El pintor abstracto Jordi Teixidor ingresa en la Academia de Bellas Artes
'La cultura se est¨¢ alejando del pensamiento cr¨ªtico. Y hay que seguir buscando', manifest¨®
Siempre ha sido un pintor arriesgado, que opt¨® por las formas no convencionales del arte. Eligi¨® el camino de la abstracci¨®n, en 1959, cuando entonces los rigores acad¨¦micos 'te suspend¨ªan si eras abstracto'. Jordi Teixidor (Valencia, 1941) ingres¨® ayer en la Academia de Bellas Artes para cubrir la vacante de Jos¨¦ Vela Zanetti, fallecido en 1999. Rodeado de acad¨¦micos y amigos, y en un d¨ªa de mucho calor, el artista se sinti¨® emocionado por entrar en una instituci¨®n tan antigua y, a la vez, poder pilotarla 'para que sea eficaz en el siglo XXI'.
El calor sofocante que ca¨ªa ayer a media tarde sobre las calles de Madrid traspas¨® los gruesos muros de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en pleno coraz¨®n de la ciudad, en la calle Alcal¨¢. S¨®lo en los pasillos de la centenaria instituci¨®n, bajo el cobijo de algunos zurbaranes, se pod¨ªa respirar tranquilo. A las siete de la tarde esperaban al acad¨¦mico entrante algunos de sus ya colegas de academia, como Francisco Calvo Serraller, Antonio Iglesias, Ismael Fern¨¢ndez y Manuel Alcorlo, entre otros. En el sal¨®n donde se leen los discursos la alta temperatura segu¨ªa omnipresente, los abanicos no descansaban. La candidatura de Jordi Teixidor iba avalada por Gustavo Torner, Luis Feito y Carmen Laff¨®n.
Lleg¨® Teixidor puntual y con el semblante de estar muy contento. ?Se imagin¨® alguna vez este momento? 'De joven, no. Los j¨®venes est¨¢n, o deben estar, en contra de la Academia', respond¨ªa el nuevo acad¨¦mico minutos antes de leer su discurso de ingreso. 'Luego creces, las ideas maduran, se pulen y es posible que las reflexiones no sean las mismas'.
Due?o de un lenguaje pict¨®rico muy representativo del siglo XX, Teixidor est¨¢ acostumbrado a ir contra corriente, m¨¢xime cuando tuvo que definir su carrera y elegir un camino en momentos dif¨ªciles y poco comprensivos en Espa?a. 'En el lugar donde nac¨ª, estudi¨¦ y viv¨ª, Valencia, la abstracci¨®n no era precisamente la pintura que se hac¨ªa all¨ª. Ser pintor abstracto en Valencia en los a?os cincuenta-sesenta, cuando todo eran desnudos, bodegones, naturalismo..., no s¨®lo no estaba permitido en las escuelas de arte, sino que te suspend¨ªan'.
Mondrian y Kandinsky
Teixidor inici¨® su discurso puntual. Lo titul¨®, precisamente, La elecci¨®n del camino. En sus primeras l¨ªneas tuvo un recuerdo lleno de afecto para quien ocup¨® antes su sill¨®n en la Academia, Jos¨¦ Vela Zanetti, y tambi¨¦n para quien le alent¨® y apoy¨® en sus inicios, el profesor Francisco Lozano, de la Escuela de Bellas Artes de Valencia. Despu¨¦s arm¨® una intervenci¨®n en la que explic¨® lo que para ¨¦l significaba el arte abstracto y al final la remat¨® con una cr¨ªtica al desarrollo actual de la cultura.
Para Teixidor, la aparici¨®n de la abstracci¨®n, a principios del siglo XX, es el acontecimiento m¨¢s determinante de los ¨²ltimos cien a?os. 'Es algo m¨¢s que un movimiento de vanguardia, por la atracci¨®n que ha ejercido, los cambios que ha generado en las teor¨ªas est¨¦ticas, en la cr¨ªtica y en la contemplaci¨®n de la obra de arte', explic¨® el pintor que elev¨® al p¨®dium a Mondrian, Kandinsky, Pollock y Rothko.
La abstracci¨®n es una manera de pensar, destac¨® Teixidor antes de adentrarse en los terrenos de la filosof¨ªa. 'El artista, adem¨¢s de lo que no se ve, intenta crear aquello que le gustar¨ªa que existiese, hacer realidad lo que no es... La abstracci¨®n nos permite un conocimiento distinto de la realidad, una nueva manera de entenderla'.
Acercarse a una obra
Existen dos maneras de acercarse a una obra de arte, a juicio de este artista, cuya obra se ha mostrado, entre otros espacios, en la Bienal de Venecia (1973), en el Guggenheim de Nueva York (1980) y en el IVAM de Valencia, que le dedic¨® una antol¨®gica en 1997. 'Uno puede acrecarse buscando s¨®lo entretenimiento, ser¨ªa la forma m¨¢s banal y com¨²n de mirar, y no creo que se la pueda llamar 'experiencia est¨¦tica'. La otra actitud es 'intentando adentrase en ella, hacerla suya esrableciendo un di¨¢logo reflexivo. As¨ª, el arte, una pintura, una m¨²sica, un poema pueden inquietarnos, despertar deseos, incitarnos a pensar, tranformarnos'.
En un discurso no demasiado extenso y ajustado al tiempo, no falt¨® la cr¨ªtica. Que no se trata tanto de una visi¨®n pesimista como del inter¨¦s por diagnosticar una situaci¨®n para ¨¦l preocupante. 'El siglo XX en su final nos ha dejado un regusto amargo, y el siglo XXI no empez¨® bien. En este proceso de transformaci¨®n, vinculado a la globalizaci¨®n total, la cultura tambi¨¦n se siente afectada, y creo que de manera muy negativa. La industria cultural ha dado lugar, m¨¢s que nunca, a la creaci¨®n de museos, salas y ferias de arte. Este aparente aumento de la importancia de la cultura ha ido en detrimento de lo que la define, el pensamiento. Debemos, por tanto, recuperar la independencia del arte y su papel cr¨ªtico, que lo hace eficaz frente a la cultura y la sociedad'.
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