Uni2 incumple sus acuerdos con el Gobierno catal¨¢n, que fueron avalados por 28,9 millones

El operador al-pi, controlado por Uni2 y fruto de la mayor privatizaci¨®n realizada por el Gobierno catal¨¢n, se ha convertido en una patata caliente para la Generalitat. Uni2, filial de France T¨¦l¨¦com, no est¨¢ cumpliendo los compromisos de empleo, inversi¨®n y estrategia que asumi¨® con avales de 28,85 millones de euros en 1999, un a?o m¨¢s dulce que el actual para el sector, tras hacerse con el 75% de al-pi por 78,13 millones de euros. Antes de plantearse ejecutar los avales, la Generalitat prefiere negociar con Uni2 para que al-pi no sea una mera sucursal de este operador.

La privatizaci¨®n del negocio del Centro de Telecomunicaciones de la Generalitat, que se ha troceado en varias empresas -entre las que est¨¢ Catalana de Telecomunicacions, que opera en el mercado de empresas catal¨¢n con la marca comercial al-pi- es la mayor acometida por el Gobierno catal¨¢n. Desde el principio ha generado pol¨¦mica.

Uno de los trozos, el operador de infraestructuras de telecomunicaciones Tradia, fue adjudicado, sin concurso previo, directamente a la concesionaria de autopistas Acesa, con el argumento de que hab¨ªa que 'asegurar su catalanidad'. Acesa est¨¢ controlada por La Caixa.

El otro trozo, al-pi, s¨ª fue adjudicado por concurso, y lo gan¨® Uni2 tras pagar una cantidad cuatro veces m¨¢s elevada que el precio de salida fijado, que s¨®lo ascend¨ªa a 12,6 millones de euros. La filial espa?ola de France Telecom se present¨® al concurso despu¨¦s de que se lo recomendara la firma Europraxis, de la que es fundador y principal estratega Josep Pujol, uno de los siete hijos del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.

El elevado precio pagado por Uni2 para obtener la adjudicaci¨®n de al-pi (49,38 millones de euros, cifra que se elev¨® a 78,13 millones de euros tras aumentar de inmediato el control sobre al-pi a un 75%) se explic¨®, en el contexto de 1999, por el inter¨¦s de Uni2 en usar esta plataforma catalana como un trampol¨ªn m¨¢s para competir en su propio terreno con Retevisi¨®n, con sede en Barcelona. Adem¨¢s del precio y del respaldo tecnol¨®gico que supon¨ªa un peso pesado como France T¨¦l¨¦com, en favor de Uni2 pes¨® una serie de compromisos que la Generalitat quiso amarrar para potenciar su Euskaltel catal¨¢n. Uni2 aval¨® estos compromisos con 28,85 millones de euros.

Entre las promesas m¨¢s significativas figuran una inversi¨®n acumulada en 10 a?os (el plazo se cumple a finales de 2008) de 288,49 millones de euros, la creaci¨®n de 540 empleos en Catalu?a y la centralizaci¨®n en Barcelona de la actividad de Investigaci¨®n y Desarrollo (I+D), ingenier¨ªa de clientes y m¨¢rketing estrat¨¦gico. Todo ello, corolado con un modelo de negocio que no planteara duplicidades entre la actividad empresarial de al-pi y la de Uni2 en Catalu?a. La Generalitat, que a¨²n posee el 25% de al-pi, entendi¨® que todos los clientes de Uni2 en esta comunidad deb¨ªan ser objeto de un trasvase a al-pi.

Cambio de escenario

Pero el marco en el que se pactaron los compromisos recogidos en centenares de folios ha cambiado, tres a?os despu¨¦s de la adjudicaci¨®n. El hecho de que France T¨¦l¨¦com se quedara sin licencia de telefon¨ªa m¨®vil necesariamente ha rebajado el inter¨¦s del gigante franc¨¦s por el mercado espa?ol, un hecho objetivo al que sigue una estela de rumores sobre sus planes futuros en Espa?a. Los cambios en la c¨²pula de Uni2 que se derivaron del control al 100% por France T¨¦l¨¦com han llevado a al-pi a ver pasar tres primeros ejecutivos en tres a?os: Ignacio Vidaurr¨¢zaga, Carlos Bages y Aime Brial.

Los compromisos en inversi¨®n y empleo se cumplieron hasta diciembre de 2001. Este a?o, la cosa cambia: seg¨²n los planes iniciales, en 2002 deber¨ªan invertirse 108,18 millones de euros, pero s¨®lo se han presupuestado 84 millones. Tras aterrizar en el cargo, el responsable de France T¨¦l¨¦com en Espa?a, Herv¨¦ Kauffmann, ya dej¨® claro que se invertir¨ªa en funci¨®n de la rentabilidad. Este a?o, la cifra de empleados deber¨ªa superar los 400, pero el a?o acabar¨¢ con una cifra inferior a 300, despu¨¦s de que, en 2001, se produjera adem¨¢s un goteo de contratos rescindidos, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a al-pi. La b¨²squeda de sinergias ha centralizado la I+D en Madrid, y hay discrepancias entre Uni2 y la Generalitat sobre los clientes a trasvasar.