Defensa aplicar¨¢ el cese forzoso a subordinados y jefes que mantengan 'relaciones de afectividad'
El expediente de p¨¦rdida de destino incluir¨¢ la toma de declaraci¨®n por escrito a los implicados
El Ministerio de Defensa considera que las relaciones sentimentales entre mandos y subordinados perturban la disciplina de las Fuerzas Armadas. Por eso ha incluido, entre las causas para el cese forzoso, la de 'ser c¨®nyuge o mantener an¨¢loga relaci¨®n de afectividad' con otro militar con el que exista una dependencia jer¨¢rquica. As¨ª figura en el Reglamento de Destinos del Personal Militar Profesional aprobado el viernes por el Gobierno. El cese del superior o del inferior se decidir¨¢ tras un expediente, en el que se dar¨¢ 'audiencia previa a los interesados, cuyas manifestaciones constar¨¢n por escrito'.
La incorporaci¨®n masiva de la mujer a las Fuerzas Armadas est¨¢ provocando que cada vez sean m¨¢s frecuentres las relaciones sentimentales entre militares. Cuando uno de los miembros de la pareja est¨¢ a las ¨®rdenes del otro, ¨¦ste debe calificar su conducta, asignarle guardias o imponerle arrestos, con el consiguiente recelo de sus compa?eros. 'Es obvio que estas relaciones son perturbadoras para la disciplina', alega el subsecretario de Defensa, V¨ªctor Torre de Silva.
Para intentar resolver este problema, el reglamento publicado el s¨¢bado en el BOE se?ala, como causa para no poder acceder a un destino o para el cese forzoso en el mismo, el 'ser c¨®nyuge o mantener an¨¢loga relaci¨®n de afectividad, as¨ª como tener una relaci¨®n de parentesco hasta segundo grado de consanguinidad [padres, hijos y hermanos] o afinidad [suegros, yernos, nueras y cu?ados] con otro militar profesional destinado en la misma unidad, centro u organismo y existir una relaci¨®n de mando org¨¢nico directo o de subordinaci¨®n en los mismos t¨¦rminos'.
Los militares ya no est¨¢n obligados a pedir autorizaci¨®n para contraer matrimonio, pero s¨ª deben comunicarlo, por lo que esta relaci¨®n es de dominio p¨²blico, como tambi¨¦n lo son las de consanguinidad o afinidad. El problema radica en c¨®mo demostrar una 'relaci¨®n de afectividad an¨¢loga a la conyugal'. Torre de Silva alega que no pod¨ªa excluirse a las parejas de hecho, porque supondr¨ªa discriminar a los matrimonios y porque son tan distorsionadoras como aqu¨¦llos.
La definici¨®n de 'relaci¨®n de afectividad an¨¢loga a la conyugal', agrega, se ha tomado de otros textos legales, como la Ley de Arrendamientos Urbanos o la de Apoyo a la Movilidad Geogr¨¢fica de las Fuerzas Armadas. En ambas normas, sin embargo, dicha definici¨®n se acompa?a de un dato objetivo: la convivencia durante al menos dos a?os. Adem¨¢s, al menos uno de los afectados, para obtener los beneficios previstos, tiene inter¨¦s en demostrar su relaci¨®n de afectividad, mientras que aqu¨ª lo l¨®gico es que ambos intenten ocultarla.
El cese forzoso, aunque en este caso no se contempla como castigo, sino m¨¢s bien como incompatibilidad, es una de las sanciones m¨¢s duras previstas en la ley disciplinaria militar, que la reserva para las faltas graves, junto al arresto de hasta dos meses. No supone un mero traslado, sino la p¨¦rdida del destino y la necesidad de concursar por otra vacante, no siempre en la misma localidad.
Para asegurar las debidas garant¨ªas, el decreto se?ala que 'el ministro de Defensa determinar¨¢ las normas generales de cese por esta causa' y que el expediente incluir¨¢ 'la audiencia previa de los interesados, cuyas manifestaciones constar¨¢n por escrito'.
Torre de Silva asegura que los militares no tendr¨¢n que informar sobre sus 'relaciones de afectividad'. El expediente, explica, deber¨¢ basarse en pruebas objetivas, cuando existan, o en el testimonio de terceros. Y aunque se dar¨¢ audiencia a los afectados, 'no se les podr¨¢ obligar a declarar sobre su intimidad, pues podr¨ªa ir contra la Constituci¨®n'.
Este responsable de Defensa sostiene que incluir la convivencia como elemento objetivo para acreditar dicha relaci¨®n no ayudar¨ªa a solucionar el problema. Y que limitar el cese forzoso a aquellos supuestos en los que se acredite la efectiva perturbaci¨®n del funcionamiento de las unidades dificultar¨ªa la labor probatoria.
Se trata, seg¨²n Torre de Silva, de 'llevar a la norma lo que se est¨¢ haciendo en la pr¨¢ctica, con notable prudencia e insuficiente respaldo legal'. Recientemente, una marinera fue desembarcada de un buque que se marchaba de maniobras al trascender sus relaciones con un superior.
Para Defensa, el objetivo no es tanto aplicar la medida, sino contar con un 'instrumento disuasorio', una 'herramienta para los casos m¨¢s enconados', para 'aquella gente que no se avenga a una salida razonable'.
'No haremos una caza de brujas, ni resucitaremos los tribunales de honor', concluye Torre de Silva. El decreto no especifica qui¨¦n cesar¨¢ en el destino: si el superior o el inferior. Eso quedar¨¢, como muchos otros extremos, al criterio del mando.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.