M¨¢s amplio, pero poco vistoso por dentro
Un Fiesta completamente nuevo. Ford tiene por fin un utilitario acorde con las tendencias de los coches peque?os de ¨²ltima generaci¨®n. Se ha hecho esperar, porque sustituye al modelo de 1983, que, tras muchos maquillajes, hab¨ªa sobrevivido con una p¨¦rdida continua de ventas. El nuevo s¨®lo conserva el nombre y destaca por su amplitud interior.
M¨¢s grande por fuera
El Fiesta estrena una carrocer¨ªa de estilo monovolumen con mucha personalidad. Ha crecido en todas las direcciones, 10 cent¨ªmetros en longitud (3,92), 9 en anchura y 5 en altura. Pero parece incluso m¨¢s grande de lo que es.
Por delante recuerda al Focus, con unos faros grandes, una parrilla similar y un cap¨® alto apoyado en unos paragolpes voluminosos que dan sensaci¨®n de seguridad. En el lateral destacan las aletas, muy marcadas, y el tercer cristal trasero, que evita la sensaci¨®n de agobio en las plazas de atr¨¢s. Y la zaga integra un port¨®n muy macizo con los pilotos verticales para evitar golpes al aparcar. El resultado es un coche compacto y espacioso que recuerda al Focus y que destaca por la solidez que transmite y que se refleja tambi¨¦n en el chasis, un 100% m¨¢s r¨ªgido que el de su antecesor.
Muy amplio por dentro
La apuesta de Ford con el nuevo Fiesta se ha centrado en lograr la m¨¢xima habitabilidad. Y lo ha conseguido porque ofrece casi el espacio de un familiar compacto (Astra, Le¨®n...). La altura interior da sensaci¨®n de desahogo, tanto delante como atr¨¢s: permite ir sentado m¨¢s alto y alojar sin agobios incluso a los pasajeros m¨¢s altos. Adem¨¢s, el maletero es de los m¨¢s grandes en su tama?o.
Pero la funcionaldiad acaba ah¨ª. El interior es muy sencillo y delata los problemas de Ford para fabricar coches peque?os rentables. La reducci¨®n de costes se nota en los materiales y los detalles: la simplicidad del salpicadero recuerda a algunos modelos coreanos, con una instrumentaci¨®n triste y pobre, pl¨¢sticos austeros... Por dentro no tiene el aspecto cuidado y los acabados elegantes que han sido habituales en el Fiesta.
Algunas carencias son sorprendentes, porque no lleva tiradores en el techo para agarrarse, ni reposapi¨¦s al lado del pedal de embrague, el sistema que regula la altura de los asientos delanteros es muy elemental... Adem¨¢s hay pocos huecos para objetos y le faltan los accesorios funcionales de los utilitarios m¨¢s modernos: no tiene cajones bajo los asientos, las bolsas de las puertas delanteras son peque?as y tampoco dispone de posavasos. Una l¨¢stima porque reforzar¨ªan el sentido pr¨¢ctico que aporta su espacio interior y la sensaci¨®n de calidad y solidez que aportan sus suspensiones y una insonorizaci¨®n bien resueltas.
Cinco puertas y cuatro motores
El Fiesta se vende de momento con carrocer¨ªa 5 puertas y cuatro motores: 1.3 (68 CV), 1.4 16v. (80 CV) y 1.6 16v. (100 CV) en gasolina. Y 1.4 TDCi turbodi¨¦sel de 68 CV. Se ofrecen en tres acabados: Ambiente (b¨¢sico), Trend (deportivo) y Ghia (lujo). Y todos incluyen de serie doble airbag, ABS y precios competitivos. En oto?o llegar¨¢ la versi¨®n Fusion, con una imagen de todoterreno, y a finales de a?o, el tres puertas.
Conclusi¨®n
El Fiesta es un utilitario moderno que aporta un gran espacio interior para la vida familiar. Tiene un comportamiento seguro, un turbodi¨¦sel econ¨®mico, precios ajustados y un equipo de serie correcto. Pero le faltan los huecos para objetos de los ¨²ltimos utilitarios.
AL DETALLE
- CON ABS DE SERIE El Fiesta 1.4 TDCi tiene unos precios similares a los de sus rivales. Incluye doble airbag y ABS de serie, pero el Clio 1.5 dCi a?ade adem¨¢s los airbags laterales y el aire acondicionado, y cuesta 800 euros menos. En cambio, sale 300 euros m¨¢s barato que el C3 HDi, que viene con cuatro airbags, pero sin ABS. Y cuesta casi igual que los Peugeot 206 y Seat Ibiza equivalentes, que incluyen s¨®lo el doble airbag y los detalles habituales. El modelo de Ford ofrece un interior m¨¢s grande que la mayor¨ªa y un turbodi¨¦sel muy econ¨®mico. - GRANDE, PERO FR?O POR DENTRO El interior del Fiesta es muy amplio y cuenta con unas plazas traseras muy desahogadas en altura. Pero, a pesar de un dise?o moderno, es demasiado sencillo por dentro: abusa de los pl¨¢sticos grises y presenta un aspecto menos vistoso y colorista que el anterior Fiesta. El salpicadero y la consola son muy austeros y s¨®lo destacan las salidas de aire de la climatizaci¨®n, que se pueden orientar en todas las direcciones. Faltan m¨¢s huecos para objetos porque apenas cuenta con una buena guantera, un estuche de gafas en el techo, un espacio delante del cambio y bolsas en las puertas delanteras. Por lo dem¨¢s, la posici¨®n de conducci¨®n est¨¢ bien resuelta, aunque los asientos delanteros tienen una banqueta corta y sujetan poco. La zaga, que parece inspirada en el Focus, presenta un aspecto s¨®lido y moderno, con los paragolpes bien integrados.
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