Las calas ocultas de Nerja
Un sorprendente recorrido por la costa malague?a
Desde el malague?o Balc¨®n de Europa, en Nerja, se aprecia una de las l¨ªneas costeras m¨¢s valiosas y escarpadas de Andaluc¨ªa. Este escenario natural de gran belleza se estira hasta el granadino cerro Gordo en una combinaci¨®n afortunada de acantilados y calas.
M¨¢s all¨¢ de Calahonda, fotografiada hasta la n¨¢usea debido a su f¨¢cil panor¨¢mica desde el mirador, se extiende para muchos el reino de lo desconocido. Toda vez que el paseo litoral que enhebra las calas de Nerja est¨¢ cerrado por desprendimientos, se recomienda comenzar el recorrido en la extensa playa de Burriana, que hace las veces de fondeadero y donde a¨²n pervive, cercado por la mayor afluencia de ba?istas en Nerja, un anacr¨®nico cromatismo de barcas y redes a tan s¨®lo unos pasos del ascensor que utilizan los clientes del parador.
La localidad nerje?a de Maro participa de la quebrada orograf¨ªa de la comarca. En concreto, La Caleta, la de acceso m¨¢s arduo -accesible s¨®lo a pie, entre huertas e invernaderos-, por no tener, no tiene ni papeleras, y ni tan siquiera tiene reflejo en la gu¨ªa oficial de playas de Espa?a. A 200 metros de las ruinas del ingenio (f¨¢brica de az¨²car) se debe tomar un carril a la derecha entre los invernaderos. Cerca de 200 metros m¨¢s adelante, girar de nuevo a mano derecha.
En La Caleta, Alonso Quijano ver¨ªa embobado palmeras y cocoteros donde se inclinan voluptuosos carrizales y ca?averales sobre la rompiente. Un tr¨®pico regado por las mismas aguas que, pe?as arriba, labraron las cuevas de Nerja, y que, a pie de ola, se precipitan escandalosas hasta la zona de ba?o, habitualmente ajena a los textiles. En estas profundidades transparentes desovan la sardina y el boquer¨®n.
Adem¨¢s, sus dimensiones y sus peque?os islotes le otorgan un peculiar recogimiento a esta calita donde, recordemos, chapuzaban Desi, Pira?a, Tito, Bea y Pancho. Despu¨¦s de tantos a?os todav¨ªa arriban turistas a Maro buscando en su imaginario la cala Chica de la serie Verano azul. Ya en coche, se puede conducir hasta la cala de Maro, tan bella como empotrada a presi¨®n en el cantil. Por esta franja de litoral, la carretera sirve de l¨ªnea delimitadora entre dos valiosos espacios naturales: el parque natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, y, volcado sobre el Atl¨¢ntico, el paraje natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo.
Calas del Pino
Tras dejar la cala de Molino de Papel y la m¨¢s masificada de las Alberquillas, llegamos a las calas del Pino, tambi¨¦n de cantos y chinos (piedrecillas), descomunalmente intactas como para pensar que forma parte de la Costa del Sol. Oficiosamente nudistas, guardan proporciones m¨¢s amables en estas fechas en las que se ven adornadas por los escarpes florecidos.
Dejando atr¨¢s la torre vig¨ªa, la ruta muere en tierras lim¨ªtrofes con la provincia de Granada. La atractiva playa del Ca?uelo, a la que se llega tras negociar una tortuosa pista de dos kil¨®metros, guarda una fisonom¨ªa rectil¨ªnea, extensa y agraciada, en parte por ese islote que la flanquea. Rematan la experiencia costera los chiringuitos, sobre todo el que, con visos de restaurante, semeja un oasis de exuberante vegetaci¨®n.
GU?A PR?CTICA
- Playamaro (952 52 95 82). San Miguel, 28. Maro. La doble, 64,84 euros. - Parador de Nerja (952 52 00 50). Playa de Burriana. 143,27 euros.
- Detunda (952 52 96 23). Cocina andalus¨ª. Ensalada tropical y cordero con pi?ones y ajetes. Unos 25 euros. - Cuevas de Nerja (952 52 96 00). Buf¨¦ tur¨ªstico, 8,35 (sin bebidas).
- Turismo de Nerja (952 52 15 31 y www.nerja.org).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.