El h¨¦roe silencioso
Neuville, uno de los culpables del gran ¨¦xito del Leverkusen, no triunf¨® en el Tenerife hace cinco a?os
Definitivamente, cualquier tiempo pasado fue peor. Que se lo pregunten si no a Neuville, el h¨¦roe del Bayer Leverkusen, quien hace cinco temporadas tuvo un paso fugaz, y algo gris, por Espa?a. Oliver Neuville, natural de Suiza, celebr¨® ayer su 29 cumplea?os con la resaca de haber sido el gran protagonista de la mayor gesta ocurrida en la historia del Bayer Leverkusen.
Lejos quedan los tiempos en que Neuville aterrizaba en Tenerife como un perfecto desconocido procedente del Servette de Suiza, de la mano del que fuera segundo entrenador del conjunto insular, Edwald Lienen. Eran los tiempos gloriosos y europeos de un Tenerife dirigido por Jupp Henyckes en su segunda temporada. Fue la campa?a m¨¢s brillante del conjunto blanquiazul, a la que contribuy¨® Neuville con sus 5 goles en los 33 partidos de Liga que disput¨®, y su participaci¨®n en la Copa de la UEFA, donde el equipo lleg¨® a las semifinales para caer ante el Shalke 04 alem¨¢n.
Durante aquella temporada 96-97, Neuville se caracteriz¨® por su sencillez, su amabilidad con todos y, fundamentalmente, por su rapidez como futbolista. Era, y es, una de sus mayores virtudes, aunque la principal era su capacidad para rematar a puerta desde cualquier posici¨®n y bajo cualquier circunstancia. Eso lo demostr¨® en los dos partidos de las semifinales de la Liga de Camepones. Ya en Old Trafford marc¨® el empate a dos. Y el martes, en la vuelta, agarr¨® un bal¨®n al borde del ¨¢rea y, sobre la marcha, envi¨® un disparo alto que supuso el tanto que dio el pase a la final de Glasgow a su actual club, el Bayer Leverkusen.
Quiz¨¢s su car¨¢cter apacible, (algunos dicen que le falt¨® algo de mala uva) o el hecho de que Heynckes siempre le pon¨ªa como carrilero por la izquierda, cuando su verdadera posici¨®n es la de delantero, impidi¨® su triunfo en Tenerife. Adem¨¢s, la temporada siguiente se encontr¨® con un entrenador, V¨ªctor Fern¨¢ndez, que no confi¨® en ¨¦l y prefiri¨® a hombres como el holand¨¦s Roy Makaay o el portugu¨¦s Domingos. Lleg¨® el momento de cambiar de aires. El Consejo de Administraci¨®n del Tenerife no quer¨ªa desprenderse de ¨¦l y trat¨® de cederlo a alg¨²n club espa?ol. Sin embargo, seg¨²n manifiesta el presidente, Javier P¨¦rez, ning¨²n equipo nacional quiso adquirir sus servicios. Por ello, no qued¨® m¨¢s remedio que traspasarlo al equipo alem¨¢n del Hansa Rostock, que en aquellos momentos entrenaba el valedor del futbolista, Edwald Lienen, y que no se conformaba con una cesi¨®n, sino que quer¨ªa tenerlo en propiedad. No se equivoc¨® al adquirirlo por algo m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares porque all¨ª disfrutaron de su juego y sus goles. Neuville encontr¨® el triunfo que no pudo lograr en la Liga espa?ola. Comenz¨® a vestir la camiseta de la selecci¨®n de Alemania, puesto que ten¨ªa la doble nacionalidad germana y suiza, y se consolid¨® como futbolista.
El Bayer Leverkusen, equipo revelaci¨®n de la Bundesliga, le ha llevado a conocer el mayor de los ¨¦xitos. Con su inestimable colaboraci¨®n, incluido dos goles en las semifinales, la escuadra alemana ha logrado colarse en la gran cita del f¨²tbol europeo. Glasgow puede ser la catapulta definitiva en la carrera deportiva de Neuville, aunque todav¨ªa le quedan muchos episodios que vivir, entre ellos el Mundial en Jap¨®n y Corea.
Pero a pesar de todo el ¨¦xito, se sigue acordando de su paso por Espa?a. Suele visitar Tenerife, donde naci¨® uno de sus hijos, e incluso todas las navidades env¨ªa al presidente, Javier P¨¦rez, una foto de sus peque?os. Ha dicho que para ¨¦l es un orgullo haber participado en la mejor temporada de toda la historia del Tenerife, aunque lamenta no haber podido brillar en la que considera la mejor Liga del mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.