'Tengo poco car¨¢cter'

Juan Carlos Valer¨®n se sent¨ªa ayer como si fuese a jugar un partido cualquiera de la Liga. 'Sigues la rutina de siempre y tampoco notas gran diferencia', comentaba con cierta despreocupaci¨®n el centrocampista del Depor, una de las grandes sensaciones del a?o. 'Hasta llegar al estadio y ver las gradas, no me dar¨¦ cuenta de que es una final. Por ahora me siento tranquilo. Ya veremos cuando llegue el momento ...'. Valer¨®n parece que naciera agarrado a una sonrisa que ya nunca le abandon¨®. As¨ª se dibuja el rostro de un tipo apacible que ha alcanzado en el Depor la cumbre de su f¨²tbol y al que no le importa reconocer los defectos que com¨²nmente se le achacan: un car¨¢cter blando y una cierta intermitencia en sus apariciones.

Haga lo que haga a partir de ahora, Valer¨®n, el chico de aspecto l¨¢nguido y de f¨²tbol exquisito, ya ha dejado en esta campa?a varios recuerdos imborrables. Especialmente, dos partidos: uno en Manchester, en octubre, y otro frente al Juventus, la pasada semana, que impresionaron incluso a sus propios compa?eros. 'Si Valer¨®n estuviese en el Madrid, se hablar¨ªa m¨¢s de ¨¦l que de Zidane', aventur¨® el pasado lunes el argentino Duscher, fascinado con el juego del canario.

'No s¨¦ si ser¨¢ mi mejor temporada, pero seguramente es la m¨¢s regular', dice el propio Valer¨®n. Y sin necesidad de preguntarle, confiesa de inmediato: 'Yo soy consciente de que sigo siendo un jugador irregular, pero trato de mejorarlo. No s¨¦ por qu¨¦ me ocurre. No siempre es f¨¢cil mantener la chispa y el ritmo. Hay otros jugadores de mis caracter¨ªsticas a los que le pasa lo mismo. Pero la experiencia me est¨¢ ayudando a superarlo'. Desde peque?o, Valer¨®n siempre ha escuchado el mismo consejo: 'Chaval, te hace falta un poco m¨¢s de mala leche'. 'Ya s¨¦ que tengo poco car¨¢cter', admite de nuevo. 'Pero es dif¨ªcil cambiar la forma de ser. Y yo estoy muy contento de ser como soy. No me parece que eso del car¨¢cter sea lo m¨¢s importante para jugar al f¨²tbol'.

Lo verdaderamente importante para Valer¨®n se resume en una divisa que tiene muy presente: 'Buscar mucho el bal¨®n y dar buenos pases a los compa?eros'. Si hay un defecto que no se pueda achacar al centrocampista canario es el ego¨ªsmo. A veces, su generosidad hasta puede convertirse en un problema: en la misma boca de gol, su mirada siempre busca un compa?ero. De ah¨ª que en toda su carrera la figura de Valer¨®n haya aparecido ligada a la de un socio de florituras: en el Atl¨¦tico era Kiko; en la selecci¨®n, Guardiola, y ahora en el Depor, Trist¨¢n, con quien ha compartido los momentos estelares de la temporada. En un vestuario donde se api?an grandes egos, Valer¨®n, el futbolista sin mala leche, resulta casi un bicho raro.