'Hay que despolitizar a Wagner'
Todav¨ªa muchos recuerdan su Peter Grimes. Fue la primera temporada del nuevo Teatro Real. Willy Decker (Colonia, 1950) present¨® una visi¨®n de la ¨®pera de Benjamin Britten que impact¨® e inyect¨® un veneno reflexivo, audaz, contempor¨¢neo, de arte vivo. Ayer, Decker, uno de los directores de escena m¨¢s importantes del mundo, que no ha acudido a Madrid a preparar el estreno de El oro del Rin, aseguraba, en una entrevista telef¨®nica, que vendr¨¢ a presentar La valquiria el a?o que viene y que desea convencer ahora con el inicio de la tetralog¨ªa de El anillo del Nibelungo, de Richard Wagner, que se ver¨¢ completa -con La valquiria, Sigfrido y El ocaso de los dioses- en el Real durante tres a?os en coproducci¨®n con la ?pera de Dresde. Decker avisa: 'Es un Wagner po¨¦tico, filos¨®fico. Creo que hay que despolitizarlo'.
Pregunta. ?Por qu¨¦?
Respuesta. En los ¨²ltimos 30 a?os, especialmente en Alemania, se ha abordado El anillo desde una ¨®ptica pol¨ªtica. Yo quiero reivindicar la mitolog¨ªa, lo po¨¦tico y lo filos¨®fico. Lo dem¨¢s est¨¢ agotado.
P. ?C¨®mo consigue hacer prevalecer un elemento sobre otro?
R. El movimiento de las olas del Rin me sugiere cosas po¨¦ticas. Wagner trata de explicarnos la historia y la utop¨ªa desde el principio de los tiempos. Lo hace de una manera muy teatral y, por supuesto, adaptando la m¨²sica a un discurso. Al principio, una nota indivisible representa la unidad del mundo. Luego cuenta su divisi¨®n.
P. Ahora est¨¢ en Dresde preparando Sigfrido depu¨¦s de estrenar La valquiria. Est¨¢ metido de lleno en la tetralog¨ªa. Desde ah¨ª, ?se contempla esta obra de una manera m¨¢s sencilla de lo que aparenta?
R. Pues, s¨ª. El anillo habla de cosas b¨¢sicas. De c¨®mo las personas se comportan con las personas. Dise?a un mito basado en el hombre. La Biblia habla de la relaci¨®n de Dios con los hombres. Wagner trata de crear una biblia de la relaci¨®n de los hombres con los hombres. En la Biblia les marca el pecado; aqu¨ª, el deseo de posesi¨®n. Y lo hace de forma muy sencilla, pero tambi¨¦n con profundidad.
P. Entonces, ?por qu¨¦ se insiste en la complejidad de Wagner?
R. Ha existido mucha especulaci¨®n, mucha literatura, y eso da sensaci¨®n de complejidad. Pero es sobre todo teatro. Un teatro que viene de un pensamiento, una reflexi¨®n. Tambi¨¦n est¨¢ compuesta en una ¨¦poca en la que se buscaba una identidad alemana y la idea de la uni¨®n era revolucionaria. Muchos encontraron en Wagner un gu¨ªa hacia ella y un mito.
P. ?l tambi¨¦n era un gran propagandista de la cultura alemana y eso le llev¨® a ser tambi¨¦n utilizado por los nazis. Ahora vuelve Wagner con fuerza en Europa. Y tambi¨¦n el fascismo. ?Cree que persiste la identificaci¨®n?
R. La relaci¨®n de Wagner con los nazis es un gran malentendido. ?l propugna la b¨²squeda de un nuevo hombre y muchos totalitarios encuentran en Sigfrido a este mes¨ªas. Pero lo importante es que el totalitarismo cay¨® en Europa, como profetizaba El anillo. Ahora hay movimientos fascistas, pero deben apartarse de ¨¦l, y nosotros estar atentos.
P. Dice usted que Wagner pensaba de manera teatral. ?Fue el precursor del futuro poder de los directores de escena en la ¨®pera?
R. Wagner es complicado de montar porque no pone l¨ªmites a su fantas¨ªa. La primera vez que vio El anillo qued¨® decepcionado. ?l necesita el trabajo de un director de escena porque sus obras siempre necesitan una interpretaci¨®n. Es ut¨®pico y ah¨ª est¨¢ lo complicado y lo excitante.
P. Pero ser¨¢ dif¨ªcil aportar cosas originales a estas alturas.
R. Desde luego. Todos esperan lo nuevo, pero es dif¨ªcil mostrar hallazgos. Y, adem¨¢s, est¨¢ el ansia de resultar espectacular. Pero la clave es huir de eso. Hacer algo personal sin ser espectacular. Hay que plantearse sobre todo si es coherente.
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