'Balseros'
Cuba reaparece informativamente cuando Fidel Castro se toma una queimada con Fraga, o cuando se pelea con Fox, o cuando un perseguid¨ªsimo dirigente de la oposici¨®n al castrismo, Pay¨¢, relacionado con Duran Lleida y la Internacional Popular, obtiene la libertad y presenta inmediatamente las firmas necesarias para que la Asamblea cubana se plantee el cambio de r¨¦gimen y el acceso a la democracia. Mientras tanto, la isla ha seguido existiendo, sigue existiendo, y si repasamos hemeroteca desde que se volvi¨® a poner de moda con motivo de la visita del Papa, reaparecen los boleros de siempre y la evidencia de que lo cotidiano y lo hist¨®rico a veces son ¨¢ngulos opuestos por el v¨¦rtice: una es la Cuba que sobrevive a las dificultades de lo cotidiano, es decir, los cubanos; y otra es el emblema de lo que pudo haber sido y no fue o del Patria o muerte.
Cuando reaparece la mercanc¨ªa informativa Cuba repaso lo que el mercado ofrece sobre cad¨¢ver tan exquisito o vivo tan agonizante y observo que en las carteleras se sostiene Balseros, pel¨ªcula obligatoria para entender qui¨¦nes son, de d¨®nde vienen y a d¨®nde van los balseros cubanos. Carles Bosch y David Trueba como guionistas y Josep Maria Dom¨¨nech y el propio Bosch como directores se han responsabilizado de un documental interesant¨ªsimo e inc¨®modo, creo, para buena parte de las miradas excitadas en cuanto suena el nombre de la isla como si fuera el pistoletazo de salida para una carrera hasta el borde del abismo. Entre los espl¨¦ndidos artistas del club Buenavista, dir¨ªase que ancianos dioses emergentes de sus propias tumbas profesionales y el drama balsero que tuvo en un ni?o Eli¨¢n el principal protagonista, la encarnaci¨®n de la inocencia limpia y a la vez rescatada de las aguas, el espect¨¢culo cubano no decrece y en cuanto se plantea se deshumaniza, porque lo que est¨¢ en juego supuestamente es el definitivo final de la guerra fr¨ªa.
?Y si lo que estuviera en juego no fuera eso, sino el derecho de los cubanos a la patria de lo cotidiano, a poner en descanso la musculatura hist¨®rica y no gastarla remando acorralados por los guardacostas, los cocodrilos y la CNN? Balseros apuesta por la evidencia de que el isle?o es la medida de todas las islas.
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