El fruto de las ra¨ªces
'Cuando iba directamente a los libros, no era capaz de llegar m¨¢s all¨¢ de lo que me hab¨ªan le¨ªdo. Lo que ya sab¨ªa era m¨¢gico; lo que intentaba leer yo solo, muy lejano'. Creo que en esta afirmaci¨®n est¨¢ la clave de lectura de este breve libro. Leer y escribir es el resultado de una conferencia del autor acerca de su relaci¨®n con la lectura y la escritura donde cuenta cu¨¢ndo quiso ser escritor y el modo en que lleg¨® a serlo; no se refiere tanto al modo material de llegar a ello cuanto a su actitud personal ante la escritura.
V. S. Naipaul decidi¨® ser escritor a la edad de 11 a?os, una edad a la que nadie puede alcanzar una conciencia de escritura, por lo que la suya es una decisi¨®n que ¨¦l califica de 'farsa'; esa 'farsa' lo acompa?¨® hasta el momento en que la decisi¨®n se convirti¨® en ambici¨®n. Si volvemos a la frase que encabeza este comentario, deduciremos con cierta facilidad que la formaci¨®n de Naipaul es b¨¢sicamente oral; Naipaul, de ni?o, recibi¨® la conciencia de la literatura con las lecturas que le hac¨ªa su padre -una suerte de popurr¨ª de literatura inglesa-, pero s¨®lo sinti¨® la presencia de una obra, de una concepci¨®n del mundo, tras la visi¨®n de un espect¨¢culo basado en el Ramayana. Su problema iba a ser atar esos dos cabos de la cerda de la vida.
LEER Y ESCRIBIR
V. S. Naipaul Traducci¨®n de Flora Casas Debate. Madrid, 2002 112 p¨¢ginas. 13,50 euros
La otra frase que contin¨²a el sentido de este libro es la siguiente: 'Deseaba ser escritor; pero junto a aquel deseo, adquir¨ª la conciencia de que la literatura que me lo hab¨ªa despertado proced¨ªa de otro mundo, muy alejado del nuestro'. El libro contiene una segunda conferencia que trata del encuentro con la India, cuna de los ancestros del escritor y, desde luego, una civilizaci¨®n muy diferente de la occidental bajo la que se educ¨®. As¨ª pues, la exposici¨®n de Naipaul es muy interesante en la medida que no se trata de un caso de extraterritorialidad aplicado al idioma, sino, ante todo, a las ra¨ªces culturales. Un hombre que vive del mundo m¨¢gico de una cultura milenaria de corte oral situada a miles de kil¨®metros f¨ªsicos y emocionales se forma y se desarrolla bajo el paraguas de un mundo organizado por una mentalidad bien distinta que ha hecho de la escritura su medio principal de expresi¨®n cultural.
Este libro es el relato de esa contradicci¨®n y de los sucesivos encuentros con los problemas que le plantea ser escritor en esas condiciones hasta que logra serlo y entender por qu¨¦ escribe y desde d¨®nde escribe. Son pasos muy bien contados que, en un momento, los detiene al final de la primera conferencia para internarse en la segunda en su relaci¨®n con la India y, al cabo, descubrir c¨®mo su padre tambi¨¦n quiso ser escritor -y lo fue-, pero sin otra relevancia que la de recoger para su peque?a comunidad un pasado que se hubiera perdido; mientras que ¨¦l, nuestro autor, dio el paso adelante decisivo de internarse en la tradici¨®n literaria occidental. La diferencia entre padre e hijo es semejante a la diferencia de vida entre mundo rural y urbe de nuestro siglo: en 1955, Naipaul emigra desde la colonia al Reino Unido y su choque es el choque entre esas dos concepciones del mundo. Entonces, no s¨®lo escribir¨¢ novelas, sino -y esta es una parte sumamente importante en su obra- relatos de viajes que son mucho m¨¢s que pintoresquismo: son una reflexi¨®n moral acerca de un camino espiritual. El final del camino es la pertenencia definitiva a la gran tradici¨®n de la escritura occidental, ese mundo ajeno que le proporciona, sin embargo, los elementos de su expresi¨®n.
Pocas veces se ha contado -este libro es tambi¨¦n una narraci¨®n- el tema del exilio, tan pegado a todo escritor y a la relaci¨®n de la creaci¨®n misma con el medio en que ha de desarrollarse, con la originalidad de enfoque y la seriedad que lo hace Leer y escribir. Es tan breve como contundente.
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