Aparicio llama a CC OO y UGT a abrir una mesa de negociaci¨®n

La jornada del Primero de Mayo adopt¨® un cariz diferente en el discurso del ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio. Frente a las consignas de huelga que emerg¨ªan de las manifestaciones, Aparicio hizo un llamamiento a los sindicatos 'y al conjunto de la sociedad' para abrir una mesa de di¨¢logo. Esta mesa persigue alcanzar el objetivo del pleno empleo en 2010 (compromiso que se han marcado todos los pa¨ªses comunitarios), m¨¢s all¨¢ de la reforma del paro.

El ministro hizo estas declaraciones tras presentar los ¨²ltimos datos de afiliaci¨®n a la Seguridad Social, que cerr¨® el mes de abril con m¨¢s de 16 millones de cotizantes. Aparicio calific¨® la propuesta del Gobierno de 'razonable y equilibrada' y defendi¨® el di¨¢logo como 'el camino que mejor ha funcionado en Espa?a'. El texto, seg¨²n Aparicio, no es un documento cerrado, sino que 'puede haber aspectos mejorables o aspectos a convenir con los agentes sociales'.

Salir del paro

El objetivo de la reforma es, para el ministro de Trabajo, que los trabajadores est¨¦n el menor tiempo posible en el paro. Adem¨¢s, considera que el texto contiene reivindicaciones hist¨®ricas del movimiento sindical como la extensi¨®n del sistema contributivo para las prestaciones en el mundo agrario y la extensi¨®n de este derecho a los trabajadores de toda Espa?a, no s¨®lo los de Andaluc¨ªa y Extremadura. Este argumento es rechazado por los sindicatos, que consideran muy dif¨ªcil que un trabajador pueda cobrar la prestaci¨®n contributiva.

Otra de las ventajas resaltadas por el ministro es la mejora de los colectivos con mayor dificultad para insertarse en el mercado de trabajo, como las mujeres y otros destinatarios de pol¨ªticas de renta activa de inserci¨®n.

Aparicio subray¨® que el documento del paro s¨®lo pretende fijar una posici¨®n respecto de los objetivos y m¨¦todos que se deben seguir, y record¨® que los agentes sociales no han presentado 'ninguna propuesta'.

De momento, la posici¨®n de los sindicatos consiste en rechazar esa negociaci¨®n con el Gobierno, ya que la consideran una trampa. Las centrales creen que el Ejecutivo no va a variar sustancialmente su propuesta y que solamente plantea negociar para escenificar un di¨¢logo ausente en todo este proceso, ya que la reforma del paro se fragu¨® sin contar con las aportaciones de los agentes sociales. Por esta raz¨®n, las centrales consideran est¨¦ril el di¨¢logo con el Ejecutivo.