?Alcohol? No, gracias: por qu¨¦ la generaci¨®n Z bebe menos
Los m¨¢s j¨®venes redefinen su relaci¨®n con la sustancia y ser abstemio est¨¢ cada vez m¨¢s normalizado. La industria se reinventa y el mercado 0,0 gana terreno
![Alcohol generacion Z](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4B73VGGMKNFJTDVZC2AEHX2DDA.gif?auth=e4565c4e8f85f07e66b30acabc6a4a39a7d35c5761cb46d2d1e570f846441c45&width=414)
?Bebo mucho? ?Me sienta bien? ?Me gusta? Hace no tanto, los j¨®venes no sol¨ªan hacerse este tipo de preguntas. En cambio, la relaci¨®n de quienes hoy son veintea?eros con el alcohol es muy distinta: cada vez hay m¨¢s que eligen reducir su consumo o, directamente, ser abstemios. No se trata solo de los retos que se ven en redes sociales de empezar el a?o sobrio, sino que va m¨¢s all¨¢. De hecho, es una tendencia impulsada por la llamada generaci¨®n Z, la de los nacidos entre finales de los noventa y la primera d¨¦cada de los 2000. La industria del alcohol ¨Dsometida a restricciones contra una de las drogas m¨¢s extendidas y m¨¢s da?inas para la salud p¨²blica¨D ha visto clara esta filosof¨ªa: bodegas de vino y marcas de destilados invierten en su segmento desalcoholizado, siguiendo la exitosa estela de las cervezas. Las barras despachan sin complejos bebidas 0,0. No beber ha dejado de ser extra?o.
¡°Prob¨¦ el alcohol a los 18. Fue la primera vez y casi la ¨²ltima¡±, cuenta Josep Sancho, de 21 a?os, residente en Alcanar (Tarragona). Se forma para ser t¨¦cnico superior de acondicionamiento f¨ªsico y tambi¨¦n ejerce de dj. ¡°En los locales me ofrecen alcohol y digo que no tomo. Tampoco me parece profesional beber cuando se trabaja¡±, explica. Sancho no es el ¨²nico abstemio de su grupo, otro amigo suyo tampoco prueba ni gota. ¡°Nuestra condici¨®n f¨ªsica es mejor que la del resto¡±, expresa tras recordar que el alcohol es una droga como el tabaco.
¡°La mayor¨ªa de los que dicen que les gusta el sabor del alcohol mienten¡±
![Josep Sancho, de 21 a?os, en Alcanar (Tarragona).](https://cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/ZZLSDKCGK5HMZORSLZCVA3QHTI.jpg)
Josep Sancho cree que “la mayoría de las personas que dicen que les gusta el sabor del alcohol, mienten”. En su caso, no lo considera compatible con su estilo de vida. Entrena los siete días de la semana. “No quiero ser culturista, pero me gusta estar saludable”, aclara. Cree que una persona que consume alcohol no puede rendir lo mismo que él en el gimnasio. Solo toma agua y su dieta es estricta con un control de las calorías y los azúcares que consume. Sus amigos beben, pero se enorgullecen de él por no hacerlo. “Me felicitan y me dicen que ojalá pudieran dejarlo, yo les explico que es muy fácil”, cuenta.
M¨¢s de la mitad (53,6%) de los j¨®venes mayores de edad (de 18 a 30 a?os) afirma haber reducido su ingesta, seg¨²n el Estudio sobre percepci¨®n y h¨¢bitos de consumo de bebidas con alcohol entre los j¨®venes espa?oles 2023, elaborado por 40dB. Si se toma como referencia la cerveza, la bebida alcoh¨®lica m¨¢s recurrente en Espa?a, destaca el descenso en los consumidores de entre 18 y 24 a?os (un 13,3% en 2023) y de los de 25 a 34 (10,1%), seg¨²n los ¨²ltimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n.
¡°La generaci¨®n Z bebe menos que los millenials y estos, a su vez, menos que los boomers¡±, explica Andrea Mellado, de 29 a?os. Es una de las impulsoras de The Blue Dolphin Store, distribuidora de bebidas sin alcohol fundada en 2020, que el a?o pasado ha constatado un aumento del 35,5% en las ventas con respecto al ejercicio anterior. ¡°La gente joven ha visto c¨®mo beb¨ªan sus mayores y no quiere entrar en eso, no les interesa. Parece que poco a poco est¨¢n cambiando los h¨¢bitos, la manera de relacionarse, socializar y salir de fiesta¡±, detalla.
¡°No soy abstemia del todo, me considero ¡®sobrio-curiosa¡±
![Andrea Mellado, de 29 a?os, fundadora de una distribuidora de bebidas 0,0.](https://cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/5LP7ZAHPGBELRKRJCH5YDSNULA.jpg)
Andrea Mellado bebía muchísimo cuando tenía 20 años. “Ahora, no. Me considero sober-curious [sobrio-curiosa]: no soy completamente abstemia, bebo, pero soy mucho más consciente cuando lo hago”, detalla. Afirma que se siente mejor así. En 2020, junto a otros cuatro socios, fundó una distribuidora de bebidas sin alcohol, para particulares, así como bares, restaurantes y cafeterías (The Blue Dolphin Store). La iniciativa empezó porque dos de sus colegas habían dejado el alcohol. “Se dieron cuenta de que no existían bebidas para ellos y decidimos solucionarlo”. La categoría que más venden es la de vinos sin alcohol (“sobre todo blancos”), seguida de cervezas y destilados 0,0.
Las marcas de destilados tambi¨¦n han constatado cierto cambio de din¨¢mica. ¡°El mercado de bebidas sin alcohol y con bajo contenido est¨¢ experimentando un crecimiento, impulsado por los consumidores¡±, confirman desde IWSR (International Wine and Spirits Record), referencia global en este sector. Seg¨²n su ¨²ltimo informe estrat¨¦gico, de 2024, sobre bebidas sin y con bajo contenido de alcohol, en los 10 mercados clave que analiza ¨DAustralia, Brasil, Canad¨¢, Francia, Alemania, Jap¨®n, Espa?a, Sud¨¢frica, Reino Unido y EE UU¨D se prev¨¦ un crecimiento anual del 4% de esta l¨ªnea hasta 2028. Ese a?o, estiman que la categor¨ªa sin alcohol generar¨¢ un crecimiento de m¨¢s de 4.000 millones de d¨®lares (unos 3.900 millones de euros).
¡°El segmento 0,0 atrae un n¨²mero mayor de nuevos consumidores que las opciones bajas en alcohol¡±, concluye el estudio. Adem¨¢s, estos compradores ¡°tienden a ser m¨¢s j¨®venes y muestran una mayor frecuencia e intensidad de consumo¡±. En 2022, en los mercados analizados por IWSR hab¨ªa 38 millones de consumidores 0,0; el a?o pasado, la cifra ascendi¨® hasta los 61 millones. A la vez, las compras de alcohol disminuyen: un 20% menos el a?o pasado con respecto al 2000.
A pesar de que la tendencia a desalcoholizarse est¨¢ presente en la sociedad, la realidad es que sigue siendo la sustancia psicoactiva m¨¢s consumida en Espa?a: el 76,5% de las personas de entre 15 y 64 a?os lo ha tomado en los ¨²ltimos 12 meses, seg¨²n una encuesta sobre alcohol y otras drogas, publicada en 2024 por el Ministerio de Sanidad.
¡°El consumo est¨¢ muy arraigado en la cultura espa?ola¡±, lamenta Jaime Bartolom¨¦, c¨®mico y guionista de 48 a?os, residente en Madrid. Lleva m¨¢s de un cuarto de siglo sobrio ¨D¡±eso te da perspectiva¡±¨D y ahora ve que su posici¨®n est¨¢ m¨¢s normalizada: ¡°Conozco a una docena de personas abstemias, la mayor¨ªa m¨¢s j¨®venes que yo. Hace 15 a?os era muy dif¨ªcil dar con ellas¡±.
¡°No me cost¨® dejarlo, me lo pasaba igual de bien de fiesta¡±
![Jaime Bartolom¨¦, guionista y c¨®mico de 48 a?os, en Madrid.](https://cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/KTIVTY7GYBA2JI6VYDZNUE3IA4.jpg)
Jaime Bartolomé empezó a consumir alcohol de forma esporádica con 14 años, pero paró de hacerlo con 21, cuando le diagnosticaron la enfermedad de Crohn: “Mi cuerpo lo agradeció, lo que más me sorprendió es que no me costó dejarlo porque me lo pasaba igual de bien de fiesta”. Con su entorno más cercano no le supuso problema, pero en reuniones de trabajo todavía se asustan cuando pide un refresco, sobre todo, en ambientes más masculinos. “Hay un vínculo clarísimo entre la testosterona y el alcohol”, refiere.
A Bartolom¨¦ el consumo de bebidas alcoh¨®licas le provocaba reacciones desagradables. ¡°Me llenaba de inseguridad y de emociones negativas con tremendas lloreras¡±, recuerda. No echa de menos esa sensaci¨®n. El alcohol es un depresor del sistema nervioso central, ¡°pero puede inducir casi cualquier estado emocional¡±, matiza Gabriel Rubio, jefe de Psiquiatr¨ªa del Hospital Universitario 12 de Octubre, especializado en el tratamiento de la dependencia al alcohol.
¡°Por eso, cuando uno est¨¢ triste, lo toma para levantar el ¨¢nimo, para distraerse si se encuentra aburrido, para excitarse o tambi¨¦n como relajante al llegar a casa despu¨¦s del trabajo¡±, explica el doctor, autor del libro El laberinto de cristal. C¨®mo detectar las se?ales y actuar si vives con un adicto al alcohol. Advierte, adem¨¢s, de que su consumo merma la capacidad para transmitir emociones y tambi¨¦n para detectarlas. De ah¨ª que celebre que vayan apareciendo referentes 0,0: ¡°Ayudan a validar el estilo de vida abstemio como una opci¨®n respetable, sin estigmas¡±.
De hecho, cada vez m¨¢s celebridades hacen p¨²blico su abandono del alcohol o el control de su ingesta. Han dado ese paso personas como Dani Mart¨ªn, Jorge Javier V¨¢zquez, Mario Casas o Nathy Peluso. Estos dos ¨²ltimos hablaron del asunto en La Revuelta, el magazine nocturno de Televisi¨®n Espa?ola presentado por David Broncano, que tampoco bebe. Durante la emisi¨®n de las campanadas de final de a?o, tanto ¨¦l como la c¨®mica Lalach¨²s ¨Dlos dos anfitriones del evento en la cadena p¨²blica¨D brindaron con bebidas sin alcohol.
¡°Los j¨®venes imitan a los referentes y es una oportunidad muy buena para demostrar que se puede vivir sin alcohol¡±, resume Sandra Rom¨¢n, dietista de 46 a?os, residente en Vigo. Ella dej¨® de beber antes de cumplir los 30 y ha percibido un cambio social con respecto al consumo: ¡°Ya no se hacen las locuras que se hac¨ªan antes, a los ni?os nos daban una copita de Sans¨®n [un vino quinado de sabor dulz¨®n] los domingos a modo de postre y aguardiente si nos dol¨ªa una muela. Ahora es impensable¡±.
"Era una tonter¨ªa hacer algo que no me gustaba para encajar"
Sandra Román empezó a beber alcohol al cumplir la mayoría de edad porque era “lo normal” para integrarse, pero le afectaba demasiado: “Maduré y me di cuenta de que era una tontería hacer algo que no me gustaba para encajar”. Normalmente toma agua, “como mucho un refresco”. Reconoce que a veces la han mirado raro por ser abstemia. "¿Pero no bebes nada, nada?" le preguntan sorprendidos. Cree que las personas obvian los peligros relacionados con el alcohol. Hace menos de diez años que terminó sus estudios en Dietética: “Desde entonces, soy mucho más consciente”.
Laura Botana, de 24 a?os, reconoce que ¡°hace a?os pensaba que estaba sola en esto¡±, pero ver a Broncano y a Lalach¨²s brindar sin alcohol le hizo muy feliz. Le gust¨® sentirse representada. ¡°Normalizan que existen personas que no queremos beber, ni un poquito, ni un traguito. La vida 0,0 es la vida mejor¡±, expresa esta mujer madrile?a, que ahora vive en Kenia porque trabaja en un proyecto de acci¨®n humanitaria.
Hay una frase que Botana ha tenido que escuchar cientos de veces: ¡°Venga, que a la primera te invito yo¡±. As¨ª, en muchas ocasiones terminaba bebiendo solo para que la dejaran en paz: ¡°Era muy desagradable. La mayor¨ªa de bebedores que conozco me han reconocido que cuando empezaron a tomar cerveza, no les agradaba el sabor. A pesar de ello, me defend¨ªan que era cuesti¨®n de acostumbrarse. Es surrealista¡±.
¡°No disfrutaba bebiendo, era como probar detergente¡±
![Laura Botana, de 24 a?os, especialista en Relaciones Internacionales en Amm¨¢n (Jordania), en una imagen cedida.](https://cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/LQFZ6M7MPZAHLCWDTFWCPDULGA.jpg)
Laura Botana probó el alcohol en su adolescencia por presión social, pero lo dejó en 2022, cuando pidió a sus amigos que no la atosigasen más por no tomarse una copa. “No disfrutaba bebiendo, lo pasaba mal, era como probar detergente”, relata. Confiesa que, a veces, tuvo que decir que no podía beber por motivos religiosos o por una cuestión de salud para salir airosa de ciertas situaciones, algo que ahora ha cambiado porque ya reconoce abiertamente que no le gusta.
A Guillermo Escribano, guionista madrile?o de 36 a?os, le costaba entender el ocio sin alcohol: ¡°Me parec¨ªa soso y completamente imposible¡±. Aunque lleva sin beber desde Nochevieja, no es abstemio. ¡°No s¨¦ si me gusta beber; me atrae m¨¢s la sensaci¨®n de desinhibici¨®n y relajaci¨®n con la que relacionaba el alcohol¡±, cuenta. Para Escribano fue clave darse cuenta de que quedaba con sus amigos para alcoholizarse. ¡°Ese era el plan. Y al final solo era divertido una de cada 20 veces que beb¨ªa. Empec¨¦ a ser m¨¢s consciente del consumo que hac¨ªa y descubr¨ª que dejar de beber no era tan f¨¢cil, incluso sin tener un problema grave o sin aparentemente tenerlo¡±, agrega.
¡°Tuve que volver a aprender a ser yo sin alcohol¡±
![Guillermo Escribano, guionista de 36 a?os, en Madrid.](https://cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/RGTM2QHRJVDXXPTW3OEVOCJK3A.jpg)
A Guillermo Escribano no le gustaba la relación que tenía con el alcohol. Empezó a beber en la adolescencia “con los típicos cócteles dulzones, junto a mi hermana y mi prima cuando veraneábamos en Benidorm”, recuerda. “Siendo parte del colectivo LGTBIQ+ viví una adolescencia en el armario. Con el alcohol sentía que podía ser la persona que era sin tener que pensarlo mucho; sentía que podía disfrutar”, agrega. Hace una década comenzó a replantearse su relación con el alcohol y ahora solo bebe en ocasiones concretas. La última, en Nochevieja: “Cuando dejé de beber tuve que volver a aprender a ser yo sin alcohol”.
En septiembre, Escribano acudi¨® a una despedida de soltero. No quiso beber: ¡°Cuando lo dije, me sent¨ª atacado con mucha agresividad. Una mujer me dijo: ¡®Mira qu¨¦ cara de loco tienes. Anda, t¨®mate algo, joder¡¯. Cree que ese hostigamiento est¨¢ relacionado con que la gente se siente cuestionada cuando alguien no consume. ¡°Yo no te digo que no bebas, as¨ª que si a m¨ª, por lo que sea, no me apetece, que me dejen en paz¡±, reclama.
Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, cada a?o se registran 2,6 millones de muertes atribuibles al consumo de alcohol. En Espa?a, en 2021 fallecieron 13.887 personas por esta causa, la gran mayor¨ªa por c¨¢ncer o enfermedades digestivas provocadas por la ingesta de bebidas alcoh¨®licas, seg¨²n la Monograf¨ªa sobre alcohol 2024, elaborada para el Plan Nacional sobre Drogas.
Este documento detalla que la frecuencia de consumo de alcohol a los 16 a?os ¡ªla edad media con la que los j¨®venes espa?oles comienzan a beber¡ª ha descendido entre 2012 y 2021. ¡°La cantidad de alcohol consumida entre los 12 y los 25 a?os tiene una relaci¨®n directa con m¨¢s de 14 c¨¢nceres detectados a partir de los 50¡å, alerta el doctor Rubio.
A sus 30 a?os, Ainhoa Angulo, educadora infantil procedente de Miranda de Arga (Navarra), no ha probado el alcohol en su vida. ¡°No me llamaba nada la atenci¨®n, ve¨ªa que la gente acababa por los suelos y yo no quer¨ªa eso¡±. Por no beber le han dicho que era sosa y aburrida: ¡°Me mantuve firme en mi posici¨®n, pero me cost¨®¡±.
"Cada vez me siento m¨¢s comprendida por mi entorno"
![Ainhoa Angulo, educadora infantil de 30 a?os, en Anso¨¢in (Navarra).](https://cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/PXAFEMJ2O5GF3LUZ2A75P2EMBA.jpg)
“En el pueblo era famosa por ser la que no bebía”, afirma Ainhoa Angulo. Se autodefine como "el disco duro de la pandilla" durante su juventud, pues cuando nadie se acordaba de lo que había pasado la noche anterior, ella sí: “Me sentía tranquila de haber sido consciente de todo”. Incluso, en los encuentros familiares la animaban a tomarse una copa. “Tuve que dar yo más explicaciones por no beber que mis primos pequeños por hacerlo”, cuenta. Pero, poco a poco la cuestionan menos. "Cada vez me siento más comprendida por mi entorno. Dicen que tengo más fiesta que cualquiera. Salgo hasta las ocho de la mañana con mi botellín de agua y disfruto igual”.
Las amigas de Angulo, aquellas que intentaban convencerla para que dejase de ser abstemia, beben ahora alcohol de forma espor¨¢dica y moderada: ¡°Incluso me aplauden. Cada vez estamos m¨¢s concienciados con nuestra salud. Para qu¨¦ vas a empezar un h¨¢bito que al final vas a tener que dejar¡±.