'Mi marido no est¨¢ en edad de hacer tonter¨ªas, tiene 57 a?os'
La esposa y la hija adolescente del detenido explican que s¨®lo se dedicaba a informatizar la mezquita de Medina
Ahmed Brahim, su esposa, Elena Pirjo, finlandesa, y su hija Nora, que habla castellano casi sin acento, llevan viviendo desde hace un a?o en un d¨²plex, explican madre e hija, de tres habitaciones, dos salones, dos ba?os y una cocina al pie del barrio de Torreblanca, en la localidad de Sant Joan Desp¨ª, casi pegada a Barcelona.
En el 4? 3? del n¨²mero 1 de la calle Margarita Xirgu de este barrio residencial -'de lo m¨¢s carillo de Sant Joan Desp¨ª', comentan algunos vecinos- se instalaron padre, madre e hija tras abandonar Mallorca, donde la familia pas¨® el grueso de los 15 a?os que se cumplen desde su instalaci¨®n en Espa?a. 'No era f¨¢cil ser musulm¨¢n en una isla. Pensamos que era mejor vivir en una gran ciudad, dudamos entre Madrid o Barcelona, vendimos la casa de Palma y nos mudamos con los mismos muebles. Hoy pienso que no fue una buena idea', explica Pirjo, que lleva 22 a?os junto a Brahim, al que conoci¨® en Finlandia cuando el detenido se dedicaba 'a la construcci¨®n'. Pasaron unos a?os hasta que Elena se convirti¨® a la religi¨®n musulmana, en una 'decisi¨®n personal profunda'. La mujer, sin embargo, no supo precisar ayer d¨®nde est¨¢ la mezquita m¨¢s pr¨®xima a su casa.
'?Que mi marido trabaja para terroristas? Mire, tiene 57 a?os. A esta edad no se hacen tonter¨ªas', explica Elena. ?Y en el pasado? Pirjo suelta una risa nerviosa a trav¨¦s de la puerta, que se niega a abrir. '?Qu¨¦ va! Eso es mentira'. ?A qu¨¦ se dedicaba, pues, Brahim? Nora, de 14 a?os, precisa que su padre, con el que la Guardia Civil le dijo que no podr¨ªa comunicarse en las siguientes 72 horas, estaba 'ayudando a informatizar la mezquita sagrada de Medina, sobre todo la biblioteca', motivo por el que todos han viajado recientemente a Arabia Saud¨ª. De hecho, en este ¨²ltimo a?o, la familia ha realizado viajes 'a menudo'.
La Guardia Civil sospecha que Brahim preparaba otro viaje; esta vez, muy largo. En la puerta del d¨²plex, ayer tarde permanec¨ªa pegada con celo una nota: 'Estamos de viaje'. La nota se completaba con una larga lista de n¨²meros de tel¨¦fono, m¨®viles de Espa?a y Arabia Saud¨ª donde poder ser localizados. 'La ¨²ltima vez que nos marchamos, por un mes, nos encontramos con que alguien hab¨ªa roto los cristales de una ventana de nuestro coche. Le aseguro que en Espa?a existe mucho racismo', explica Pirjo.
La familia del supuesto cerebro de las finanzas de Al Qaeda en Espa?a dice no conocer de penurias econ¨®micas, aunque, seg¨²n la esposa, Brahim cerr¨® hace unos cuatro a?os el negocio de compraventa de barcos al que se dedicaba porque 'no funcionaba'. Seg¨²n Elena, cuando viv¨ªan en Mallorca llegaron a tener un total de cuatro embarcaciones.
No ten¨ªan trato con sus vecinos, algunos de los cuales confiesan haber sido tanteados por la Guardia Civil en oto?o pasado y estaban ya habituados a ver entrar y salir a 'varias mujeres'; sobre todo a una, casi siempre de negro y con la cara cubierta por un velo, 'cuando bajaba la basura'. Adem¨¢s de Elena Pirjo y Nora, estas mujeres podr¨ªan ser las otras tres hijas del detenido (¨¦ste tiene otro hijo en Argelia). Dos de estas tres hijas, que residen en Francia y est¨¢n casadas con franceses de origen argelino, planeaban ayer viajar a Barcelona, tras enterarse de lo ocurrido. De hecho, una de ellas estuvo en Sant Joan Desp¨ª con la nieta de Elena hasta pocas horas antes de la irrupci¨®n de la Guardia Civil, a las 17.00 del s¨¢bado. Pirjo y Nora estaban de compras y no llegaron a casa hasta las 17.30. 'Fue un susto'. Se sentaron en el sof¨¢ mientras 'los guardias se llevaban cajas con papeles y tres ordenadores'. Y Brahim, de madrugada, se despidi¨® con un simple 'adi¨®s'.
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