'Que un editor recomiende un libro es el camino m¨¢s corto para que no salga la cr¨ªtica'
Autor y director de uno de los m¨¢s prestigiosos suplementos literarios, Ferdinand Mount es un hombre de mejillas sonrosadas, afable y aparentemente ecu¨¢nime. Ha escrito cinco novelas y La venganza del porn¨®grafo es la primera que se traduce en Espa?a. Fascinado por la historia, reproduce la Inglaterra del siglo XVII reinventando los diarios de un antepasado suyo, que aparece citado en los c¨¦lebres diarios de Samuel Pepys.
PREGUNTA. El t¨ªtulo original de su novela es Jem (and Sam), y en Espa?a se ha publicado como La venganza del porn¨®grafo. ?Por qu¨¦ ese t¨ªtulo?
RESPUESTA. Es un t¨ªtulo que me gusta. En el original ingl¨¦s ten¨ªa un subt¨ªtulo Revenge's tales (relatos de venganza) que no se aleja demasiado de ¨¦ste.
P. ?Qu¨¦ lo llev¨® a usar un libro conocido y elaborar su novela a partir de uno de los personajes citados?
R. Yo estaba leyendo los diarios de Samuel Pepys y de pronto me encontr¨¦ con una menci¨®n a Jeremiah Mount, y me sent¨ª identificado. Por otro lado, est¨¢n las memorias de Casanova, Saint Simon, y otros, pero no hay nadie que pueda competir con Samuel Pepys en la descripci¨®n de todos los detalles de una ¨¦poca. Eso lo hace interesante para contrastarlo, como personaje victoriano, con mi h¨¦roe, que es a la vez mi ancestro, un aut¨¦ntico perdedor. Y tambi¨¦n porque el XVII en Inglaterra es muy excitante. Est¨¢n la gran plaga, el incendio de Londres, las grandes obras de teatro, la reconstrucci¨®n completa de la ciudad o la restauraci¨®n de la monarqu¨ªa. Todo estaba cambiando.
P. ?C¨®mo conviven en usted el escritor, el cr¨ªtico literario y el director de Times Literary Supplement (TLS)?
R. Son cosas que mantengo muy separadas. Mis novelas no aparecen rese?adas en TLS porque si saliera una cr¨ªtica entusiasta se dir¨ªa que hay favoritismo, y si fuera negativa tampoco tiene sentido. En general no interfiero demasiado en las cr¨ªticas de ficci¨®n porque no quiero imponer mis opiniones, eso lo lleva la encargada de ficci¨®n. Yo llevo m¨¢s lo de ensayo. Es f¨¢cil separar estas actividades. Es curioso, pero en Inglaterra los escritores son los que hacen la mayor¨ªa de las cr¨ªticas mientras en Alemania o Estados Unidos las hacen los especialistas. En Inglaterra a los escritores famosos les gusta mucho hacer rese?as y eso me parece bien, con ellos se crea un sentido de comunidad de gente opinando sobre la obra de unos y otros. Mejor que tener dos tribus completamente distintas, los comentados y los comentaristas.
P. Es una separaci¨®n que puede ser m¨¢s ¨¦tica, en cierto sentido. Pero los escritores son grandes lectores y perfectamente capaces de valorar otra obra.
R. Muchas veces los escritores son capaces de ver ciertos brotes brillantes que no son demasiado evidentes para el cr¨ªtico. En m¨²sica y en arte he observado que los mejores cr¨ªticos suelen ser los compositores y los pintores. Aportan un punto de vista desde dentro. Lo mismo se aplica a la literatura.
P. ?Tiene usted especial cuidado en TLS al equilibrar las rese?as para que no se favorezca a unas editoriales sobre otras?
R. No nos interesa qui¨¦n es el editor, sino la calidad del libro. S¨¦ que esto causa muchos problemas en otros pa¨ªses como en Francia, donde existe la idea de que Gallimard tiene su parcela en la prensa literaria. Pero nosotros s¨®lo rese?amos los libros que nos interesan, y si varios pertenecen a una misma editorial ser¨¢ porque tienen mejores t¨ªtulos.
P. O sea que act¨²a con mucha libertad, sin presi¨®n de las editoriales.
R. Ninguna presi¨®n. Y si alguien me llama por tel¨¦fono e intenta recomendar cierto libro es el camino m¨¢s corto para que no salga nada. Eso nos molesta mucho. De modo que el editor listo se abstendr¨¢ de hacer la llamada.
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