El tribunal isl¨¢mico absuelve a Safiya, pero otra nigeriana es condenada a la lapidaci¨®n
La ejecuci¨®n de la nueva v¨ªctima se aplaza hasta que deje de amamantar a su hija
'Hoy soy feliz. Doy gracias a Dios', dijo ayer Safiya Hussaini a la salida de la vista celebrada en Sokoto (Nigeria) donde el tribunal isl¨¢mico de apelaci¨®n desestim¨® condenarla a lapidaci¨®n por adulterio. El alto tribunal respondi¨® as¨ª al recurso de Safiya y a la campa?a de las ONG que, dirigida por Amnist¨ªa Internacional, exigi¨® la absoluci¨®n de la mujer. Sin embargo en Katsina, otro estado nigeriano, un tribunal isl¨¢mico ha condenado a Amina Lawal a morir a pedradas por adulterio. El juez retrasar¨¢ ocho meses la ejecuci¨®n para que Amina d¨¦ el pecho a su hija, nacida de la relaci¨®n.
Nada m¨¢s salir de la sala de apelaci¨®n y con una amplia sonrisa, Safiya, de 35 a?os, se acerc¨® a su hija, Adama, y la acarici¨®. Adama, de un a?o, es el fruto de la relaci¨®n que sirvi¨® a los jueces del tribunal isl¨¢mico de Sokoto (norte de Nigeria) para inculparla por adulterio en octubre pasado. La falta de asistencia letrada y el hecho de que la shar¨ªa (ley isl¨¢mica) -adoptada desde hace dos a?os en once estados norte?os de Nigeria y aplicada en el juicio- no estuviera en vigor cuando Safiya mantuvo las supuestas relaciones ad¨²lteras sirvieron a la defensa para apelar la primera sentencia. La causa fue revisada ayer por el tribunal de apelaci¨®n de Sokoto, que finalmente absolvi¨® a Safiya.
La alegr¨ªa por la liberaci¨®n de Safiya Hussaini se vio ayer empa?ada al conocerse que otro tribunal isl¨¢mico, esta vez de Bakori, en el estado norte?o de Katsina, hab¨ªa condenado el viernes pasado a morir lapidada a Amina Lawal, aldeana de 35 a?os, por adulterio probado por el nacimiento de una hija el pasado enero. La mujer, que dispone de 30 d¨ªas para apelar, estaba divorciada desde finales de 2000, y reconoci¨® en el juicio su relaci¨®n con Yahaya Mohammed durante los ¨²ltimos meses porque la hab¨ªa prometido casarse si consent¨ªa tener relaciones sexuales.
Mohammed admiti¨® ante el tribunal las relaciones con Amina, pero neg¨® que hubieran sido sexuales. El tribunal retir¨® los cargos contra ¨¦l debido a que Amina no pudo presentar los cuatro testigos que exige la ley isl¨¢mica, lo mismo que le sucedi¨® a Safiya en su d¨ªa. Amina, que tuvo a la ni?a a principios de 2002, fue detenida el 4 de marzo por vecinos de su pueblo, Kurami.
La sentencia por condena a lapidaci¨®n se basa en la declaraci¨®n de la inculpada y en la prueba de la hija nacida fuera de matrimonio. En un acto de generosidad, el tribunal ha otorgado a Amina ocho meses de plazo antes de la ejecuci¨®n de la sentencia para que pueda dar el pecho a su hija. En caso de no haber apelaci¨®n, la condena tendr¨¢ que ser aprobada por un consejo de Estado sobre la interpretaci¨®n de la shar¨ªa y por el gobernador del Estado de Katsina, Umar Musa Yar' Adua, pr¨®ximo al presidente del Estado Federal, Olusegun Obasanjo, y conocido por su actitud moderada ante la aplicaci¨®n de la ley isl¨¢mica.
Los rasgos de este nuevo juicio parecen un calco del celebrado contra Safiya, quien pese a la condena pudo volver moment¨¢neamente a su pueblo, Tungar Tudu, a 30 kil¨®metros de Sokoto, para cuidar de la peque?a Adama y de sus otros cuatro hijos.
La ignorancia de las leyes y la falta de abogado hacen que estas mujeres caigan en aceptar haber mantenido relaciones extramatrimoniales. En el caso de Safiya, con un primo, de 60 a?os y casado con dos mujeres, que neg¨® la relaci¨®n bajo juramento y fue absuelto. Tambi¨¦n la hija de esa relaci¨®n sirvi¨® de prueba al tribunal para inculparla por adulterio.
Orientada por su abogado, Safiya declar¨® que su hija, Adama, era fruto de relaciones mantenidas con su anterior esposo, argumento que la amparaba, ya que la interpretaci¨®n de la shar¨ªa permite al matrimonio disuelto mantener relaciones sexuales hasta siete a?os despu¨¦s de producido el divorcio.
Desde octubre pasado, que se conoci¨® la sentencia a muerte por lapidaci¨®n de Safiya, las ONG, con una intensa campa?a liderada por Amnist¨ªa Internacional, que recogi¨® s¨®lo en Espa?a y en una semana m¨¢s de 600.000 firmas en defensa de la vida de la acusada, exigieran al Gobierno federal de Nigeria, que intercediera ante el tribunal de apelaci¨®n que decid¨ªa ayer sobre la suerte de la mujer.
La presi¨®n internacional hizo que el Gobierno nigeriano optara por enfrentarse a los tribunales de los once estados del norte del pa¨ªs donde se aplica la shar¨ªa como c¨®digo penal. El pasado 18 de marzo, el ministro nigeriano de Justicia, Kanu Agabi, advirti¨® a los gobernadores de esos estados que la estricta aplicaci¨®n de la ley isl¨¢mica es ilegal y contraria a la Constituci¨®n del pa¨ªs.
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