La lista de espera en la Unidad del Sue?o de Granada para el diagn¨®stico de la apnea es de a?o y medio
Alrededor de 400.000 andaluces sufren paradas respiratorias durante las horas de descanso
Dormir y descansar no siempre son t¨¦rmimos intr¨ªnsecamente unidos. Muchas personas, mientras permanecen con los ojos cerrados, sufren innumerables paradas respiratorias, breves pero continuadas, que hacen que su sue?o sea m¨¢s un torbellino que un descanso. Estas personas padecen apnea, un trastorno que afecta en Andaluc¨ªa, seg¨²n los responsables de la Unidad del Sue?o del hospital Cl¨ªnico de Granada, a unos 288.000 hombres y 110.000 mujeres (entre un 7% y un 9% de hombres y entre un 2% y un 4% de mujeres). La lista de espera en la reducida unidad de Granada es de a?o y medio.
Esta enfermedad se trata en la mayor¨ªa de los grandes hospitales p¨²blicos de la comunidad, excepto en la provincia de Ja¨¦n. En apenas dos d¨ªas, el paciente sale con una soluci¨®n a su enfermedad. Las listas de espera superan el a?o y medio. Las consecuencias de sufrir esta enfermedad son graves. El riesgo de sufrir infarto de miocardio o cerebral aumenta entre un 20 y un 30%. La vida social y laboral tambi¨¦n se ve afectada muy negativamente.
Una de las peculiaridades de este trastorno es que normalmente es la pareja quien detecta el problema. Mientras quien lo sufre s¨®lo sabe que est¨¢ derrotado durante la vigilia, la persona que duerme al lado es quien, alarmada (y tambi¨¦n sin poder dormir) ante esos cortes en la respiraci¨®n del compa?ero o compa?era suele llevar al m¨¦dico a estos pacientes.
En el hospital, el tratamiento se reduce a dos noches. La primera, el paciente duerme unido a m¨²ltiples electrodos que dejan en un ordenador el testimonio exacto de su sue?o. La segunda noche, el paciente duerme con el que posiblemente ser¨¢ su acompa?ante el resto de noches: un aparato con una mascarilla que, por la nariz, le insuflar¨¢ una peque?a corrriente de aire que le permitir¨¢ dormir el resto de su vida sin dejar de respirar ni un solo momento.
Seg¨²n la doctora Cabello, la importancia de tratar esta enfermedad va m¨¢s all¨¢ de conseguir de una vez por todas un sue?o que signifique descanso. Por la unidad de sue?o del Cl¨ªnico granadino, pionera en este campo en Andaluc¨ªa, ha pasado, por ejemplo, un militar con numerosas sanciones por dormirse en el trabajo; o un portero que perdi¨® su trabajo porque lo consideraban un flojo; o un conductor del Talgo Granada-Madrid que se sent¨ªa permanentemente cansado. Ninguno de ellos era un vago ni buscaba cualquier rinc¨®n para descansar. Sencillamente, dorm¨ªan sin descansar hasta que se les diagnostic¨® el mal.
Enfermedad coronaria
Adem¨¢s, el riesgo de sufrir enfermedades coronarias y cerebrales aumenta. En el caso del infarto de miocardio suben entre un 25% y un 30%; en el caso de infarto cerebral, en un 20% o 25% sobre la poblaci¨®n general, seg¨²n la doctora Cabello. Tambi¨¦n la libido sufre un revolc¨®n espectacular cuando se soluciona el problema. Antes, no se estaba para nada ni para nadie.
En Andaluc¨ªa existen unidades de trastornos del sue?o en al menos un hospital p¨²blico por provincia excepto en Ja¨¦n, aunque las listas de espera para el tratamiento no son cortas. En el Cl¨ªnico de Granada, la espera es de a?o y medio. Eso s¨ª, en dos d¨ªas llegan los resultados a los pacientes. El sue?o comienza a ser, a veces por primera vez en muchos a?os, reparador.
Hasta hace 15 a?os, comenta la neum¨®loga del Cl¨ªnico Rosario Cabello, ¨¦sta era una enfermedad sin diagn¨®stico. El sue?o, o la falta de ¨¦l, no era un problema especialmente estudiado. Las paradas respiratorias durante el sue?o, de las que se pueden llegar a sufrir hasta 100 en una hora y que pueden durar desde pocos segundos hasta minuto y medio o incluso hasta 3 minutos si se ha ingerido alcohol, pueden tener un origen cong¨¦nito y aunque no est¨¢n causadas, s¨ª se ven reforzadas con la obesidad o el consumo de alcohol y tranquilizantes.
?En qu¨¦ afecta la falta de respiraci¨®n al descanso si, aparentemente, el paciente duerme toda la noche? Ese sue?o es casi ficci¨®n. Aunque los ojos est¨¢n cerrados, cada vez que se deja de respirar -el problema radica en que la laringe no es capaz de estar tensa y se cierra en esos periodos-, el cerebro s¨ª se despierta para poner en marcha de nuevo y a toda velocidad la respiraci¨®n.
Este mecanismo es, b¨¢sicamente y repetido decenas o centenares de veces durante seis o siete horas de sue?o, el causante del cansancio casi cr¨®nico en el paciente. Por cierto que es en ese despertar cerebral cuando se produce una importante descarga de adrenalina que, entre otras cosas, es responsable de que el paciente tenga ganas de levantarse para ir al ba?o en mitad de la noche.
El insomnio, un mal indudable
Adem¨¢s de la apnea hay un segundo trastorno com¨²n: el insomnio. Este s¨ª que no enga?a. Quien lo sufre pasa horas y noches en blanco y al llegar la ma?ana no tiene dudas sobre el cansancio. Estos dos males son tan diferentes que son estudiados por distintos especialistas.
En el caso del insomnio, son especialistas en neurolog¨ªa, por su componente ps¨ªquico o emocional, quienes lo tratan. En el caso de la apnea obstructiva del sue?o, son los neum¨®logos, por su origen respiratorio. Frente a lo que pueda creerse, el insomnio, seg¨²n la doctora Rosario Cabello, de la Unidad del Sue?o del hospital Cl¨ªnico de Granada, es menos relevante que los episodios nocturnos de apnea. En los ni?os este s¨ªndrome suele estar causado por unas am¨ªgdalas grandes o por vegetaciones.
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