S¨¢enz de Santamar¨ªa se querella contra la juez y el fiscal que le acusan por un aborto a una menor
El ministerio p¨²blico pide siete a?os de c¨¢rcel y 10 de inhabilitaci¨®n para el ginec¨®logo
El ginec¨®logo Germ¨¢n S¨¢enz de Santamar¨ªa present¨® ayer una querella por presunta prevaricaci¨®n continuada contra la juez y el fiscal que le acusan de un delito de aborto ilegal, juicio que se ver¨¢ el martes en la Audiencia de M¨¢laga. El m¨¦dico sustenta su denuncia en la supuesta existencia de una treintena de irregularidades procesales como la vulneraci¨®n del derecho a la defensa o de la obligaci¨®n de fundamentar las resoluciones judiciales. La fiscal¨ªa pide para Santamar¨ªa siete a?os de c¨¢rcel y 10 de inhabilitaci¨®n por un aborto hecho en 1999 a una menor,de 16 a?os, sin el consentimiento paterno.
La querella va dirigida contra la juez de Instrucci¨®n n¨²mero 1, Mar¨ªa Teresa Guerrero, y el fiscal adscrito al juzgado, Fernando Bentabol. Entre sus argumentos sostiene que Santamar¨ªa y otro ginec¨®logo tambi¨¦n inculpado en la causa no fueron citados como imputados al comienzo del proceso y que muchos recursos han sido resueltos sin la preceptiva fundamentaci¨®n jur¨ªdica, vulnerando as¨ª su derecho a la defensa.
El m¨¦dico -que ya fue encarcelado de forma preventiva en tres ocasiones por delitos de aborto y desacato- tendr¨¢ que volver a sentarse el martes pr¨®ximo en el banquillo de los acusados, justamente por esta causa. Por ser reincidente, el ministerio p¨²blico le pide siete a?os de c¨¢rcel y 10 de inhabilitaci¨®n profesional. Para el otro ginec¨®logo, Polidio A. C. -quien no se ha sumado a la querella presentada por Santamar¨ªa- el fiscal, solicita cinco a?os de prisi¨®n e igual tiempo de inhabilitaci¨®n. La joven estuvo imputada al comienzo del caso, pero ya no lo est¨¢ y acudir¨¢ a la vista como testigo.
El aborto que origin¨® la causa fue practicado por ambos facultativos en M¨¢laga, en marzo de 1999, a una chica que entonces ten¨ªa 16 a?os y estaba en su octava semana de gestaci¨®n. Ella dio su consentimiento, pero carec¨ªa de la autorizaci¨®n paterna.
La interrupci¨®n del embarazo -realizada bajo el primer supuesto legal de grave afectaci¨®n para la salud f¨ªsica o ps¨ªquica de la madre- lleg¨® a conocimiento de las instancias judiciales a ra¨ªz de la denuncia que la joven present¨®, poco tiempo despu¨¦s, contra su compa?ero, por malos tratos, en un juzgado de Roquetas de Mar (Almer¨ªa), donde viv¨ªan. De oficio, se abri¨® otra investigaci¨®n por el aborto que se remiti¨® a M¨¢laga, dado que la cl¨ªnica donde se hab¨ªa practicado estaba en esta ciudad.
Seg¨²n el fiscal, Santamar¨ªa cometi¨® un delito de aborto porque 'al ser menor, el consentimiento de la joven no vale, deber¨ªan haberlo dado los padres'. El ginec¨®logo sostuvo ayer que la ley s¨®lo exige la autorizaci¨®n de la embarazada, que la chica hab¨ªa estado en numerosas ocasiones acogida por la Junta de Andaluc¨ªa, que estaba emancipada y conviv¨ªa con un hombre mayor de edad, situaci¨®n que sus padres conoc¨ªan. Adem¨¢s record¨® una sentencia de la Audiencia malague?a por un caso similar en la que, en 1992, se reconoci¨® la capacidad de consentimiento a una joven emancipada de 16 a?os que se someti¨® a un aborto.
Santamar¨ªa lament¨® que un caso de malos tratos -cuya denuncia se desconoce como acab¨®- haya terminado en un juicio por aborto, tras lo que tach¨® a algunos miembros del Poder Judicial de 'mamporreros de los torturadores de mujeres'. Para el m¨¦dico -que tiene dos causas pendientes tambi¨¦n por supuesto aborto ilegal en C¨®rdoba y Granada- la acusaci¨®n 'es una muestra del talibanismo judicial practicado por aqu¨¦llos que quieren poner a las mujeres un burka mediante el uso de las leyes para que no puedan ejercer sus derechos'. Adem¨¢s, fustig¨® que siempre las causas por aborto se tramiten contra las mujeres m¨¢s d¨¦biles, en casos de malos tratos o prostituci¨®n. 'Todav¨ªa no ha habido un caso contra una banquera', ironiz¨®. Tambi¨¦n critic¨® que mientras a Jes¨²s Gil han tenido que presentarle m¨¢s de 30 denuncias para que al final haya sido condenado 'en un caso muy gordo', la justicia haya actuado contra 'una pobre muchacha y dos ginec¨®logos' a ra¨ªz de una denuncia por malos tratos.
El fiscal dijo ayer que no hubo irregularidades y que si se hubiera producido alg¨²n error, se habr¨ªa anulado el proceso. No quiso contestar a las cr¨ªticas del ginec¨®logo y se limit¨® a decir queel m¨¦dico estaba en su leg¨ªtimo derecho a ejercer su libertad de expresi¨®n. La juez no pudo ser localizada porque ayer estaba saliente de guardia.
Absuelto e indultado
Cuando al ginec¨®logo malague?o Germ¨¢n S¨¢enz de Santamar¨ªa se le pregunta su historial judicial contesta r¨¢pido y con desparpajo: 'He estado tres veces en el talego'. Pero en total, apenas ha pasado unos dos meses privado de libertad. La primera detenci¨®n fue en 1986, por un supuesto delito de aborto ilegal. Estuvo encarcelado un mes y medio con car¨¢cter preventivo. Tras el juicio, fue absuelto. La segunda vez que ingres¨® en prisi¨®n fue con condena, tambi¨¦n por un delito de aborto. Practic¨® una interrupci¨®n del embarazo a 'una ni?a de 10 a?os que hab¨ªa sido violada'. Pas¨® una semana en la c¨¢rcel y fue indultado. Al salir del centro penitenciario, arremeti¨® contra las instancias judiciales y se gan¨® una nueva causa, esta vez por desacato. Volvi¨® a ingresar unos d¨ªas, tambi¨¦n de forma preventiva. M¨¢s tarde fue absuelto.Debido a que en dos ocasiones se ha acordado su absoluci¨®n y en una su indulto, Santamar¨ªa -que adem¨¢s de ginec¨®logo es abogado- sostiene que no procede la pena que solicita el fiscal de siete a?os por el agravante de reincidencia, sino que entiende que la calificaci¨®n deber¨ªa ser de cinco a?os. El ginec¨®logo siempre ha defendido 'una mejor ley, que permita la libre decisi¨®n de la mujer'. En otras palabras, una legislaci¨®n que contemple la posibilidad de las embarazadas de someterse a un aborto hasta determinado momento de la gestaci¨®n, sin tener, como ahora, que acogerse a los ¨²nicos supuestos permitidos por la ley: violaci¨®n, peligro para la vida de la madre, malformaci¨®n del feto y grave afectaci¨®n para la salud ps¨ªquica de la mujer.
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