Blair prepara a los brit¨¢nicos para un ataque contra Irak

El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, empez¨® ayer a preparar a los brit¨¢nicos para una intervenci¨®n aliada en Irak. Flanqueado por el vicepresidente de EE UU, Dick Cheney, que abri¨® en Londres una gira de 10 d¨ªas por 11 pa¨ªses, Blair dijo que 'a¨²n' no se ha tomado ninguna decisi¨®n, pero no dej¨® lugar a la duda: como en Afganist¨¢n, el Reino Unido intentar¨¢ moderar en lo posible a EE UU, pero estar¨¢ junto al aliado trasatl¨¢ntico en lo que haga falta. 'Estoy orgulloso del papel jugado por Gran Breta?a y seguiremos trabajando junto a Estados Unidos para afrontar las amenazas', afirm¨®.

Pese a tan entusiasta apoyo, tanto Blair como Cheney intentaron ser cuidadosos para no generar al primero a¨²n m¨¢s problemas de los que ya tiene con el ala izquierda de su partido y alg¨²n miembro de su Gabinete, que recelan de una intervenci¨®n militar en Irak. Aprovecharon, sin embargo, su rueda de prensa conjunta para reforzar ante la opini¨®n p¨²blica europea el mensaje de que Irak es una amenaza y que tarde o temprano habr¨¢ que intervenir para acabar con el riesgo de un ataque con armas nucleares o qu¨ªmicas.

Cheney asegur¨® tambi¨¦n que el informe desvelado por Los Angeles Times sobre los pa¨ªses a los que apunta el arsenal nuclear de EE UU es 'un informe general al Congreso sobre el conjunto de nuestras capacidades'. 'Hoy en d¨ªa nuestras armas nucleares no apuntan de manera permanente a ning¨²n pa¨ªs', asegur¨®.

'No se han tomado decisiones sobre c¨®mo hacer frente a esa amenaza', dijo Blair acerca de Irak, 'pero el hecho de que Sadam Husein y las armas de destrucci¨®n masiva que ha adquirido suponen una amenaza, eso es algo que est¨¢ fuera de toda duda'. 'Ahora hay que reflexionar y deliberar' sobre c¨®mo afrontar ese problema, a?adi¨®, intentando convencer al p¨²blico de que la decisi¨®n no est¨¢ s¨®lo en manos de Washington. Y cit¨® su visita en abril a EE UU como un momento oportuno para discutir el problema con Bush.

Pero en el ala izquierda del laborismo hay menos entusiasmo sobre el papel del Reino Unido. La participaci¨®n de tropas brit¨¢nicas en una eventual intervenci¨®n en Irak puede acabar dividiendo al laborismo. M¨¢s de 70 diputados han firmado ya una declaraci¨®n en contra de un ataque a Irak y algunos cuestionan los logros de la guerra en Afganist¨¢n, donde ha ca¨ªdo el r¨¦gimen, pero contin¨²an los combates y no hay noticias del paradero de Osama Bin Laden.

Una parte de la opini¨®n p¨²blica recrimina tambi¨¦n a Blair el desaire que le hizo Bush la semana pasada al decretar unas medidas proteccionistas en el sector del acero que van a poner en serios apuros a la siderurgia brit¨¢nica, mientras que las grandes beneficiadas por la decisi¨®n de Bush ser¨¢n las siderurgias que posee en Indonesia, M¨¦xico y otros pa¨ªses en desarrollo el industrial indio Lakshimi Mittal, al que Blair apoy¨® decisivamente para que comprara una factor¨ªa en Rumania tras financiar con 125.000 libras (200.000 euros) al Partido Laborista.

Por otra parte, B¨¦lgica ha propuesto el env¨ªo de Javier Solana o de una troika de la UE a Irak para tratar de persuadir a Sadam Husein de que autorice la entrada de los inspectores de desarme de la ONU, informa desde Bruselas Bosco Esteruelas.