Sobre Hacienda
Bajo el t¨ªtulo Apremios, se public¨® el d¨ªa 4 de abril de 2002 en la secci¨®n Opini¨®n del Lector, firmada por Pilar Ortega Maynar, una carta en la que manifiesta su indignaci¨®n por la actuaci¨®n del Ayuntamiento de Madrid para el cobro en periodo ejecutivo de determinados recibos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).
En primer lugar, debe aclararse que dicho impuesto se gestiona a partir del padr¨®n que elabora anualmente la Direcci¨®n General del Catastro, dependiente del Ministerio de Hacienda, que sirve de base para que el Ayuntamiento practique las correspondientes liquidaciones tributarias.Es inexacto que uno de los inmuebles nunca hubiera sido propiedad de la interesada, ya que, seg¨²n consta en los propios datos registrales, se trata de una plaza de garaje que le perteneci¨® hasta el 29 de abril de 1997, fecha en que fue transmitida a un nuevo titular. De acuerdo con lo dispuesto en el Reglamento General de Recaudaci¨®n, el procedimiento de apremio s¨®lo puede suspenderse previa presentaci¨®n de la correspondiente garant¨ªa (aval bancario, fianza, dep¨®sito en efectivo, etc¨¦tera), sin que puedan lograrse dichos efectos a trav¨¦s de la reclamaci¨®n presentada por la interesada a finales de enero de 2002, reclamaci¨®n que ha sido estimada una vez realizadas las oportunas comprobaciones en el Registro de la Propiedad, cuyo resultado se ha conocido con posterioridad al env¨ªo del segundo requerimiento de pago a que alude la se?ora Ortega.
El Departamento de Recaudaci¨®n Ejecutiva del Ayuntamiento de Madrid, cuya actuaci¨®n es calificada como de 'una investigaci¨®n propia del Gran Hermano', se ha limitado a localizar el nuevo domicilio de la se?ora Ortega para notificarle en debida forma los actos administrativos que se hab¨ªan dictado en el correspondiente procedimiento de apremio, de acuerdo con lo dispuesto en nuestro ordenamiento jur¨ªdico.
Por ¨²ltimo, conviene dejar constancia de que la localizaci¨®n de este nuevo domicilio ha permitido el cobro de otras seis deudas que permanec¨ªan impagadas, y sobre las cuales la se?ora Ortega, que escribe 'con un nudo en el est¨®mago de impotencia e indignaci¨®n', guarda un explicable silencio.
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