Duelo en el asfalto por los peajes

La pugna por el control de la concesionaria de autopistas de peaje Iberpistas, por la que pujan sus rivales Acesa y ?urea, puede acabar en los tribunales en un cap¨ªtulo m¨¢s de una guerra en la que est¨¢ en juego una porci¨®n del apetecible negocio de las autopistas de peaje, que el a?o pasado movi¨® 1.276 millones de euros.

Acesa estudia impugnar una de las resoluciones aprobadas en la movida junta de accionistas de la semana pasada de Iberpistas, en la que posee un 8,1% del capital y es socia en diversos proyectos, y que se tradujo en la exclusi¨®n de su representaci¨®n en el consejo. La disputa se produce poco despu¨¦s de que Acesa, n¨²mero uno del sector, se atreviera a plantar cara al acuerdo de fusi¨®n alcanzado entre el n¨²cleo duro de su rival y ?urea, otra compa?¨ªa de la competencia controlada por el grupo de la construcci¨®n Dragados, lanzando el 19 de marzo pasado una oferta p¨²blica de adquisici¨®n (OPA) hostil para hacerse con el capital que a¨²n no posee de Iberpistas a cambio de 11 euros por acci¨®n. ?urea respondi¨® con una contraoferta a 13 euros, que mejora en un 18% la anterior y que todav¨ªa est¨¢ pendiente de autorizaci¨®n por la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores.

La pugna entre Acesa y ?urea coincide con el buen momento del negocio del peaje

La batalla por Iberpistas coincide con uno de los mejores momentos para el negocio del peaje, que se est¨¢ beneficiando de un plan de infraestructuras gubernamental que prev¨¦ inversiones por 39.800 millones de euros hasta 2010. Aparte de los 2.320 kil¨®metros de autopistas que ya atraviesan territorio espa?ol, hay otros 794 kil¨®metros proyectados y 465 en construcci¨®n, entre los que se encuentran las radiales de acceso a Madrid, 260 kil¨®metros de autopistas de peaje que pretenden acabar con las grandes congestiones de tr¨¢fico que se registran en las salidas y entradas de la capital.

'Las compa?¨ªas quieren ganar tama?o para tener m¨¢s opciones de cara a los concursos de autopistas que se van a efectuar en toda Europa', se?ala Daniel Rodr¨ªguez, analista del sector en Schroder Salomon Smith Barney. 'Pero es complicado buscar una justificaci¨®n financiera a la operaci¨®n', puntualiza en relaci¨®n a las ofertas de compra sobre Iberpistas. Una concesionaria puede sumar m¨¢s kil¨®metros de autopistas, pero esto no le permitir¨¢ en todo caso reducir costes, como los de mantenimiento. 'Los proyectos de las radiales son interesantes, pero no es tan f¨¢cil ver el negocio. Adem¨¢s, van con retraso y estp restar¨¢ rentabilidad al proyecto', a?ade. Estas cuatro codiciadas autopistas de peaje no entrar¨¢n en funcionamiento hasta al menos 2004 y superar¨¢n el presupuesto previsto en la adjudicaci¨®n.

Sin embargo, la guerra para el control de Iberpistas, con intereses directa o indirectamente en tres de las radiales (R-2, R-3 y R-5) y que gestiona el peaje de la A-6, se ha recrudecido en los ¨²ltimos d¨ªas. La ofensiva de Acesa ha disgustado a las familias que controlan Iberpistas -Godia, Blasco, L¨®pez Casas y la constructora Sacyr, que suman el 52% del capital-, que han recomendado a los accionistas que no apoyen su OPA y han forzado la salida del consejo de administraci¨®n del representante de Acesa y director general de esta compa?¨ªa, Salvador Alemany, tras reducir por sorpresa de 16 a 8 el n¨²mero de miembros del consejo. Tambi¨¦n fue excluido Juan Antonio Samaranch, que si bien figura como consejero independiente, representaba a La Caixa hasta que ¨¦sta vendi¨® sus acciones a Acesa, controlada a su vez por la entidad financiera catalana. 'Nos reservamos la posibilidad de emprender las acciones jur¨ªdicas pertinentes', amenaz¨® Alemany durante la junta de accionistas celebrada el martes pasado alegando que la reducci¨®n del consejo no estaba en la orden del d¨ªa. Estos casos se suelen dirimir en los tribunales ordinarios de justicia. 'Cuando Acesa lanz¨® su OPA hostil, el consejero de Iberpistas dimiti¨® del consejo de Acesa', se?ala Jos¨¦ Antonio L¨®pez Casas, consejero y portavoz de Iberpistas, 'y era de esperar que el consejero de Acesa hiciera lo mismo o, al menos, que dejara su cargo en suspenso'. Indica, adem¨¢s, que quiz¨¢s se pueda impugnar la decisi¨®n de reducir el consejo, pero que el cese de consejeros 'se puede abordar en cualquier momento'.El enfrentamiento amenaza con poner fin a a?os de buenas relaciones entre Acesa e Iberpistas, que son socias a medias en Iberacesa.