El Defensor del Pueblo denuncia que la saturaci¨®n en las c¨¢rceles incumple un acuerdo de la ONU
La memoria afirma que la masificaci¨®n es 'factor desencadenante' de homicidios entre presos
Las c¨¢rceles espa?olas est¨¢n cada d¨ªa m¨¢s saturadas. Tanto, que se 'conculca' no s¨®lo la legislaci¨®n espa?ola, sino un acuerdo de la ONU sobre reglas m¨ªnimas del tratamiento de los reclusos, seg¨²n la memoria del Defensor del Pueblo del a?o 2001. Esta instituci¨®n habla en t¨¦rminos muy duros sobre la situaci¨®n en las prisiones y exige a la Administraci¨®n que construya centros nuevos. En 2001, recuerda, se pas¨® de 45.054 a 48.118 reclusos. El Defensor considera adem¨¢s que la saturaci¨®n es un 'factor desencadenante' de los asesinatos entre presos, de los que cita cinco casos.
Las situaci¨®n en las c¨¢rceles no ha mejorado durante 2002. De hecho se ha superado la cifra de 50.000 reclusos. El Defensor, que se centra en el a?o pasado, sostiene que es 'urgente' la 'mejora de la situaci¨®n de las prisiones, tanto desde la perspectiva reguladora como del incremento de plazas. Especialmente preocupante es, seg¨²n el texto, la saturaci¨®n de las c¨¢rceles de Canarias, donde el d¨¦ficit de plazas se arrastra desde hace a?os. [En mayo de este a?o, las c¨¢rceles de Alicante y Murcia han llegado a albergar hasta tres presos por celda, en no m¨¢s de ocho metros cuadrados].
La 'progresiva saturaci¨®n' est¨¢ provocando que de manera constante se conculque el derecho de los presos a tener una celda para ellos solos, protegido por la legislaci¨®n espa?ola y por una decisi¨®n de Naciones Unidas de 1957.
Otro de los problemas graves en las prisiones es el aumento constante, tambi¨¦n registrado en 2001, de los reclusos en prisi¨®n preventiva, que al final del pasado a?o alcanzaron el 22,14% del total.
La consecuencia m¨¢s grave de esta saturaci¨®n es, para el Defensor, el aumento de los episodios de violencia. Tanto que la memoria la coloca como 'elemento de singular importancia como factor desencadenante de los homicidios entre presos'. Durante el a?o pasado se estudiaron 33 casos de muerte de reclusos. Once de ellos fueron por consumo de drogas, nueve por suicidios, lo que representa una reducci¨®n con respecto a otros a?os, y cinco por homicidios entre internos. Aunque la memoria no especifica los casos, asume que cuatro de las 33 muertes se produjeron por 'enfrentamientos con funcionarios o posibles malos tratos'.
- Identificaci¨®n de inmigraci¨®n y delincuencia. El Defensor, que se neg¨® en 2001 a recurrir ante el Constitucional la nueva Ley de Extranjer¨ªa, constata en su informe que en muchos casos esta norma es 'dif¨ªcilmente aplicable'. El documento hace tambi¨¦n un llamamiento a los responsables pol¨ªticos para que 'extremen la prudencia a la hora de realizar manifestaciones que den lugar a la identificaci¨®n de los inmigrantes con ambientes delictivos'. Esa misma petici¨®n la extiende a los medios de comunicaci¨®n. El Defensor considera que la ¨²nica v¨ªa para controlar la inmigraci¨®n irregular es vigilar el mercado de trabajo. Y a?ade: 'La acreditaci¨®n de un cierto nivel de arraigo debe conducir en determinados casos a que se deje sin efecto una resoluci¨®n de expulsi¨®n'.
- Lentitud de la justicia. El Defensor insiste un a?o m¨¢s en la 'preocupante lentitud de algunos ¨®rganos judiciales' . Seg¨²n el informe, la tutela judicial efectiva 'deja de serlo cuando los procesos se alargan de forma indefinida'. El informe critica especialmente la lentitud de la sala primera del Tribunal Supremo, 'la cual tiene una pendencia de dos a tres a?os para decidir sobre la admisi¨®n o no de los asuntos que le llegan'. El Defensor recuerda que en 1996 se adoptaron medidas para normalizar el funcionamiento de la sala que 'no tuvieron el resultado esperado'.
- Malos tratos. La mayor¨ªa de las mujeres que acuden al Defensor lo hacen para quejarse de que sus ex maridos o compa?eros 'burlan una y otra vez las medidas de alejamiento, sin que este hecho sea tenido en cuenta por el juez para acordar otras medidas m¨¢s taxativas, como el ingreso en prisi¨®n'. El informe se queja de que la justicia act¨²a en muchos casos 'cuando ya es demasiado tarde'. El n¨²mero de denuncias pas¨® de 22.397 en 2000 a 24.158 en 2001.
- Menos vivienda protegida. La memoria se hace eco del fracaso del Plan de Vivienda 1998-2001, puesto en marcha por el Ministerio de Fomento. 'Se ha producido un descenso en el volumen de construcci¨®n de viviendas protegidas y han aumentado las promociones de vivienda libre, con un incremento desorbitado de los precios', concluye el texto.
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