Sharon pondr¨¢ fin al confinamiento de Arafat en Ramala
Los ultranacionalistas amenazan con abandonar el Gobierno si hace concesiones a Arafat
El primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, declar¨® anoche a la televisi¨®n estatal que el presidente palestino, Yasir Arafat, hab¨ªa cumplido las condiciones para poder abandonar la ciudad cisjordana de Ramala, donde el Ej¨¦rcito israel¨ª le mantiene bloqueado desde el pasado 3 de diciembre. Mientras tanto, los sectores ultranacionalistas radicales han lanzado un ultim¨¢tum a Sharon al anunciar que abandonar¨¢n la coalici¨®n si se otorgan concesiones pol¨ªticas a los palestinos, entre ellas negociar bajo el fuego de la Intifada, renunciando a los siete d¨ªas de calma exigidos hasta ahora.
La amenaza no es gratuita. Se produce en un momento delicado, mientras se prepara la llegada a Israel del mediador honesto, encarnado por el general estadounidense Anthony Zinni, el emisario de la Casa Blanca.
Los siete diputados del partido Union Nacional-Israel Beituni anunciaron ayer que no quieren formar parte de una 'coalici¨®n derrotista' y que abandonar¨¢n el Gabinete de Sharon tan pronto como se acepte negociar con los palestinos bajo el fuego, tal como anunci¨® el primer ministro el pasado viernes por la televisi¨®n. La renuncia de este periodo de siete d¨ªas fue una concesi¨®n que Sharon se vio obligado a hacer a los palestinos tras la presi¨®n de Estados Unidos y la comunidad internacional, especialmente Europa.
La salida de la Uni¨®n Nacional-Israel Beituni del Gobierno supondr¨ªa, adem¨¢s, la retirada de los ministros Avigdor Lieberman, de Infraestructuras, y de Beni Elion, de Turismo, considerados entre los m¨¢s radicales del Gabinete, detr¨¢s de los cuales se esconde todo el movimiento colono extremista jud¨ªo, compuesto por m¨¢s de 140.000 personas, que se colocar¨ªan a continuaci¨®n frente a Sharon. Este grupo pol¨ªtico, fundado por Rehavam Zeevi, el ministro de Turismo asesinado por los palestinos el pasado octubre en Jerusal¨¦n, propugna la reocupaci¨®n de los territorios de Cisjordania y Gaza y la transferencia (eufemismo de expulsi¨®n) de la comunidad palestina a los pa¨ªses vecinos, una f¨®rmula de limpieza ¨¦tnica que en los ¨²ltimos meses tratan de adornar bajo medidas singulares como la de emigraciones remuneradas. Pero adem¨¢s, este grupo plantea en su ideario el desmantelamiento absoluto de la Autoridad Nacional Palestina, el asesinato pol¨ªtico de Arafat y la continuaci¨®n de las operaciones b¨¦licas hasta la rendici¨®n total.
Sharon, atrapado por las amenazas, respondi¨® ayer de manera ambigua a las intenciones de estos sectores radicales asegurando que su objetivo es conseguir un alto el fuego, pero al mismo tiempo continuar con la ofensiva militar. El jefe del Gobierno se enfrent¨® a los sectores rebeldes del Ejecutivo al asegurar que 'en el nivel m¨¢s alto del terrorismo no se pueden obtener siete d¨ªas de calma'. Las palabras de Sharon en la reuni¨®n semanal del Consejo de Ministros fueron refrendadas por Benjam¨ªn Ben Eliezer, su ministro de Defensa, y por el jefe del Estado Mayor, Sa¨²l Mofaz, que afirmaron que no habr¨¢ reocupaci¨®n de los territorios, ya que es imposible establecer un Gobierno militar para tres millones de palestinos.
'Los que proponen la idea de recuperaci¨®n de los territorios deben entender que ello significar¨ªa un agravamiento de la situaci¨®n, porque supone instaurar un r¨¦gimen militar sobre tres millones de palestinos y ello obligar¨ªa a un alistamiento masivo de reservistas, lo que, a su vez, tendr¨ªa consecuencias impredecibles para el ¨¢mbito regional', aseguro el general Mofaz ayer a la prensa.
Incansables, los sectores radicales propugnaron ayer en el Gabinete otras ideas luminosas para combatir el terrorismo. Entre ellas destaca la de cortar el suministro el¨¦ctrico a aquellas localidades palestinas de las que fueran originarios los comandos suicidas. La propuesta fue planteada por el viceministro de Seguridad Interior, Gede¨®n Ezra, el mismo que meses atr¨¢s plante¨® matar, como represalia y disuasi¨®n, a familiares de los suicidas. Hasta ahora, el Gobierno de Sharon se limita a demoler las casas de los kamikazes, y en algunos casos, las de otros familiares, incluidas las de sus padres.
En medio del caos pol¨ªtico, mientras se ultiman los preparativos para el regreso a la zona de Zinni, Arafat y Sharon daban luz verde para que el presidente del Parlamento palestino, Ahmed Qurea, Abu Ala, se re¨²na de nuevo hoy con el ministro israel¨ª de Exteriores, Sim¨®n Peres. Esa cita deja atr¨¢s la orden dada por Arafat la semana pasada para cancelar todo tipo de contactos pol¨ªticos y policiales con Israel en represalia por las operaciones de limpieza del Ej¨¦rcito israel¨ª en los campos de refugiados. Los dos pol¨ªticos tratar¨¢n de ultimar un plan de paz, en el que trabajan desde hace cerca de dos meses y que no es m¨¢s que un batido de otros proyectos similares. Aunque Peres ha convertido este proyecto en una cuesti¨®n de principios, ni israel¨ªes ni palestinos, ni tampoco la comunidad internacional, parecen confiar en el documento.
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