La trastienda de la 'tele'

El hogar de To?i Delgado y su hijo, V¨ªctor Ortiz, de '14 a?os para 15' y en 3? de Secundaria, cuenta con dos televisiones, algo frecuente en cualquier pa¨ªs rico, donde quien no tiene caja tonta es por pura militancia. Una de las teles se halla en la sala de estar y la otra, en la cocina. Hasta aqu¨ª lo habitual. Lo excepcional es que jam¨¢s hayan visto Operaci¨®n Triunfo. 'Que no, que nunca lo hemos visto, en serio'. Este hecho quiz¨¢ tenga algo que ver con que acaben de seguir un curso que pretend¨ªa ense?arles a ver la televisi¨®n de manera 'm¨¢s consciente y cr¨ªtica'. Ellos dicen que no, que no les atra¨ªa.

Lo sorprendente es que, aunque madre e hijo se declaran 'poco televisivos' -que ven poco la tele-, ambos se apuntaron gustosos a participar en esta curiosa iniciativa organizada por la Federaci¨®n de Asociaciones de Padres y Madres de Vizcaya (BIGE, por sus siglas en euskera). Titulado Familia y televisi¨®n buscando canal: de la tele a Internet, adem¨¢s de analizar este medio de comunicaci¨®n y sus contenidos. el curso pretend¨ªa 'alfabetizar visualmente a los estudiantes y a sus padres y madres'. El curso dur¨® 12 semanas y los 60 estudiantes, alumnos de los centros Ignacio Ellacur¨ªa, Zurbar¨¢n y Gabriel Aresti, todos ellos en Bilbao, lo siguieron en horario lectivo: dos horas a la semana.

En el Ignacio Ellacur¨ªa, el de V¨ªctor, el cap¨ªtulo dedicado a los progenitores qued¨® limitado a las madres. La experiencia no atrajo a un solo padre y al principio a pocas madres. Apenas tres, To?i y otras dos madres de alumnos de 3? de ESO, se presentaron, cuenta esta miembro activa de las asociaciones de padres y madres. Pertenece a la del instituto de su hijo y a la del colegio de su hija. 'Eramos tan pocas y nos pareci¨® tan interesante que se ampli¨® a padres de otro cursos', explica la madre. 'Que la gente responda tan mal te da pena, pero ellos se lo pierden' a?ade.

Ella confiesa que participar en este proyecto, que subvencionan el Departamento de Educaci¨®n y el Ayuntamiento de Bilbao, le ha hecho 'conocer otros aspectos de la televisi¨®n'. Ha descubierto algunas cosas que esconde en la trastienda de la pantalla.

'Todas las cadenas hacen los cortes publicitarios al mismo tiempo para evitar el zapping; cierta serie empieza antes de lo previsto si en otra cadena hay un programa muy atractivo para as¨ª engancharte antes de que d¨¦ comienzo o te dicen que llames al n¨²mero tal para contestar a una pregunta y as¨ª calcular ellos cu¨¢nta gente lo est¨¢ viendo en ese momento y ganar dinero'. Son algunas de las curiosidades que To?i ha descubierto desde enero. O c¨®mo la publicidad utiliza mujeres atractivas sin venir a cuento para vender un coche o una bebida.

V¨ªctor hizo el curso por curiosidad y porque tampoco descartaba que fuese divertido. Su madre se sum¨® a la historia porque se apunta a todo. ?l pens¨® que el proyecto estar¨ªa m¨¢s centrado en Internet, un mundo que le interesa mucho m¨¢s que el de la televisi¨®n. Con el tiempo ya se ha aburrido de chatear con desconocidos y prefiere utilizar la red para mantener charlas con sus amigos mediante el ordenador cada uno desde su casa, aunque luego apaguen la computadora y se encuentren en las calles de barrio.

Cuenta que ha aprendido a utilizar Internet 'como herramienta' para buscar cosas pues hasta ahora lo usaba b¨¢sicamente como mero entretenimiento. Pero lo que m¨¢s le ha gustado del curso es aprender a grabar con una c¨¢mara, el uso de los diferentes planos, etc¨¦tera. Tambi¨¦n les ense?aron a ver anuncios publicitarios. 'Los ve¨ªamos y luego se comentaban'. Era fiel seguidor de Friends y ahora, de Cu¨¦ntame.

V¨ªctor reconoce que a muchos de sus compa?eros el curso les ha dejado indiferentes 'como otras actividades'. A ¨¦l no. No parece que haya sido el gran descubrimiento de su vida, pero, al menos, a partir de ahora se percata de cosas que antes le pasaban desapercibidas. En casa de los Ortiz, madre, padre e hijos pr¨¢cticamente jam¨¢s se sientan juntos a ver la televisi¨®n. Pocas horas pasan ante ella. Y tienen costumbre de grabar programas y verlos al d¨ªa siguiente. Por lo que cuenta, en el caso de V¨ªctor no se cumple la estad¨ªstica que dice que cada adolescente pasa 1.500 horas al a?o ante la tele frente a las 900 horas lectivas de un curso.