'Los europeos no quieren trabajar m¨¢s ni para vivir mejor'
Mija¨ªl Jodorkovski, de 38 a?os, presidente de la compa?¨ªa petrolera Yukos (segunda de Rusia), ha dado un giro en la orientaci¨®n proeuropea que ha impulsado en los negocios (invirtiendo en Europa) y en pol¨ªtica (apoyando al Comit¨¦ Rusia en Europa). Pese a que Europa es su primer cliente, Jodorkovski, que, seg¨²n la revista Forbes es el hombre m¨¢s rico de su pa¨ªs, mira hacia EE UU, porque opina que s¨®lo este pa¨ªs puede dar a Rusia la posibilidad de 'ingresar en la sociedad posindustrial'. En una entrevista, en v¨ªsperas de la cumbre entre la UE y Rusia, Jodorkovski dice que Europa rechaza a Rusia porque 'los europeos, a diferencia de los norteamericanos y los rusos, no quieren trabajar m¨¢s y mejor, ni siquiera para vivir mejor'. Rusia podr¨ªa cambiar la mentalidad de los europeos, atrayendo a especialistas que emigran a EE UU, se?ala Jodorkovski. Yukos, que emplea a 45 ejecutivos extranjeros, quiere recuperar la pol¨ªtica de contrataci¨®n que ya practicaron los zares de Rusia.
Pregunta. ?Qu¨¦ supone la declaraci¨®n sobre el di¨¢logo energ¨¦tico ruso-norteamericano firmada por Putin y Bush?
Respuesta. Es una correcci¨®n p¨²blica muy positiva de la pol¨ªtica energ¨¦tica norteamericana, que, al ser redactada hace algo de m¨¢s de un a?o, no nombraba a Rusia y daba a las compa?¨ªas estadounidenses la se?al de que no deb¨ªan orientarse hacia nuestro pa¨ªs como fuente energ¨¦tica. Un punto muy importante es el apoyo a la multiplicidad de v¨ªas de transporte de suministro de crudo en el Caspio. Esto es un cambio en la vieja psicolog¨ªa de aprovechar la situaci¨®n geogr¨¢fica en contra de otros. El negocio energ¨¦tico es global.
P. ?Se incrementar¨¢n los suministros de crudo ruso a EE UU?
R. Estamos interesados en una diversificaci¨®n geogr¨¢fica por la cual el crudo del Caspio que se transporta por el oleoducto desde Bak¨² [Azerbaiy¨¢n] a Ceyhan [Turqu¨ªa] se cargue ah¨ª en superpetroleros con destino a EE UU, mientras el petr¨®leo ruso abastece a Europa por el mar Negro y la red del oleoducto Druzhba [Amistad]. Como experimento, vamos a enviar a EE UU un superpetrolero que cargaremos en Grecia.
P. ?Estimular¨¢ el 'di¨¢logo energ¨¦tico' ruso-norteamericano a los inversores en Rusia?
R. En lo que se refiere a la inversi¨®n directa, detr¨¢s de la declaraci¨®n est¨¢ la producci¨®n de petr¨®leo en Sajal¨ªn, en el Pac¨ªfico, y tal vez el comienzo de exploraciones en el ?rtico, el tema m¨¢s atractivo del mundo despu¨¦s de 2010. En cuanto a los inversores de cartera, ahora mirar¨¢n m¨¢s atentamente el mercado de valores. Estados Unidos ocupa el primer lugar en inversiones en el sector petrolero ruso.
P. Usted ha dicho que 's¨®lo Estados Unidos' puede dar a Rusia la 'posibilidad de integrarse en la sociedad posindustrial'. ?Ha dado un giro de 180 grados respecto a su orientaci¨®n proeuropea?R. M¨¢s bien, de 90 grados. Yo avanzaba hacia Europa, nuestro socio natural, hasta que me pegu¨¦ un golpe con un muro...
P. ?Qu¨¦ muro?
R. Me refiero a que en Europa no nos quieren. Los europeos quieren vender mercanc¨ªas a Rusia y algunos incluso est¨¢n dispuestos a comprar algo de petr¨®leo, pero no m¨¢s que ahora. Si las empresas rusas quieren invertir en Europa, de palabra nos dan la bienvenida, pero de hecho ponen mil obst¨¢culos.
P. ?Es una cuesti¨®n pol¨ªtica o comercial?
R. Para aceptar m¨¢s petr¨®leo ruso, Europa tiene que hacer una m¨ªnima reconstrucci¨®n en sus f¨¢bricas, pero no quiere. A diferencia de los norteamericanos, los europeos se orientan al sector estatal, pero no al privado. Europa se ha construido una casa muy c¨®moda y no quiere ninguna preocupaci¨®n, incluso si esta preocupaci¨®n les mejora la vida. Les decimos que si reciben mercanc¨ªas baratas de Rusia vivir¨¢n mejor y su econom¨ªa ser¨¢ m¨¢s competitiva, y responden que no quieren, porque tendr¨ªan que trabajar m¨¢s. Los rusos y los norteamericanos s¨ª quieren. Los europeos prefieren vivir algo peor pero trabajar menos. El resultado es lamentable para Europa. No se crean nuevas capacidades productivas, la mano de obra y la materia prima son caras, la ciencia no tiene d¨®nde aplicar los inventos y quienes pueden ganar m¨¢s de 300.000 d¨®lares [325.000 euros] al a?o emigran. Las buenas carreteras, las buenas casas y el buen clima ocultan a los europeos que su nivel de vida disminuye. Las elecciones muestran que la gente ha comenzado a notar que se est¨¢ empobreciendo, pero que se equivoca en la causa. Es un error culpar a la emigraci¨®n del descenso de la din¨¢mica de la productividad laboral. La causa es el proteccionismo. Produciremos mercanc¨ªas mejores, m¨¢s abundantes y m¨¢s baratas e incrementaremos la presi¨®n en las fronteras de Europa. Cuando Europa vea que no puede parar a Rusia, el consumidor la obligar¨¢ a reaccionar.
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