El Pent¨¢gono presiona a la Casa Blanca para que descarte una invasi¨®n de Irak
Los mandos militares creen que la operaci¨®n causar¨ªa miles de bajas a Washington
En la estrategia de EE UU contra Irak, los mandos militares del Pent¨¢gono son contrarios a la opini¨®n de la direcci¨®n civil de la instituci¨®n. Los responsables militares no son partidarios de una invasi¨®n o, al menos, no hasta bien entrado el a?o pr¨®ximo. El Pent¨¢gono teme que una invasi¨®n a gran escala, como parece haber anticipado el Gobierno en los ¨²ltimos meses, pueda causar miles de bajas entre los soldados estadounidenses. Los militares creen que la falta de apoyo en la zona y la envergadura de la operaci¨®n aconsejan buscar otros caminos para acabar con Sadam.
Los jefes militares del Ej¨¦rcito, la Marina, la Fuerza A¨¦rea y los marines estudiaron la estrategia contra Irak en una reuni¨®n celebrada en las instalaciones m¨¢s seguras del Pent¨¢gono, una fortaleza interna conocida como El Tanque. Seg¨²n fuentes citadas por The Washington Post y USA Today, los mandos han trasladado a la direcci¨®n civil del Pent¨¢gono su oposici¨®n a una hipot¨¦tica invasi¨®n de Irak.
El Post asegura que los militares creen haber convencido a Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, y ¨¦ste ha persuadido al presidente George W. Bush. Seg¨²n Rumsfeld, ser¨ªa 'est¨²pido' discutir en p¨²blico sobre estrategias militares, pero manifest¨® ayer que Estados Unidos 'no tiene planes' para invadir Irak 'ni ning¨²n otro pa¨ªs'. No parece una casualidad que Bush, durante su viaje a Europa, mencionara en Berl¨ªn que no hay 'planes de guerra sobre mi mesa' contra Sadam Husein.
En realidad, los mandos militares no se oponen a una guerra contra Irak, pero no creen que la invasi¨®n sea la manera de ganarla. La mayor¨ªa prefiere, sin embargo, operaciones puntuales de contrainteligencia: 'Hay muchas maneras de conseguir un cambio de r¨¦gimen en Irak; la campa?a militar es s¨®lo una de ellas', afirma uno de los mandos.
Despu¨¦s de la reuni¨®n, el general Tommy Franks acudi¨® a la Casa Blanca para mantener una entrevista secreta con Bush y trasladarle la postura de los mandos militares. Ayer, en una comparecencia junto a Rumsfeld en el Pent¨¢gono, el general Peter Pace asegur¨®: 'El Ej¨¦rcito de EE UU est¨¢ listo para ejecutar hoy mismo cualquier misi¨®n que nos ordene el mando civil del Pent¨¢gono. Pero hay que tener en cuenta una cosa: cuanto m¨¢s tiempo tengamos para prepararnos para esa misi¨®n, sea la que sea, m¨¢s elegante ser¨¢ la soluci¨®n'.
Hay tres preocupaciones en la cabeza de los mandos militares. Por un lado, la extensi¨®n de las operaciones estadounidenses en el extranjero limitan el n¨²mero de soldados en los comandos especiales, repartidos ahora por lugares como Filipinas o Yemen.
La jefatura militar considera peligrosa una operaci¨®n de ese tama?o sin tener garantizado el apoyo de los pa¨ªses de la zona, al contrario de lo que ocurri¨® durante la guerra del Golfo. Ser¨ªa complicado, si no imposible, desplegar material y abastecimiento de combustible en un pa¨ªs tan grande sin contar con la asistencia de los vecinos.
Finalmente, el Pent¨¢gono cree que una invasi¨®n a gran escala dar¨ªa a Sadam Husein la excusa perfecta para usar sus armas de destrucci¨®n masiva -si las tiene- contra el Ej¨¦rcito de EE UU, lo que puede provocar miles de v¨ªctimas entre los soldados aliados. Por si esto fuera poco, Bagdad puede acabar convertido en un enclave de guerra urbana demasiado peligroso para las tropas invasoras.
La postura de los mandos militares y la comprensi¨®n que aparentemente han encontrado en el Gobierno aplazan cualquier decisi¨®n dr¨¢stica sobre el futuro del conflicto con Irak.
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