La novena espera en Hampden Park
El Madrid se juega el t¨ªtulo ante el Bayer Leverkusen en la final europea con m¨¢s desproporci¨®n hist¨®rica que se recuerda
Pocas veces una final de la Copa de Europa ofrece tanta desproporci¨®n hist¨®rica como esta noche en Glasgow. Despu¨¦s de 42 a?os, regresa el Real Madrid a Hampden Park, escenario de la ¨²ltima haza?a de la generaci¨®n que encabez¨® Di St¨¦fano. En suelo escoc¨¦s gan¨® su quinta final, y desde entonces ha a?adido tres t¨ªtulos de campe¨®n. A la cabeza del palmar¨¦s, ning¨²n club siente tan dentro el magnetismo de la principal competici¨®n del mundo, y mucho menos el Bayer Leverkusen, equipo que llega a la final sin haber ganado jam¨¢s la Bundesliga. Es la paradoja de la proclamada Liga de Campeones, pero as¨ª lo exige la mezcla de f¨²tbol y negocio que define al f¨²tbol actual y que fielmente representa el equipo alem¨¢n, financiado por la firma farmac¨¦utica Bayer.
Sin otros v¨ªnculos con el ¨¦xito que su triunfo ante el Espanyol en la Copa de la UEFA (1987), el Bayer ha atravesado un interesante proceso: surgi¨® como un paria en el f¨²tbol alem¨¢n, en medio de los prejuicios contra todo aquello que se considera artificial, pero ha acabado por convertirse en una peque?a referencia en Europa. Habitual de la Liga de Campeones, se ha ganado esta temporada la admiraci¨®n de los aficionados, que le han visto atravesar las dificultades m¨¢s extremas.
Sali¨® indemne de grupos que inclu¨ªan al Bar?a, la Juve o el Depor, borr¨® del mapa al Liverpool en el partido de vuelta de los cuartos de final, despleg¨® un juego espectacular en Old Trafford ante el United y alcanz¨® la final. Su espl¨¦ndida trayectoria no le sirve para retirar al Madrid de la condici¨®n de favorito. La historia pesa.
El Madrid, que atraves¨® un desierto de 32 a?os antes de volver a dominar la competici¨®n, llega a Glasgow en condiciones bastante parecidas a las de 1998 y 2000, los a?os de la s¨¦ptima y la octava. Como entonces, una cierta sensaci¨®n de dramatismo envuelve al equipo en un a?o muy particular, el de su centenario. A la derrota en la final de Copa frente al Deportivo ha a?adido una penosa segunda vuelta en la Liga, muy especialmente en las ¨²ltimas jornadas. Hay motivos m¨¢s que suficientes para desconfiar de un equipo que s¨®lo se ha permitido un gran partido en los ¨²ltimos meses, la vuelta contra el Bayern en los cuartos de final. El hecho de que fuera en la Copa de Europa y frente a un equipo alem¨¢n, se toma como un signo optimista.
Si la realidad obliga a pensar en un sospechoso Real Madrid, en el ambiente del equipo se observa lo m¨¢s parecido a la confianza absoluta. La situaci¨®n puede recordar a la que se produjo en las dos finales anteriores, pero los jugadores no miden al Bayer como lo hicieron con la Juve y hasta con el Valencia. Por supuesto, Del Bosque es un ejemplo de prudencia y sensatez en las declaraciones, y ning¨²n jugador se ha expresado en t¨¦rminos demasiado arrogantes, pero la atm¨®sfera es victoriosa. Algunos sienten la seguridad del que ya ha estado en compromisos de esta altura, otros miran a su alrededor y ven a Zidane, Figo, Roberto Carlos y Ra¨²l, cuatro de los jugadores m¨¢s prestigiosos del mundo. No es mal equipaje para jugar una gran final.Del Bosque hizo ayer un elogio de la normalidad en ocasiones como ¨¦sta. Dijo que no es hora de complicarse la vida con experimentos, lo que se tradujo como una prueba de confianza en el equipo habitual, con Helguera en lugar de Pav¨®n en el centro de la defensa, con Makelele como medio centro y con Solari a la izquierda. No despej¨®, en cambio, la duda sobre el titular en el centro de la delantera, donde Morientes es m¨¢s candidato por su naturaleza de ariete que por su rendimiento. No est¨¢ claro que juegue, sin embargo.
De su origen en el laboratorio del f¨²tbol, habla la reducida hinchada del Bayer en Glasgow. Acudir¨¢n 7.000 hinchas en lugar de los 12.500 que le hab¨ªa reservado la UEFA. No es un club masivo, o es una masa por hacer. Juego no le falta; jugadores, tampoco. Sobre el Bayer pesa la sospecha del efecto que pueden tener las ausencias del central Nowotny y del brasile?o Ze Roberto, futbolista que se ha convertido en esencial despu¨¦s de su discreto paso por el Real Madrid.
Futbolistas muy capaces
Aunque las bajas son importantes, hay futbolistas muy capaces en el Bayer. Lucio, central de la selecci¨®n brasile?a, se ha hecho un nombre en el f¨²tbol europeo; Ballack es el mejor jugador de Alemania; Schneider es un ejemplo de despliegue en la banda derecha; el peque?o Basturk tiene todas las condiciones para erigirse en la mayor amenaza para el Madrid por su facilidad para moverse entre l¨ªneas. A los jugadores, el Bayer a?ade un buen f¨²tbol a trav¨¦s de la posesi¨®n de la pelota, aspecto casi desconocido en Alemania. Se trata, en fin, de un notable equipo sin historia frente a otro rebosante de ¨¦xitos y tradici¨®n. ?Tiene alg¨²n significado? El Madrid deber¨ªa saber que ese peso no es suficiente: ah¨ª est¨¢n los casos del Nottingham Forest, del Aston Villa y del Steaua para demostrarlo.
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