Un novato en Glasgow

Por la v¨ªa heroica, el Bayer Leverkusen, el gran tapado de esta Copa de Europa, se col¨® ayer en la primera gran final de su modest¨ªsima historia. Lo hizo a lo grande, frente a uno de los cocos del torneo, el Manchester. Y lo consigui¨® tras uno de esos duelos que curten de verdad para toda la vida, uno de esos encuentros cortos de juego pero desbordado de emociones.

El Leverkusen comenz¨® la noche m¨¢s radiante de su vida con el freno de mano echado. El miedo a las alturas le hizo ser un equipo m¨¢s p¨¢lido de lo habitual. Es curioso, pero el United le atemoriz¨® m¨¢s en su campo que en Old Trafford. Tuvo mucho que ver con la intrahistoria de ambos: uno de los magnates del f¨²tbol mundial, frente al seductor pero modesto Bayer, con una Copa de la UEFA y una Copa alemana como ¨²nico bot¨ªn. Una cosa es cuando no hay nada que perder -caso del partido de ida- y otra cuando hay mucho que ganar.

El Manchester, curado de espanto en batallas similares, adivin¨® pronto que a su rival le rechinaban los dientes y, sin grandes alardes, le comi¨® el terreno. Sobre todo, a ra¨ªz de la lesi¨®n de Nowotny, un central muy alem¨¢n, pesadote y algo torp¨®n, pero an¨ªmicamente influyente por su condici¨®n de capit¨¢n y capaz de despejar hasta un cochinillo. Sin el techo del Leverkusen, el conjunto ingl¨¦s descubri¨® un chollo en cada c¨®rner. Primero, a Johnsen le reba?¨® un cabezazo sobre la l¨ªnea Ze Roberto; luego, Basturk desvi¨® en el ¨¢rea peque?a un remate de Ver¨®n con su pie derecho; y, acto seguido, el meta Butt recibi¨® bajo el larguero un pelotazo de Johnsen, que esta vez lo intent¨® con el pecho. Entre medias, Keane, el jefe ingl¨¦s, ya hab¨ªa resuelto de forma maravillosa un resbal¨®n de Zivkovic, un lateral improvisado como central tras la grave herida de Nowotny, al que le triscaron los ligamentos cruzados de la rodilla derecha.

Con el marcador en contra y el Manchester al mando de las operaciones, el Bayer se colg¨® de Basturk, un turco que se mueve como una ardilla all¨¢ donde a la mayor¨ªa se les apagan las luces, cerca del ¨¢rea. Basturk fue el mejor remedio de los alemanes, que de nuevo torcieron el morro cuando Lucio, el central sano que les quedaba, se lastim¨® en un giro. El partido enfilaba hacia el descanso, la mejor terapia para el Bayer, pero justo cuando el defensa brasile?o cojeaba -lo hizo hasta el final-, Basturk enganch¨® con Ze Roberto y Neuville se invent¨® un remate violent¨ªsimo que revent¨® el larguero y enrosc¨® la pelota en la red.

Aliviado por el empate, el Leverkusen tuvo mejor pinta al inicio del segundo acto. Con las prisas, el Manchester se sinti¨® m¨¢s angustiado. Se destap¨® en la defensa y abland¨® el centro del campo al retirar a Butt. El Leverkusen estuvo m¨¢s c¨®modo. Se encomend¨® a la velocidad de Basturk, Ze Roberto y Neuville y, cuando el United decidi¨® tomar su ¨¢rea al asalto, se sostuvo en pie con las filas bien apretadas. Y con Lucio en parihuelas. Aupado el muro alem¨¢n, el partido deriv¨® hacia un final ¨¦pico, con el United sumando un delantero tras otro y el Bayer despejando hasta con los cojos; con Placente ara?ando bajo el larguero un remate del uruguayo Forl¨¢n; con Barthez subiendo a rematar un c¨®rner. Tremendo. La Copa de Europa en estado puro. El Leverkusen ya sabe lo que cuesta verla muy de cerca.