Los beneficios de una depreciaci¨®n
La cotizaci¨®n del peso se aproxima a la del real y suaviza las tensiones entre Argentina y Brasil
Ni el Gobierno ni las empresas argentinas pueden quejarse m¨¢s de Brasil. Al menos por el tipo de cambio. Desde que el real empez¨® a devaluarse en 1999 hasta que el peso hizo lo propio en enero pasado, funcionarios y ejecutivos de Argentina protestaban porque la brecha cambiaria perjudicaba sus intercambios de manufacturas, desviaba inversiones y mudaba f¨¢bricas a Brasil. El negocio consist¨ªa en aprovechar la uni¨®n aduanera de Mercosur para producir barato en el gigante suramericano y vender caro en Argentina. Pero esta semana el peso pas¨® a valer menos que el real.
La perspectiva de que una ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) se retrasar¨¢ m¨¢s de lo esperado por el presidente argentino, Eduardo Duhalde, hundi¨® el peso, que el mi¨¦rcoles cotizaba a 2,42 unidades por d¨®lar. En cambio, con 2,34 reales alcanzaba para comprar un d¨®lar. Hasta hace poco m¨¢s de dos meses la moneda argentina estaba en paridad fija uno a uno con la estadounidense.
La diferencia cambiaria nunca ha sido el motivo principal de las fluctuaciones del comercio y la inversi¨®n entre los dos gigantes
Que Argentina cuente con una moneda menos valorada que la de Brasil no significa que su econom¨ªa sea m¨¢s competitiva. H¨¦ctor Massuh, presidente de la Uni¨®n Industrial Argentina (UIA), admite que resta dilucidar cu¨¢les ser¨¢n los niveles de estabilizaci¨®n de la moneda y de la inflaci¨®n. El ¨ªndice de precios al consumo (IPC) de Argentina creci¨® en los dos primeros meses del a?o el 5,5%, frente al 30% que aument¨® en Brasil desde que el real comenz¨® a flotar. Distintos informes coinciden en que los precios de ambos pa¨ªses ya se han equiparado.
Falta de competitividad
Massuh opina que la falta de competitividad argentina dej¨® de radicar en el tipo de cambio y pas¨® a asentarse en la carencia de cr¨¦dito. Su pa¨ªs est¨¢ en suspensi¨®n de pagos, mientras Brasil otorga financiaci¨®n a bajos tipos para sus pymes. El economista Dante Sica, del Centro de Estudios Bonaerense (CEB), observa que la diferencia cambiaria nunca constituy¨® el principal motivo de desv¨ªos de comercio e inversi¨®n. La balanza comercial bilateral depende m¨¢s de la actividad econ¨®mica de ambos pa¨ªses. Argentina mantuvo en los ¨²ltimos tres a?os un super¨¢vit en los intercambios porque su recesi¨®n desalent¨® m¨¢s importaciones de las que benefici¨® la devaluaci¨®n del real. 'El saldo favorable argentino se explica porque crecieron las exportaciones de productos agr¨ªcolas y petr¨®leo. Las ventas de manufacturas de or¨ªgenes agropecuario e industrial bajaron y a partir de mitad de a?o pueden recuperar 700 millones de d¨®lares (804 millones de euros)', vaticina Sica.
El traslado de los fabricantes de autom¨®viles y sus proveedores, fabricantes de calzado, medicinas o alimentos, se bas¨® principalmente en los subsidios a la radicaci¨®n de empresas que ofrecen los Estados de Brasil, seg¨²n el economista del CEB. 'La devaluaci¨®n del peso puede frenar el desv¨ªo de inversiones, pero la inseguridad jur¨ªdica torna a Argentina un lugar poco apto para la inversi¨®n este a?o', sentencia Sica.
No son las ¨²nicas malas noticias para el pa¨ªs de la Plata. Ahora se especula con la posibilidad de que el Gobierno de Duhalde comience a cerrar los bancos m¨¢s d¨¦biles a partir del pr¨®ximo mes y a fusionar otros m¨¢s sanos como paso previo a levantar las restricciones a la retirada de efectivo en las ventanillas y a las transferencias de fondos.
As¨ª, seg¨²n el secretario de Finanzas, Lisandro Barry, una nueva agencia estatal comenzar¨¢ a evualuar cu¨¢les de los 87 bancos del pa¨ªs, y que deben hacer frente a unas p¨¦rdidas de 65.000 millones de d¨®lares, se quedar¨¢n en el camino despu¨¦s del 15 de abril, para que los depositantes decidan si convierten sus ahorros en nuevos bonos del Gobierno.
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