Un juez brit¨¢nico encarcela a una madre por el absentismo escolar de sus hijas

Una mujer, madre soltera de cinco hijos, ha sido condenada a 60 d¨ªas de prisi¨®n porque dos de sus hijas se dedican a hacer novillos en lugar de ir al colegio. Una ley de 1996, endurecida en 2000 por los laboristas, establece penas de hasta 90 d¨ªas de c¨¢rcel por este motivo. Patricia Amos, de 43 a?os, ingres¨® en prisi¨®n la semana pasada. Pasa por ser el primer ciudadano brit¨¢nico condenado por no combatir efectivamente el absentismo escolar de dos de sus hijas, de 13 y 15 a?os. El primer ministro, Tony Blair, quiere, adem¨¢s, que se prive de subsidios p¨²blicos a las familias que consientan a sus hijos no ir a clase.

Las adolescentes Jackie, de 13 a?os, y Emma, de 15, prefieren hacer novillos en lugar de asistir a su colegio, en Banbury, en el condado de Oxfordshire. Pero a su madre esta rebeld¨ªa juvenil la ha llevado directamente a la c¨¢rcel. Desde hace dos a?os, los servicios sociales de Oxfordshire est¨¢n tratando en vano de convencer a Patricia Amos de que aplique mano dura a las ni?as y las obligue a ir a clase. La madre ha incumplido una orden de la justicia por la que debe asegurarse de que las ni?as van a clase y tampoco se ha presentado a una audiencia ante el juez.

La respuesta de ¨¦ste ha sido brutal: 60 d¨ªas de c¨¢rcel. El juez pudo imponerle una multa de hasta 2.500 libras (4.000 euros), pero prefiri¨® el m¨¢s espectacular castigo de la prisi¨®n.

Las dos ni?as, que viven ahora al cuidado de una hermana mayor, Kerry Cowman, est¨¢n muy afectadas por el ejemplarizante castigo impuesto a su madre. 'Las ni?as se quedaron horrorizadas al conocer la sentencia. Se sienten muy mal al ver que su madre ha sido castigada por su culpa', ha declarado Kerry. 'Son cr¨ªas. Jam¨¢s se les pas¨® por la cabeza que esto pudiera ocurrir', a?adi¨® la hermana mayor, de 25 a?os. 'El viernes ya fueron a la escuela y esta ma?ana han vuelto a ir. Lo ¨²nico que quieren es que su madre vuelva a casa', explic¨® ayer.

La ministra de Educaci¨®n, Estelle Morris, dio la bienvenida a la sentencia por lo que puede tener de 'terapia de choque' para combatir los novillos. Tambi¨¦n el director de la escuela de Banbury expres¨® su satisfacci¨®n. 'Cualquier padre puede ser llevado ante el juez cuando fracasan todos los intentos por conseguir que sus hijos vengan a la escuela', advirti¨® ayer.

'Durante demasiado tiempo las autoridades y los jueces han sido muy indulgentes con los padres que toleran los novillos de sus hijos', declar¨® John Dunford, secretario general de la Asociaci¨®n de Directores de Secundaria. 'Espero que esto sea una se?al de que los jueces van a apoyar a partir de ahora los esfuerzos del Gobierno y de las escuelas para enfrentarse a los novillos persistentes', a?adi¨®.

Pero no todos est¨¢n de acuerdo con tan dr¨¢stica medida. 'La cuesti¨®n es si eso es lo ¨²nico que se pod¨ªa hacer en ese caso o si la madre pod¨ªa haber sido condenada a una pena diferente, como, por ejemplo, trabajos comunitarios', declar¨® a la BBC David Rendel, diputado del Partido Liberal Democr¨¢tico. 'Se puede enviar el mismo mensaje de advertencia a otros padres castigando a la madre de otra manera; por muy exasperados que estuvieran en este caso concreto, no me parece que ¨¦sa sea una raz¨®n suficiente para enviarla a la c¨¢rcel. Estoy seguro de que hay otra manera de que madre e hijas se den cuenta de que est¨¢n obrando mal y para que otras familias tomen nota de la advertencia', insisti¨®.

Acabar con el absentismo escolar es una de las prioridades del Gobierno laborista, que no ha reparado en medios para conseguirlo. En 2000, modific¨® una ley de 1996 para aumentar de 1.000 a 2.500 libras (de 1.600 a 4.000 euros) la multa que se puede imponer a los padres de escolares absentistas y permitir a los jueces la sustituci¨®n de este castigo por penas de hasta 90 d¨ªas de c¨¢rcel cuando lo crean oportuno.

Hace dos semanas, Tony Blair lanz¨® a debate la idea de complementar esa ley retirando los subsidios p¨²blicos a las familias que consientan el absentismo escolar de sus hijos. La propuesta no fue bien recibida por todo el Gabinete porque empobrecer a¨²n m¨¢s a los pobres no les parec¨ªa a algunos de sus miembros la mejor manera de acabar con el problema. Pero Blair ha insistido en la bondad de esa terapia.