El desaf¨ªo del general

El general Musharraf lo ha vuelto a hacer: utiliz¨® el ataque como su mejor defensa. Al considerar el terrorismo transfronterizo como producto de la imaginaci¨®n india, ha se?alado con el dedo a este pa¨ªs, acus¨¢ndolo de traficar con la guerra y de maltratar a sus minor¨ªas. Y sin embargo, el general har¨ªa bien en preguntarse por qu¨¦ una preocupada comunidad internacional expresa en voz alta cada vez m¨¢s las mismas aprensiones que India. Evidentemente, el general cree que una mayor dosis de jactancia es suficiente para contrarrestar el clamor cada vez mayor contra el terrorismo transfronterizo patrocinado por Pakist¨¢n. (...)

El desaf¨ªo paquistan¨ª no puede tratarse como un problema bilateral (...). Y menos a¨²n como un problema que pueda resolverse con una guerra convencional, para la cual el general dice estar preparado. Cualquier respuesta india al general Musharraf tiene que encajar en una estrategia conjunta de la coalici¨®n global, que est¨¢ luchando contra el terrorismo. (...) La ¨²nica estrategia garantizada puede ser una pol¨ªtica de contenci¨®n econ¨®mica, pol¨ªtica y militar de Pakist¨¢n por el resto de los socios de coalici¨®n. (...) En todo esto, es vital para entender ciertas realidades (...) que cualquier amenaza de guerra es contraproducente. (...) Cualquier pa¨ªs descarta resultados significativos en una guerra entre India y Pakist¨¢n, la cual en cualquier caso no puede durar m¨¢s de unos pocos d¨ªas. La situaci¨®n extremadamente peligrosa y delicada creada por el desaf¨ªo del general Musharraf tiene que tratarse con una estrategia diplom¨¢tica astuta y no con una ret¨®rica airada.

Nueva Delhi, 28 de mayo