Los ni?os marroqu¨ªes, testigos de cargo contra Ceuta y Melilla
Amnist¨ªa Internacional acusa a las autoridades en ambas ciudades de no cumplir sus compromisos internacionales sobre cuidado y protecci¨®n de menores y de haber reemprendido las expulsiones
'Karim Bouitali, de nueve a?os, fue uno de los ocho ni?os marroqu¨ªes a los que la polic¨ªa espa?ola abandon¨® en la frontera de Melilla con Marruecos el 18 de diciembre del a?o pasado. Los ni?os, que hab¨ªan sido entregados a la polic¨ªa marroqu¨ª, fueron dejados a su suerte en la calle. Karim fue visto esa misma noche llorando, empapado y entumecido de fr¨ªo, bajo una lluvia torrencial, aferr¨¢ndose a la valla fronteriza'.
?ste es uno de los numerosos casos de expulsiones de menores en Ceuta y en Melilla aludidos en el informe de Amnist¨ªa Internacional (AI) titulado Espa?a: Crisis de identidad. Tortura y malos tratos por motivos racistas a manos de agentes del Estado, que fue presentado el martes en 15 capitales del mundo. En ¨¦l, la organizaci¨®n afirma que las ONG locales han documentado en los ¨²ltimos meses una reanudaci¨®n de la pr¨¢ctica de las expulsiones en ambas ciudades. Y acusa: 'Las autoridades espa?olas no cumplen los compromisos internacionales sobre el cuidado y la protecci¨®n de los menores'.
'Han perdido mucha capacidad vital. Pese a su edad, algunos tienen piedras en el ri?¨®n'
'Las expulsiones se reanudaron el 27 de junio de 2001. Desde entonces ha habido 44'
'Karim y sus compa?eros hab¨ªan sido obligados a firmar unos documentos que no hab¨ªan le¨ªdo y fueron transportados en veh¨ªculos por polic¨ªas armados hasta la frontera. All¨ª no hab¨ªa ning¨²n familiar o trabajador social que se ocupara de ellos'. Seg¨²n los informes recibidos por AI, 'algunos de los menores fueron esposados y recibieron insultos o bofetadas. Uno de ellos, Amin Sghir, de 13 a?os, dijo que un agente marroqu¨ª le hab¨ªa abofeteado. Otro, Al¨ª Abderrahim Maadi, de 17 a?os, asegur¨® que los polic¨ªas espa?oles le hab¨ªan esposado e insultado'.
El informe de la organizaci¨®n relata que la polic¨ªa saca a los ni?os de centros de acogida, donde algunos han vivido hasta 10 a?os. No les comunica el lugar al que van a ser expulsados; ning¨²n abogado los representa y ning¨²n tribunal examina la legalidad de su expulsi¨®n. Polic¨ªas armados y uniformados los conducen hasta la frontera, donde son entregados a agentes marroqu¨ªes, que simplemente los abandonan. 'En teor¨ªa, estos ni?os son devueltos para que se re¨²nan con sus familias, pero la mayor¨ªa consigue volver a entrar en Espa?a en unos pocos d¨ªas cruzando de nuevo la frontera. En algunos casos no se logra averiguar el paradero de sus familias, o ¨¦stas no pueden o no quieren hacerse cargo de los menores'.
AI afirma que las expulsiones comenzaron en Melilla el 27 de julio de 2001. Cuatro chicos de entre 11 y 17 a?os fueron llevados a la frontera ese d¨ªa. Desde entonces hasta enero de 2002 se han registrado 44 operaciones de expulsi¨®n, algunas de las cuales aparecen detalladas en el informe. El pasado 4 de marzo, m¨¢s de 40 menores de entre 13 y 17 a?os se declararon en huelga de hambre para protestar contra la pol¨ªtica de reagrupamiento familiar, que seg¨²n ellos no funciona porque no hay parientes esper¨¢ndoles cuando son llevados al otro lado de la frontera.
A pesar de todo, AI califica la situaci¨®n en Melilla mucho mejor que la de Ceuta, donde calcula que hay 1.000 menores en la calle. S¨®lo 80 pernoctan en el centro de acogida de San Antonio, que seg¨²n informes recientes de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) carece de camas y de ropa de cama suficientes, est¨¢ infestado de ratas y de piojos y varios ni?os han contra¨ªdo en ¨¦l sarna y otras enfermedades infecciosas. Tambi¨¦n han sido denunciados malos tratos. El resto de los muchachos vive en la calle, en instalaciones portuarias y en t¨²neles subterr¨¢neos. MSF afirmaba en julio del a?o pasado: 'Muchos menores tienen problemas dermatol¨®gicos (sarna y hongos). Su organismo est¨¢ debilitado por la mala alimentaci¨®n y la falta de vitaminas. El disolvente que inhalan les seca los bronquios. Pese a su corta edad, han perdido mucha capacidad vital y tienen todas las papeletas para sufrir enfermedades respiratorias. Algunos tienen ya hasta piedras en el ri?¨®n, algo propio de adultos'.
La mayor¨ªa de los menores son marroqu¨ªes, pero hay un grupo notable de argelinos. Tambi¨¦n han llegado a Ceuta algunos ni?os procedentes de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. En septiembre de 1999, tres subsaharianos de cuatro a?os fueron lanzados sobre la valla fronteriza o aparecieron en las calles de la ciudad. En el cuello llevaban etiquetas con su nombre, su nacionalidad y un n¨²mero de tel¨¦fono de familiares en Espa?a.
AI centra sus cr¨ªticas sobre la situaci¨®n de los menores en las dos ciudades aut¨®nomas en cuatro aspectos:
1) La expulsi¨®n de muchachos que se encuentran bajo la protecci¨®n de las autoridades de la ciudad sin tener en cuenta el proceso legal correspondiente o la situaci¨®n familiar del afectado.
2) Supuestos malos tratos en el contexto de las expulsiones, tanto por agentes espa?oles como marroqu¨ªes.
3) Fracaso en la protecci¨®n de los ni?os abandonados en las ¨¢reas fronterizas o que viven en la calle.
4) Supuestos malos tratos por los funcionarios que tienen a los menores a su cargo, o condiciones degradantes y pobres en los centros de acogida.
Las autoridades de Ceuta niegan categ¨®ricamente las acusaciones de AI, informa Roc¨ªo Abad. El portavoz del Gobierno local, Emilio Carreira, del PP, declara que 'el informe est¨¢ desfasado y miente', que 'en la ciudad se aplica escrupolosamente la legislaci¨®n en materia de menores' y que a los ni?os 'se les concede un trato inmejorable y m¨¢s que digno'. En t¨¦rminos similares se expresa el portavoz de la Delegaci¨®n del Gobierno, quien niega que se est¨¦n realizando deportaciones a Marruecos. 'Hay una pol¨ªtica activa de integraci¨®n de menores a trav¨¦s de convenios con organizaciones de prestigio como Mensajeros de la Paz'.
Tanto el delegado del Gobierno en Melilla, Arturo Esteban, como el presidente de la ciudad, Juan Jos¨¦ Imbroda, y su consejera de Servicios Sociales, Isabel Quesada, niegan las acusaciones de maltrato, informa To?y Ramos. Esteban asegura que 'cada expediente de cada menor se lleva con escrupulosa legalidad y, gracias a la cooperaci¨®n de las autoridades marroqu¨ªes, muchas veces es posible reagruparlos con sus familias'. Imbroda afirma que 'algunos llegan con esp¨ªritu integrador y otros con esp¨ªritu delictivo. Muestra de ello es el aumento de la delincuencia producida por menores'.
Desde julio de 2001, los gobiernos de Ceuta y Melilla vienen solicitando al Ejecutivo central la modificaci¨®n del art¨ªculo 62.5 del Reglamento que desarrolla la Ley de Extranjer¨ªa, en el que se contemplan los derechos de los menores extranjeros. Argumentan que ambas ciudades no tienen recursos para afrontar el continuo flujo de menores, por lo que piden una excepci¨®n de la ley.
PSOE, IU y EA han pedido que el ministro del Interior, Mariano Rajoy, responda a las acusaciones de AI ante el Congreso.
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