Indignaci¨®n es la palabra
Me dirijo a usted con el objetivo de que haga llegar, a trav¨¦s de sus paginas, la indignaci¨®n, impotencia e indefensi¨®n que siento y sentimos las personas que a diario pasamos por el intercambiador de la plaza de Castilla.
Esta carta est¨¢ especialmente escrita para que nuestros legisladores, jueces y cuerpos de seguridad del Estado tengan en cuenta a los miles de personas que sufrimos a diario hechos delictivos tan lamentables como los que ocurren a diario en este lugar.
La ¨²ltima de la que fui testigo es que desde el autob¨²s vi c¨®mo a una joven le arrebataban el tel¨¦fono m¨®vil de la mano, mientras hablaba, y el individuo en cuesti¨®n sal¨ªa corriendo como alma que lleva el diablo, dejando al personal con los sentimientos que reflejo al principio de esta carta, y a la chiquilla, con el disgusto y la rabia de ver c¨®mo se llevaban algo querido por ella.
Pero es que hay m¨¢s, porque raro es el d¨ªa en que no sucede alguna barbaridad, como son las continuas peleas de los traficantes de hach¨ªs que pululan a sus anchas por la zona, la exhibici¨®n que hacen de peque?as armas blancas, la chuler¨ªa y el descaro con que te miran e incluso te aluden con frases como '?Qu¨¦ est¨¢s mirando, cabr¨®n?'.
Cierto es que, de vez en cuando, la Polic¨ªa Nacional coloca una patrulla en ese lugar, pero en cuanto anochece se van y los maleantes hacen acto de presencia.
Hagan algo con esa cala?a, que lo ¨²nico que est¨¢ consiguiendo es alentar odios y temores en una sociedad que ve c¨®mo la inmigraci¨®n est¨¢ trayendo no s¨®lo paz y bienestar para aquellos que vienen a trabajar honradamente, sino tambi¨¦n todo lo malo que existe cuando la miseria no deja prosperar a los pueblos.
La soluci¨®n est¨¢ en aquellos que tienen en sus manos la capacidad de legislar para proteger al ciudadano honrado de los hechos que coartan su libertad. Porque nosotros tambi¨¦n tenemos derechos y colaboramos para que esta sociedad sea cada vez m¨¢s libre, sin estar sometidos a la canallesca actitud de unos pocos, sean terroristas, delincuentes organizados, peque?as mafias de narcotraficantes o personas que consideran que su libertad es el sometimiento del resto, porque puede ser que alg¨²n d¨ªa nos hartemos y los corramos a gorrazos hasta echarlos.
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