'La crisis econ¨®mica en Am¨¦rica Latina est¨¢ debilitando la democracia'

Jos¨¦ Antonio Ocampo, secretario ejecutivo de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (CEPAL), afirma que las democracias latinoamericanas se han debilitado como consecuencia de la crisis econ¨®mica y le preocupa que una parte importante de la poblaci¨®n tiene la percepci¨®n de que el crecimiento econ¨®mico no les deja apenas frutos.

Ocampo, que dirige desde hace cuatro a?os una de las cinco comisiones regionales de Naciones Unidas que, con sede en Santiago de Chile, trata de promover el desarrollo de una regi¨®n que atraviesa serias dificultades econ¨®micas, defiende el libre mercado, aunque admite que en los pa¨ªses pobres 'corre el riesgo de generar mayor desigualdad'.

Pregunta. ?Cree que la desesperanza generada por la crisis econ¨®mica en Am¨¦rica Latina puede poner en peligro la democracia?

Respuesta. S¨ª, hay un debilitamiento de la democracia, aunque tambi¨¦n se ha consolidado en pa¨ªses como Paraguay, Ecuador y Per¨² en los ¨²ltimos 15 a?os. Pero la realidad es que una parte importante de la poblaci¨®n tiene la percepci¨®n de que el crecimiento econ¨®mico no deja frutos para la poblaci¨®n.

P. ?Cu¨¢l cree usted que son los principales problemas de la econom¨ªa en Am¨¦rica Latina?

R. En primer lugar, hay que saber manejar la excesiva volatilidad de los mercados. Hay grandes auges y fuertes crisis y para combatirlos hay que aplicar pol¨ªticas econ¨®micas antic¨ªclicas que los compensen y poner en marcha medidas de austeridad en las ¨¦pocas de abundancia. Para ello se necesita el apoyo de la comunidad internacional y una financiaci¨®n agresiva del Fondo Monetario Internacional. Por otro lado, hay que lograr que la exportaci¨®n se convierta en el motor del crecimiento econ¨®mico, que la producci¨®n nacional suministre bienes y servicios a las empresas extranjeras y a las de exportaci¨®n y, en tercer lugar, hay que lograr que ese crecimiento se traduzca en indicadores sociales.

P. ?Cree que el Acuerdo de Libre Comercio de las Am¨¦ricas beneficiar¨¢ al continente?

R. El ALCA es positivo, pero tiene que ir acompa?ado de otras medidas, como mayor liberalizaci¨®n de la mano de obra o la creaci¨®n de fondos de cohesi¨®n para el desarrollo y las regiones m¨¢s atrasadas, como se ha hecho en Europa. El libre comercio funciona en los Estados de bienestar, pero en los pa¨ªses que no han alcanzado el bienestar, el libre comercio corre el riesgo de generar mayor desigualdad.

P. ?Qu¨¦ hemos aprendido de la crisis argentina?

R. Que los errores se pagan durante mucho tiempo. Argentina se equivoc¨® por temor a una nueva hiperinflaci¨®n. En una econom¨ªa sujeta a tantos choques como lo fueron la crisis asi¨¢tica o la brasile?a es necesaria la flexibilidad, es decir la discrecionalidad econ¨®mica y pol¨ªtica frente a las reglas insostenibles.

P. ?Latinoam¨¦rica puede seguir contando con la ayuda al desarrollo de los pa¨ªses ricos como fuente de ingresos, teniendo en cuenta que ¨¦sta ha ca¨ªdo un 20% en la ¨²ltima d¨¦cada?

R. Est¨¢ claro que la ayuda es insuficiente, pero en la reciente cumbre de Monterrey se produjo un quiebro en la tendencia a la baja de la ayuda al desarrollo. Europa y EE UU incrementaron su aportaci¨®n. Los compromisos han sido mucho menores de lo esperado, pero el resultado fue positivo.