Segunda modernizaci¨®n
Hace 20 a?os, los andaluces y andaluzas luchamos contra la pretensi¨®n de limitar la plena autonom¨ªa a las comunidades 'hist¨®ricas' y de reducir los contenidos de nuestra autonom¨ªa a una mera descentralizaci¨®n administrativa.
Hace 20 a?os, el pueblo andaluz supo defender su dignidad, exigiendo igualdad de trato con las otras comunidades. Esta etapa de casi 20 a?os ha supuesto cambios profundos en la vida econ¨®mica, social y cultural de nuestra tierra. Se alcanz¨® la universalizaci¨®n de servicios b¨¢sicos y prestaciones para los andaluces en educaci¨®n, salud y pensiones. Se mejoraron las infraestructuras fundamentales para articular territorialmente nuestra comunidad. Se ha llenado de contenido el Estatuto y se est¨¢n poniendo las bases de la ordenaci¨®n y planificaci¨®n de pol¨ªticas esenciales para el bienestar y desarrollo de Andaluc¨ªa.
Pero es que a esto hay que sumar un cambio profundo por dentro. Los andaluces hemos recuperado nuestra autoestima perdida durante mucho tiempo por el abandono y desprecio de nuestra tierra. Discutir ahora si Andaluc¨ªa ha sufrido una transformaci¨®n profunda est¨¢ fuera de toda l¨®gica. Ser¨ªa como negar que ahora tenemos m¨¢s hospitales y centros de salud, que cuidamos m¨¢s y mejor nuestro patrimonio hist¨®rico, cultural y natural, que se ha creado mucho empleo, que han crecido los kil¨®metros de autov¨ªas al mismo tiempo que el n¨²mero de universitarios, que hay m¨¢s equipamientos, m¨¢s acceso a la cultura y a la formaci¨®n, o que las pol¨ªticas de estos 20 a?os han transformado las expectativas de las mujeres andaluzas que han dejado de ocupar un mero papel de reparto para pasar a ser protagonistas de su vida.
Pero como no nos sentimos plenamente satisfechos ni ignoramos los problemas que a¨²n existen: paro, exclusi¨®n social, dificultades para las peque?as empresas, la violencia de g¨¦nero, servicios p¨²blicos, etc¨¦tera, los andaluces nos planteamos nuevos retos para tratar de conseguir una sociedad de mayor bienestar, mayor igualdad y m¨¢s calidad de vida para todos.
Ahora tenemos que dar respuesta a las nuevas exigencias de una sociedad en un mundo interdependiente y globalizado, con muchos j¨®venes deseosos de trabajar por su tierra y con una defensa de lo p¨²blico para garantizar el inter¨¦s general.
Y es, desde esta nueva visi¨®n de la segunda modernizaci¨®n de Andaluc¨ªa donde adquieren un protagonismo especial los ciudadanos de nuestra tierra, que ser¨¢n los agentes del impulso que nos lleve a una segunda transformaci¨®n, lo que obligar¨¢ tambi¨¦n a la b¨²squeda de nuevos caminos para la participaci¨®n social. Se trata de apostar por un proyecto solidario, integral, innovador, cohesionador y vertebrador al mismo tiempo.
Los andaluces sabemos de d¨®nde venimos, conocemos nuestras luces y sombras, y merecemos participar y conocer el futuro que queremos alcanzar. La Andaluc¨ªa de hoy era un sue?o para muchos andaluces; se trata ahora de poner sobre la mesa un nuevo sue?o y empezar a trabajar por ¨¦l.
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