Todo rojo
A diferencia de otros deportes de masas, el automovilismo de alta competici¨®n carece, por lo general, de v¨ªnculos directos con los espectadores. La f¨®rmula 1 ofrece un espect¨¢culo con el que el aficionado se relaciona desde la distancia de lo inalcanzable. Con el tiempo, los equipos, los mec¨¢nicos vestidos de colores, los pilotos y toda la parafernalia que rodea ese circo de la alta tecnolog¨ªa que es la f¨®rmula 1 se ha ido haciendo cada vez m¨¢s cerrado, m¨¢s exclusivo, cerr¨¢ndose en s¨ª mismo, de modo que ya no tiene otra relaci¨®n con el p¨²blico m¨¢s que la que proporcionan las emociones ajenas. Esto es as¨ª, excepto en Imola y cuando se habla de Ferrari.
En esta parte de Italia el automovilismo se vive como una realidad tangible y cotidiana. La gran cultura del autom¨®vil tiene ra¨ªces centenarias y las viejas f¨¢bricas, las marcas m¨¢s m¨ªticas, son algo tangible y real, que se puede situar en una determinada esquina y a la que se puede poner la cara de un familiar o un conocido. De Guzzi a Maserati, de Lamborgini a MV, este territorio entre M¨®dena y Bolonia ha generado una cultura de la mec¨¢nica de precisi¨®n que est¨¢ por todas partes.
Por encima de todos est¨¢ Ferrari, en Maranello. El viejo circuito de Imola fue rebautizado, hace ya tiempo, con el nombre de Dino Ferrari, el malogrado hijo del comendattore. Luego le a?adieron el nombre de Enzo. All¨ª, los b¨®lidos rojos juegan en casa, m¨¢s incluso que cuando corren en Monza, porque todo el mundo conoce o pretende conocer a alguien que trabaja para la escuder¨ªa del caballo rampante.
Por eso ayer fue un d¨ªa muy especial. Por primera vez Ferrari consegu¨ªa un doblete en casa, ejerciendo un dominio tan abrumador que roz¨® lo insultante. El baile de los mec¨¢nicos vestidos de rojo era la mejor muestra de la pasi¨®n que se respira en Imola durante el Gran Premio, especialmente en la famosa curva de la Rivazza, donde se acumulan los tiffosi m¨¢s ac¨¦rrimos.
Si las cosas siguen as¨ª, este campeonato se habr¨¢ acabado antes de que haya realmente empezado. Esperemos que no sea as¨ª. La ampliaci¨®n a 16 del n¨²mero de pruebas -desde principios de marzo hasta finales de octubre- y la extensi¨®n del mismo a cuatro continentes ha a?adido una enorme variedad de situaciones, incluidas las condiciones meteorol¨®gicas, que requieren soluciones t¨¦cnicas, especialmente en el campo de los neum¨¢ticos, pero tambi¨¦n en el de la aerodin¨¢mica.
El campeonato acaba realmente de comenzar con la primera prueba europea. Mucho tendr¨¢ que mejorar la competencia si no quiere que el alem¨¢n de Ferrari se lleve de calle su quinto t¨ªtulo.
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