El primer colono
El nacimiento de un quebrantahuesos ofrece esperanzas a la reintroducci¨®n de la especie
En la naturaleza el tiempo se maneja de acuerdo a unos plazos que no siempre coinciden con la limitada visi¨®n temporal que manejamos los humanos. Cuando a mediados de los a?os noventa los responsables de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente comenzaron a plantearse la reintroducci¨®n del quebrantahuesos en Andaluc¨ªa, sab¨ªan que ¨¦sta no era una tarea cuyos frutos pudieran recogerse a corto plazo. Los especialistas de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana (EBD), que analizaron las perspectivas de ¨¦xito en una operaci¨®n de ese calibre, cifraron en m¨¢s de 30 a?os el periodo necesario para conseguir que una nueva colonia de esta rapaz ocupara algunos de sus antiguos territorios.
Con una opini¨®n p¨²blica acostumbrada a la inmediatez, a veces falsa e interesada, con la que se manejan las soluciones a otros muchos problemas ambientales, ¨¦sta era una apuesta arriesgada, que requer¨ªa de un notable esfuerzo, cient¨ªfico y presupuestario, y cuyos resultados eran m¨¢s que inciertos. Aun as¨ª, Medio Ambiente puso en marcha, en 1996, el Centro de Cr¨ªa en Cautividad Guadalent¨ªn, en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas (Ja¨¦n) y, m¨¢s tarde, la Fundaci¨®n Gypaetus, encargada de sumar todos los esfuerzos, p¨²blicos y privados, en este empe?o.
El acuerdo firmado con la Foundation for the Conservation of the Bearded Vulture, con sede en Viena, facilit¨® la cesi¨®n de ejemplares con los que ir constituyendo un n¨²cleo reproductor, en el que deber¨ªan reunirse suficientes individuos como para manejar distintas l¨ªneas gen¨¦ticas y tratar as¨ª de conseguir, en cautividad, el nacimiento de los primeros pollos destinados a ocupar los territorios que sus cong¨¦neres abandonaron hace m¨¢s de 15 a?os.
Fue entre 1986 y 1987 cuando se vio volar por ¨²ltima vez a un quebrantahuesos en las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Aquel era, posiblemente, el ¨²ltimo superviviente de una reducida poblaci¨®n de cinco parejas que hab¨ªan sido censadas en estos parajes a mediados de los a?os cincuenta. Con su desaparici¨®n la especie se consider¨® extinguida en Andaluc¨ªa, a pesar de algunas observaciones espor¨¢dicas de aves errantes.
Aunque no vivan en libertad, ahora son 21 ejemplares de esta rapaz los que, procedentes de Austria, se han acomodado en Andaluc¨ªa, repartidos entre el centro de cr¨ªa jiennense (con 19 individuos) y el zool¨®gico de Jerez de la Frontera (C¨¢diz). La pareja formada por Zumeta y Joseph, la ¨²nica en edad de procrear, hab¨ªa tratado de sacar adelante alguna puesta, empe?o en el que hab¨ªan fracasado hasta el pasado 27 de febrero, cuando, por fin, una de las cr¨ªas, nacidas en Guadalent¨ªn, consigui¨® sobrevivir.
La noticia no se revel¨® hasta el pasado lunes, cuando los especialistas consideraron que Andaluc¨ªa, nombre con el que ha sido bautizado el pollo, era ya un animal viable, que se alimentaba y crec¨ªa con normalidad, algo que hasta entonces no se hab¨ªa logrado en Espa?a. El acontecimiento otorga nuevas esperanzas al ambicioso plan de reintroducci¨®n.
De acuerdo a los criterios que establecieron en su d¨ªa los investigadores de la EBD, una vez que el n¨²cleo reproductor se consolide y empiecen a obtenerse cr¨ªas con cierta regularidad, podr¨ªan ir liber¨¢ndose a raz¨®n de dos individuos por a?o, hasta alcanzar las 13-15 parejas, cifra que se estima puede soportar el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. A¨²n habr¨¢ que esperar dos o tres a?os antes de que se produzcan las primeras sueltas, pero el nacimiento de Andaluc¨ªa, que reforzar¨¢ el grupo de reproductores, indica que el camino es el correcto.
A esta larga espera todav¨ªa hay que sumarle unos cuantos a?os m¨¢s. Los primeros quebrantahuesos andaluces que vuelen en libertad se convertir¨¢n, como ocurre con cualquiera de sus cong¨¦neres silvestres, en j¨®venes err¨¢ticos, que seguramente no podr¨¢n fijar sus territorios y reproducirse antes de cumplir los seis o siete a?os. Entonces, lejos ya del amparo que les brinda el centro de cr¨ªa, tendr¨¢n que enfrentarse a las mismas amenazas que hipotecan el futuro de otras rapaces, como la escasez de alimento, los disparos de los furtivos, la proliferaci¨®n de cebos envenenados o los tendidos el¨¦ctricos.
Comentarios y sugerencias a prop¨®sito de Cr¨®nica en verde pueden remitirse al e-mail: sandoval@arrakis.es
La amenaza del veneno
El quebrantahuesos es un buitre de gran tama?o (llega a alcanzar una envergadura de hasta tres metros) que se alimenta, al igual que sus cong¨¦neres, de reses muertas, aprovechando los restos ¨®seos que otros carro?eros desprecian. Su nombre procede, precisamente, de la depurada t¨¦cnica que utiliza, arrojando los huesos contra roquedos para partirlos y poder as¨ª ingerir la m¨¦dula. En las sierras de Cazorla, Segura y las Villas la especie pas¨® pr¨¢cticamente desapercibida hasta 1951, cuando se producen las primeras observaciones cient¨ªficas. A finales de esa d¨¦cada se calcula que son cinco las parejas reproductoras que habitan en terrenos del Coto Nacional. Precisamente los responsables de esos terrenos dedicados a la caza acusan al quebrantahuesos de arrebatar las cr¨ªas de cabra mont¨¦s a las ¨¢guilas reales, con lo que ¨¦stas aumentaban su presi¨®n sobre las especies cineg¨¦ticas. La soluci¨®n pasa por eliminar a las dos rapaces, premiando con 200 pesetas cada ejemplar abatido. En este desigual combate val¨ªan disparos, cepos y cebos envenenados, que siguieron us¨¢ndose aun despu¨¦s de 1969, cuando la especie fue protegida. Las ¨²ltimas noticias de quebrantahuesos muertos de forma intencionada en estas sierras jiennenses datan de 1978. Precisamente los cebos envenenados, que han vuelto a proliferar en toda Espa?a, vuelven ahora a convertirse en uno de los principales escollos que habr¨¢ de sortear el plan de reintroducci¨®n. Estudios de la poblaci¨®n pirenaica han demostrado que algunas de estas aves se mueven por ¨¢reas de campeo de m¨¢s de 4.500 kil¨®metros cuadrados, lo que en el caso de Cazorla obligar¨ªa a erradicar el uso de venenos en todas las sierras del sur de la pen¨ªnsula, con especial atenci¨®n a las cercanas provincias de Albacete y Granada.
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