acompa?ar¨¢n su padre y un t¨ªo. El resto de la familia seguir¨¢ viviendo en una aldea convertida en los meses de lluvia en un barrizal.

Precisamente son las extremas condiciones de pobreza, junto a la existencia de violencia en todo el pa¨ªs, las que m¨¢s retraen a los refugiados a la hora de volver, seg¨²n confirman las organizaciones humanitarias. Adem¨¢s, a la falta de expectativas se une la falta de experiencia a la hora de emprender negocios que sean m¨ªnimamente viables. Por ello, existe un programa internacional que intenta que tambi¨¦n regresen personas con recursos y experiencia, una especie de retorno de cerebros, que ponga en pie una estructura civil barrida completamente del pa¨ªs por m¨¢s de 20 a?os de guerra. Los responsables del proyecto, respaldado por la Organizaci¨®n Internacional de Migraciones, se?alan que la mayor¨ªa de las personas que han aceptado volver -eso s¨ª, temporalmente-, son hombres de negocios y comerciantes consolidados en los pa¨ªses de acogida, especialmente Pakist¨¢n e Ir¨¢n, aunque lo que impulsar¨ªa realmente la econom¨ªa ser¨ªa la incorporaci¨®n de exiliados en Europa occidental y Estados Unidos.

Para Abdul Anwar, propietario de un nov¨ªsimo hotel acondicionado en pocas semanas en el centro de Kabul, la reconstrucci¨®n del pa¨ªs es, en gran parte, cuesti¨®n de que las personas formadas en el extranjero 'vuelvan a echar una mano'. Anwar destaca por sus modales occidentales y su perfecto acento de New Jersey, donde creci¨®. Tambi¨¦n lo es por la seriedad con la que lleva su establecimiento, que ha dado trabajo a m¨¢s de una veintena de kabul¨ªes. 'Es un buen negocio, pero duro'. Sin embargo, el joven empresario no menciona que la inversi¨®n realizada es much¨ªsimo menos costosa que en cualquier otro lugar del mundo y que los clientes, siempre extranjeros, pagan en d¨®lares y no en la d¨¦bil moneda local, el afgani.

El programa para el regreso de los afganos trata, adem¨¢s, de evitar que, al igual que sucede en otros conflictos, los nacionales que decidan regresar lo hagan trabajando para organizaciones internacionales, que pagan unos salarios much¨ªsimo m¨¢s altos que los locales. Para ello complementa hasta con 200 d¨®lares (230 euros) al mes el sueldo de afganos llegados del extranjero contratados por la incipiente Administraci¨®n local.