Todoterreno para ciudad, viajes y 'pic-nic'

Un todoterreno con vocaci¨®n familiar. La segunda generaci¨®n del Honda CR-V evoluciona el concepto inicial y potencia sus virtudes como coche ¨²nico de diario. Es un 4¡Á4 ligero, pero aporta soluciones de los monovol¨²menes y unas aptitudes ruteras -prestaciones y estabilidad- que permiten viajar sin las limitaciones habituales de estos modelos.

M¨¢s presencia y solidez

El CR-V fue, junto al Toyota RAV 4, uno de los primeros todoterrenos ligeros. Con un chasis de turismo y tracci¨®n 4¡Á4 sin reductora, estos coches ofrecen muchas virtudes de los todoterrenos cl¨¢sicos para salir del asfalto y menos inconvenientes en cuanto a peso, prestaciones y consumos. El nuevo Honda perfecciona esta idea y refuerza sus ventajas como familiar. Por fuera mide casi igual, 4,57 metros de longitud, s¨®lo tres cent¨ªmetros m¨¢s que antes para no perder agilidad en ciudad. Pero la l¨ªnea es mucho m¨¢s moderna y poderosa. Llama la atenci¨®n la solidez del frontal, con los paragolpes disimulados, grandes faros, un parabrisas m¨¢s inclinado y los bajos con protecciones pl¨¢sticas en negro. En el lateral destaca la cintura alta, que se prolonga en el port¨®n, con la rueda de repuesto por fuera y los pilotos en vertical, como toque vanguardista.

Pero, al margen de la imagen, se ha aumentado la rigidez del chasis un 50% y se ha afinado la aerodin¨¢mica. Y todo esto, unido a la tracci¨®n 4¡Á4 inteligente y unas suspensiones m¨¢s refinadas, ha mejorado el comportamiento din¨¢mico, la comodidad y sobre todo la sonoridad, ahora equiparables a las de un buen turismo.

Amplio y flexible por dentro

Pero lo mejor de este Honda es el interior. Aplica las soluciones del Civic para comprimir la mec¨¢nica delante y acortar el morro cinco cent¨ªmetros, que se destinan al habit¨¢culo. Y ha crecido otros tres cent¨ªmetros en anchura. El resultado es un interior muy desahogado: buenas plazas y asientos m¨¢s grandes delante, y unas traseras para tres adultos con sitio incluso para estirar las piernas. Pero, al contrario que el Civic, a?ade soluciones de los monovol¨²menes que refuerzan su funcionalidad. El asiento de atr¨¢s se divide en dos partes plegables por separado. Y cada una se mueve en longitud y tiene cinco posiciones de respaldo. As¨ª se puede ampliar un maletero de por s¨ª enorme (527 litros), punto d¨¦bil del CR-V anterior, o reclinar el respaldo para una cabezada. Adem¨¢s, al plegar los asientos el piso queda plano, lo que facilita la carga.

El sentido pr¨¢ctico se completa con muchos huecos por todas partes: bandeja en el salpicadero, portagafas en el techo, un hueco muy grande en la consola y otro bajo el equipo de m¨²sica, bolsas laterales en las cuatro puertas y detr¨¢s de los respaldos delanteros, caj¨®n debajo del asiento del pasajero... Hay tambi¨¦n accesorios originales, como una bandeja plegable entre los asientos delanteros o un compartimento bajo el piso del maletero para dejar lo que se ensucia en el campo. Adem¨¢s, el port¨®n tiene dos huecos m¨¢s por dentro, permite abrir la luna de forma independiente y dispone de una base m¨¢s baja que exige menos esfuerzo al cargar.

Versi¨®n ¨²nica

El CR-V s¨®lo se ofrece con motor 2.0 16v. de 150 CV, m¨¢s que suficiente para viajar. Cuesta 26.800 euros con cambio manual de cinco marchas, aunque hay un autom¨¢tico de cuatro (1.000 euros m¨¢s). Los dos se venden en acabado ES, que justifica en parte unos precios altos con un completo equipamiento: cuatro airbags, ABS, climatizador, radio-CD, cuatro elevalunas el¨¦ctricos, techo solar, tres a?os de garant¨ªa... Hay pocas opciones, salvo el navegador, y se echa de menos el control de estabilidad ESP. Y hasta 2004 no llegar¨¢ el nuevo turbodi¨¦sel de Honda, un 2.2 de 150 CV.

Conclusi¨®n

Un todoterreno ligero muy moderno y funcional: l¨ªnea atractiva, interior muy amplio, maletero enorme y mucho sentido pr¨¢ctico. Adem¨¢s a?ade un buen motor de gasolina, un completo equipo de serie y un comportamiento equilibrado en asfalto y campo. El nuevo Honda CR-V es un familiar muy vers¨¢til que sirve para todo.