Rivales en la derrota
Pasado ma?ana, los 1.631 militantes del PSOE malague?o deciden en primarias con qu¨¦ candidato prefieren perder las pr¨®ximas elecciones municipales. De un lado, Francisco Oliva, un pol¨ªtico con experiencia que aparenta que ya ha hecho todo lo que ten¨ªa que hacer. Del otro, la secretaria general del PSOE malague?o, Marisa Bustinduy, una militante hasta hace poco desconocida y que hoy asocia su imagen a la renovaci¨®n de Zapatero con la misma fe con la que defendi¨® el ¨²ltimo reducto guerrista de M¨¢laga. Oliva es apoyado circunstancialmente por los partidarios del ex vicesecretario general del PSOE-A y actual miembro de la Ejecutiva Federal, Jos¨¦ Asenjo. Bustinduy es respaldada por todas las instancias oficiales del PSOE y ha sido impulsada por Juan Fraile, que fue nombrado presidente de la Diputaci¨®n tras perder la alcald¨ªa de Ronda ante una inveros¨ªmil candidata del GIL. Bustinduy es la que m¨¢s firmas consigui¨® y la m¨¢s probable ganadora de las primarias, gracias, seg¨²n sus adversarios, a que buena parte de los militantes malague?os son empleados de la Junta, de la Diputaci¨®n o del propio partido.
Es dif¨ªcil encontrar notables diferencias ideol¨®gicas entre los candidatos, porque existen dudas de que Bustinduy haga suya la concepci¨®n conservadora -y casi gilista- de su mentor, Fraile, en asuntos urban¨ªsticos y medioambientales. El apoyo de los asenjistas da a la candidatura de Oliva cierto aire rebelde frente al poder de Sevilla. Pero si damos por buenas las declaraciones privadas de los asenjistas y de los mentores de Bustinduy, ambos contendientes coinciden en la queja por el escaso peso pol¨ªtico y administrativo de M¨¢laga en el conjunto de Andaluc¨ªa y en la necesidad de que se produzcan relevos en el liderazgo socialista andaluz y en la Presidencia de la Junta.
Aparentemente, no hay diferencias que justifiquen una rivalidad que es producto de la torpeza y la falta de consenso y ha sido avivada por viejos deseos de venganza. Tampoco se entiende el apoyo incondicional de los l¨ªderes del PSOE-A a una de las candidaturas -la de Bustinduy-, si no es para demostrar a los asenjistas que son minor¨ªa no s¨®lo en la provincia de M¨¢laga, sino tambi¨¦n en la capital.
Una vez m¨¢s, el PSOE ha puesto sus querellas internas por delante de sus deseos de vencer en unas elecciones. Y as¨ª no hay quien gane. Especialmente si, como afirman sus fieles, Celia Villalobos pretende hacerse de nuevo con la alcald¨ªa malague?a tras su aturullado paso por Madrid.
Hay otras ciudades andaluzas, como C¨¢diz, en las que, al menos, el PSOE puede tratar de asomar la cabeza y abrir un camino para ganar en el 2007. C¨¢diz tiene la candidata del PP m¨¢s dif¨ªcil de vencer, pero cuenta con un candidato sobradamente veros¨ªmil y una organizaci¨®n socialista cohesionada que no necesita acudir al calamitoso sistema de cuotas internas.
La ciudad de M¨¢laga comienza a vivir la que posiblemente sea la mayor transformaci¨®n de su historia. La torpeza de sus dirigentes y la mezquindad de muchos de sus militantes condena a la izquierda a desempe?ar s¨®lo el papel de espectadora.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.